Obituario

Muere Teresa Gimpera, un soplo de modernidad en pleno franquismo

La actriz y modelo, nacida en Igualada en 1936, falleció ayer a los 87 años. Fue musa de la Gauche Divine y protagonizó filmes fundamentales como ‘El espíritu de la colmena’.

Quim Casas

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Teresa Gimpera estará siempre asociada a la Escuela de Barcelona, la Gauche Divine, Boccaccio y la tortillería Flash Flash, entre otros ejemplos de la modernidad barcelonesa de la segunda mitad de los 60 y la primera de los 70, un revulsivo para los años de plomo del franquismo. Con Serena Vergano y Romy –también, aunque en menor medida, Emma Cohen–, modelos y actrices como ella, puso un gesto femenino distinto en las películas de aquella escuela barcelonesa en la que cada filme era un ensayo, un atrevimiento. No todos lograron sus propósitos, pero dejaron una marca incuestionable como respuesta al más árido Nuevo Cine Español.

 Gimpera no trabajó con los directores más representativos, Pere Portabella, Joaquim Jordà o Jacinto Esteva. Lo hizo con los que podemos considerar compañeros de viaje de aquel movimiento. Sobre todo con Vicente Aranda, para quien protagonizó dos de sus más atrevidas cintas, ‘Fata Morgana’ (1966), un relato distópico ambientado en una Barcelona desierta, y ‘Las crueles’ (1969), un ‘thriller’ oscuro y absorbente. En los guiones y argumentos de estas dos películas participó el novelista y cineasta Gonzalo Suárez, otro de los compañeros de viaje, quien dio papeles importantes a Gimpera en las experimentales ‘El extraño caso del doctor Fausto’ (1969) y ‘Aoom’ (1970), una curiosa mezcla genérica coprotagonizada con Lex Barker. 

El tercer director que coqueteó con la Escuela fue Jorge Grau. Gimpera trabajó con él en ‘Tuset Street’ (1968), filme que debería haber sido emblemático –la colisión entre el universo de la Gauche Divine y el mundo del Paralelo y El Molino– y se quedó en nada cuando fue despedido el director. Gimpera compartió reparto con Sara Montiel, Patrick Bauchau, Luis García Berlanga y Emma Cohen. Grau si pudo completar otros tres filmes con Gimpera, ‘Una historia de amor’ (1967), en la que ella y Vergano fueron dos hermanas enamoradas del mismo hombre; ‘Chicas de club’ (1970), mezcla de ficción y documento, e ‘Historia de una chica sola’ (1972).

La actriz Teresa Gimpera muere a los 87 años

La actriz Teresa Gimpera muere a los 87 años / ARCHIVO

No todo fue cine independiente y ‘underground’ en esta primera época de largo aprendizaje. Gimpera intervino en producciones prototípicas de la época, como ‘Novios 68’ (1967), ‘Las secretarias’ (1968) y ‘Las amigas’ (1969), las tres de Pedro Lazaga y con Sonia Bruno: la modernidad madrileña de una frente a la modernidad barcelonesa de la otra. Trabajó mucho con Lazaga y con Mariano Ozores, estuvo en coproducciones italianas, apareció en muchos anuncios publicitarios y fue una de las petroleras del filme homónimo de 1971 protagonizado por Brigitte Bardot y Claudia Cardinale. 

1973, año capital

 1973 sería un año capital. Formó pareja con Alfredo Landa en ‘Las estrellas están verdes’, una comedia –otra con Lazaga– al gusto no precisamente progresista del momento, e hizo un filme en las antípodas de este, ‘El espíritu de la colmena’, una profunda reflexión sobre la posguerra a cargo de Víctor Erice y una de las mejores interpretaciones de la actriz, quizá la más matizada y serena de todas.

La actriz Teresa Gimpera muere a los 87 años

La actriz Teresa Gimpera muere a los 87 años / ARCHIVO

 Siguió muy activa hasta finales de los 90, participando en títulos influyentes como ‘Vida conyugal sana’ (1974), y retomando después el pulso en el cine catalán con ‘La ciudad quemada’ (1976), de Antoni Ribas, y la sobresaliente ‘La muerte del escorpión’ (1976), de Gonzalo Herralde. Fue una presencia destacada en la Transición democrática, apareciendo en varias portadas de ‘Fotogramas’, cuando entonces medio desnudarse para las sesiones fotográficas de la revista era un acto de libertad y reivindicación tras la larga noche franquista.

 ‘La guerra de papá’ (1977) fue otro de sus hitos. Se reencontró con Grau en ‘Cartas de amor de una monja’ (1978) y ‘El extranger-oh! de la calle Cruz del Sur’ (1987), manifiesto tardío de la Escuela de Barcelona, pues junto a José Sacristán aparecen Gimpera, Vergano y Cohen. A partir del 2000 espació más sus trabajos –el filme de terror ‘El segundo nombre’, las series ‘El cor de la ciutat’ y ‘De moda’– y creó Gimpera Models, una importante agencia de actores y modelos. Ha sido definida de forma muy certera por Ramón de España como ‘nuestra it girl’, en alusión a la joven atractiva, moderna e influyente que popularizó la actriz Clara Bow en el cine mudo.