Obituario

Muere Shelley Duvall, la actriz atrapada en el Hotel Overlook

La esposa aterrorizada de ‘El resplandor’, y la Olivia de la versión de ‘Popeye’ junto a Robin Williams, son dos de sus interpretaciones más recordadas

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La actriz Shelley Duvall, en Cannes en 1977.

La actriz Shelley Duvall, en Cannes en 1977. / Associated Press/LaPresse

Quim Casas

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Shelley Duvall fue cuestionada cuando Stanley Kubrick la escogió para interpretar a la esposa de Jack Nicholson en ‘El resplandor’ (1980), tanto como en España fue criticada la elección de Verónica Forqué –aprobada por el propio Kubrick– para doblarla. Pero las dos elecciones tenían mucho sentido: la incomprensión de Shelley Duvall ante los desmanes de su alucinado marido reforzaron la inquietud terrorífica de aquella película, y el espectador recuerda tanto las apariciones pavorosas de las dos hermanas gemelas en los pasillos del hotel como la mirada incrédula de Duvall al descubrir los cientos de folios en los que Nicholson ha escrito una y otra vez la misma frase, o su rostro desencajado mientras el marido intenta destrozar con un hacha la puerta tras la que ella se protege.

Con Sissi Spacek en 'Three Women'.

Con Sissi Spacek en 'Three Women'. / EPC

Para una determinada cinefilia, la que se gestó en torno al cine estadounidense de los años 70, Shelley Duvall, fallecida hoy a los 75 años –los había cumplido el pasado domingo–, es mucho más que la doliente esposa de ‘El resplandor’. Yo la aprecio especialmente por su fructífera asociación con Robert Altman, un director que también necesita una reconsideración, derrotado y olvidado por la fuerza expansiva de los Scorsese, Coppola, Spielberg, Pacino y De Niro.

Stanley Kubrick y Shelley Duvall, en el rodaje de 'El resplandor'

Stanley Kubrick y Shelley Duvall, en el rodaje de 'El resplandor' / EPC

Fue Altman quien mejor partido supo extraer del físico enjuto de la actriz, los grandes y expresivos ojos y la capacidad para la fantasía y la ternura, de su apariencia tan desligada del canon de la estrella hollywoodiense. No es de extrañar que la escogiera para encarnar a Olivia en su versión de ‘Popeye’ (1980), con Robin Williams como el marinero de las espinacas. Mucho se ha hablado de Margot Robbie como Barbie, pero si un personaje de estas características, heroína de cómic o de juguetería mediática, encontró su representación más posible en carne y hueso, esa fue la Olivia dibujada por E. C. Segal e incorporada a los rasgos de Duvall.

Shelley Duvall, aterrada, frente al hacha que esgrime Jack Nicholson en 'El resplandor'.

Shelley Duvall, aterrada, frente al hacha que esgrime Jack Nicholson en 'El resplandor'. / EPC

Altman la hizo debutar en la delirante ‘El volar es para los pájaros’ (1970), y siguió contando con ella en papeles secundarios o principales en ‘Los vividores’ (1971), ‘Ladrones como nosotros’ (1974), ‘Nashville’ (1975), ‘Tres mujeres’ (1977) –premio de interpretación en Cannes– y ‘Popeye’. No sé si era su musa. Pero fue una actriz, una presencia, que a Altman le daba seguridad, además de ofrecerle talento. También la dirigieron Woody Allen en ‘Annie Hall’ y Terry Gilliam en ‘Los héroes del tiempo’, pero en la mente de Duvall revoloteaban otras fantasías.

Y así creó, produjo y protagonizó una serie, ‘Faerie tale theatre’ (1982-1987), para la que reclutó a directores como Francis Ford Coppola, Eric Idle o Tim Burton con el fin de adaptar los cuentos de ‘Caperucita roja’, ‘Rapunzel’, ‘Blancanieves’, 'Aladino’, ‘Rip van Winkle’ y ‘Pinocho’. Se entendió bien con Burton, para quien protagonizó el corto ‘Frankenweenie’ (1984). Después fue distanciándose del cine a causa de progresivos trastornos mentales, aunque trabajó con un cineasta tan fantasioso e impredecible como ella, el canadiense Guy Maddin. Con todo, el año pasado protagonizó ‘The forest hills’, un retorno al cine de terror del que injustamente quedó atrapada cuando Kubrick la filmó en los laberintos helados del Overlook.

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