Elecciones EEUU 2024

Trump elige como candidato a vicepresidente al senador Vance, aliado ideológico

Atentado contra Donald Trump: última hora y reacciones en directo

El fallido atentado catapulta las aspiraciones de Trump y sume a Estados Unidos en un escenario de confrontación absoluta

El senador per Ohio J. D. Vance. | EL PERIÓDICO

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Idoya Noain

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La unidad es el mensaje con el que Donald Trump quiere imbuir toda la convención republicana, que ha arrancado este lunes en Milwaukee (Wisconsin) en una jornada donde se ha convertido formalmente en el nominado del partido. Unidad es el concepto con el que busca reenmarcarse ante la nación tras sobrevivir al intento de asesinato del sábado. Y unidad es también el mensaje que late en el anuncio que ha realizado este lunes de su selección para acompañarle en las papeletas de noviembre como candidato a vicepresidente: el senador de Ohio J.D. Vance.

Esa selección, que Trump anunció con un mensaje en Truth Social y fue recibida con vítores en el Fiserv Forum de Milwaukee, era anticipada. Dejaba en el camino a otros dos finalistas, el también senador Marco Rubio y el gobernador de Dakota del Norte Doug Burgum. Y confirma el meteórico ascenso y transformación de Vance así como dónde ve Trump el futuro del partido que ha conquistado.

De crítico a leal aliado

Antiguo marine, graduado en Yale e inversor en Silicon Valley, Vance es autor del exitoso libro ‘Elegía Hillbilly’, que en su día fue para muchos la obra que abrió los ojos sobre la América blanca de zonas desindustrializadas y rurales que se entregó a Trump en 2016 y lo llevó por sorpresa a la Casa Blanca. Por aquel entonces Vance llegaba a meter a Trump en la misma frase que a Hitler, a tildarlo de “heroína cultural” y a denunciar que en sus bases había “racismo y xenofobia”. Pero para 2020 ya se había sumado a las filas del entonces presidente y desde entonces se ha hecho uno de sus más firmes aliados y defensores, incluyendo en el Senado, adonde llegó en parte gracias al respaldo que le dio Trump en las legislativas de 2022.

Ese alineamiento ideológico y sus repetidas muestras y declaraciones de lealtad, incluyendo al cuestionar los resultados legítimos de las elecciones del 2020 y decir que él el 6 de enero de 2021 habría hecho lo que se negó a hacer el entonces vicepresidente Mike Pence (tratar de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden), le han granjeado la confianza del líder.

El futuro a largo plazo e inmediato

Con la selección de un político que el mes que viene cumplirá 40 años, Trump, de 78 y limitado solo a un mandato si consigue volver a la Casa Blanca, manda una clara señal de dónde ve el futuro del Partido Republicano: en la continuidad, tanto en las formas como en el fondo.

En términos más inmediatos es difícil no leer en la elección de Trump un paso que presenta su opinión sobre el estado de la carrera para noviembre pero también gran cálculo estratégico. A diferencia de lo que habría sucedido con Burgum o Rubio, con Vance no gana experiencia ejecutiva o en relaciones internacionales o seguridad nacional ni una vía para acercarse a votantes de minorías como los hispanos. Y es señal de que cada vez se ve más favorito para imponerse el 5 de noviembre a Joe Biden (o a otro rival en caso de que el presidente, enfrentado a dudas sobre su candidatura a los 81 años, acabe siendo relevado).

Con buenas dotes de comunicación y compromiso total con el movimiento MAGA, Vance sirve para inyectar más energía a las bases, elemento fundamental en unas elecciones en las que la participación será una de las claves.

Perro de presa

Con Vance Trump gana, además, a un político que bien puede actuar como el perro de presa mientras él, tras el intento de asesinato, muestra un discurso más conciliador que podría convencer a algunos votantes independientes y moderados, claves en estados bisagra como Wisconsin, escenario de la convención.

Poco después del atentado Vance fue uno de los primeros ultraconservadores en responsabilizar directamente a los demócratas, y concretamente a la campaña de Biden, de haberlo provocado con la retórica que presenta a Trump como “un fascista autoritario” y una amenaza a la democracia con la que hay que acabar “a cualquier precio”.

Vance también ha sido una voz extrema contra el aborto y abogó por un veto nacional después de 15 semanas de gestación y sin excepciones para casos de incesto o violación, aunque recientemente ha moderado, al menos verbalmente, sus posturas.

Todo al final se pliega a los deseos y designios de Trump. Y eso también se confirmaba este lunes en el arranque de la convención, cuando se ha aprobado el programa del partido. Ese documento tiene la huella visible de Trump y está plagado de generalidades y raquítico en detalles, dando cobertura a Trump para alejarse de acusaciones o señalamientos directos de extremismo, intensificados sobre todo por el Project 2025. Descafeína el lenguaje sobre el aborto o el matrimonio gay, algo que había indignado a los más radicales del movimiento pro vida, que habían amenazado con dar de batalla en la convención, Finalmente, han decidido no hacerlo. ¿Parte del argumento? No era el momento después del atentado del sábado.

Era otro triunfo para el candidato en un día especialmente triunfal, en el que desde Florida llegaba la noticia de que la jueza Aileen Cannon le libraba definitivamente de los cargos penales en el caso por el manejo irregular de documentos clasificados. La convención no podía arrancar mejor para Trump.