Comicios en Oriente Próximo

Irán vota su nuevo presidente ante el boicot de los opositores a la República Islámica

El país persa celebra este viernes unos comicios presidenciales marcados por la poca participación social, a pesar de que los resultados entre los candidatos permitidos se prevén ajustados

Candidatos ultraconservadores y poca competición: Irán empieza la cuenta atrás para elegir a su nuevo presidente

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El ayatolá Ali Jamenei vota en las elecciones de Irán celebradas este viernes.

El ayatolá Ali Jamenei vota en las elecciones de Irán celebradas este viernes. / DPA vía Europa Press / DPA vía Europa Press

Adrià Rocha Cutiller

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Cerca de 60 millones de iranís han sido llamados a las urnas este viernes en unas elecciones presidenciales anticipadas marcadas por la apatía y la proyectada poca participación social a causa del perfil radical y conservador de los pocos candidatos permitidos y la grave crisis social y económica que vive el país. 

El Consejo de Guardianes de la República —el órgano encargado de vetar a todo candidato que quiera presentarse— ha permitido la candidatura de tan solo seis hombres en estos comicios, cinco de los cuales son políticos del ala más dura y ultraconservadora del poder en Teherán

Los sectores opositores y contrarios a los clérigos que dominan el país desde 1979, así, han llamado a la no participación de la ciudadanía en las elecciones de este viernes: entre las voces más fuertes que piden que la gente no vota se encuentra la reciente Nobel de la Paz, Narges Mohammadí, en prisión en Irán desde 2015. De hecho, ante la baja participación —los datos no han sido publicados—, la comisión electoral ha alargado el tiempo para votar hasta las diez de la noche (las urnas tenían que cerrar a las seis de la tarde).

Según las encuestas la competición para ganar estas elecciones puede estar reñida entre tres candidatos: dos de ellos son los radicales y conservadores Mohammad Bagher Ghalibaf, actualmente presidente del parlamento, y Saeed Jalilí, antiguo negociador nuclear. Ambos parten como favoritos y son cercanos personal y políticamente al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí

El tercero en discordia es Masud Pezeshkian, el único hombre moderado y reformista dentro de los posibles candidatos. El Consejo de Guardianes de la República —como en todas las elecciones celebradas hasta la fecha en la República Islámica— no permitió que se presentase ninguna mujer.

Uno de estos tres hombres será el que sustituya en el cargo al hasta hace un mes presidente iraní, Ebrahim Raisí, muerto a finales de mayo en un accidente de helicóptero en el norte del país persa. En dicho siniestro también murió el entonces ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdollahian.

Probable segunda vuelta

Los sondeos apuntan a un triple empate entre Ghalibaf, Jalilí y Pezeshkian. Si ninguno de los tres logra más del 50% de los votos este viernes, el país persa celebrará una segunda vuelta el viernes cinco de julio, dentro de una semana. Los resultados de la votación de este viernes no se publicarán hasta este sábado al mediodía.

A pesar de ser unas elecciones presidenciales, el interés entre la ciudadanía iraní en quien será el nuevo presidente es relativa: en Irán, la figura del jefe de gobierno no es ejecutiva, y noemana poder de decisión. El poder real dentro del gobierno iraní reside en las manos del ayatolá, que ejerce a la vez de jefe de Estado y jefe religioso y es quien decide sobre las cuestiones claves del país, como la política exterior o el camino del programa nuclear iraní.

Estas elecciones, sin embargo, sí que servirán para marcar los perfiles de los favoritos para sustituir a Jameneí una vez éste, de 85 años, muera. Raisí era visto como uno de los favoritos para suplir al actual ayatolá, y como hizo Jameneí entre 1981 y 1989, la figura de presidente puede ser un trampolín para llegar a la de líder supremo.

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