Alimentación

Los platos preparados esquivan la caída del consumo y siguen ganando cuota de mercado

Mientras las compras de comida se redujeron un 0,4% el año pasado en España, las de productos listos para comer crecieron un 1,5%

Radiografía de los platos preparados: un sector que creció el 10,5% en 2023 y superó los 4.568 millones

Los motivos de los que compran platos preparados: "No es por no cocinar, es porque así puedo ir variando"

Los supermercados amplían su oferta de platos listos para comer para no cocinar en casa

Una mujer observa la oferta disponible en la zona de platos precocinados en un supermercado Ametller de Barcelona.

Una mujer observa la oferta disponible en la zona de platos precocinados en un supermercado Ametller de Barcelona. / JORDI COTRINA

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Están aquellos que alegan falta de tiempo para cocinar, los que admiten que les faltan habilidades con los fogones y prefieren comprar la comida ya elaborada... y hasta los que argumentan razones ambientales y contra el desperdicio alimentario. Y sobre todo hay también quienes miran por el bolsillo. "Lo cierto es que hoy el producto fresco sale más caro que el envasado, y este último supone, además, un ahorro en términos de tiempo y de costes de energía", observa Pietro Tonini, investigador del Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB). Cada plato de comida preparada, frente a la elaborada en casa, representa comprar medio kilo menos de cantidad.

Sea por la razón que sea, los platos preparados siguen siendo un 'must' en los hogares españoles y han resistido muy dignamente al descenso del consumo de alimentos registrado el año pasado en España: mientras en conjunto, las compras de comida se redujeron un 0,4%, el segmento específico de los platos preparados experimentó un aumento del 1,5%, hasta alcanzar las 776,4 toneladas, según recoge el último informe que elabora al respecto el Ministerio de Agricultura y Alimentación.

Comer platos preparados es un hábito ya tan consolidado que casi la mitad de los españoles los consumen al menos una vez a la semana, sobre todo en sus hogares, y en menor medida en el trabajo. Los datos que maneja el sector son más optimistas incluso que los del ministerio. La Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Aseprafe) habla, en su balance de 2023, de un crecimiento del 2,9%, pero hay otros estudios, como uno elaborado por la consultora Kantar, que elevan el incremento al 11%. "Se trata de un segmento muy amplio y variado, que va desde los congelados y conservas más tradicionales hasta los platos ya cocinados más novedosos y que se adapta, por tanto, cada vez más a distintos estilos de vida", destaca Álvaro Aguilar, secretario general de la asociación de fabricantes, que agrupa a marcas tan conocidas como Findus, Pescanova, Unilever o la valenciana Platos Tradicionales, el líder del sector.

De promedio, cada español consumió en 2023 del orden de 16,7 kilos de platos preparados, un volumen que es un 0,4% superior al del año anterior. La mayoría de los consumidores admiten que los compran al menos una vez a la semana. Con todo ello, respecto a 2019, el año antes de la pandemia del covid, el incremento fue de casi un 10%. Croquetas, anillas de calamar a la romana, canelones, cremas y sopas y, sobre todo, las pizzas refrigeradas o congeladas son las opciones más demandadas por los clientes.

En los últimos 10 años, algunas de las categorías incluidas dentro de los platos preparados han experimentado crecimientos notables, de doble dígito en el caso, por ejemplo, de las conservas o de las sopas y cremas. Las pizzas, de las que cada vez hay más diversidad y más marcas, han crecido un 9,3% desde 2013 y las tortillas (sobre todo las de patatas) se han popularizado tanto que han duplicado el volumen de ventas, según el panel del ministerio.  

Este aumento en cantidad consumida se tradujo, como cabía esperar, en un incremento del gasto que las familias destinaron a comida preparada. El año pasado, el presupuesto de los hogares españoles para este tipo de alimentos fue de 74,6 euros por persona, un 9,7% superior al de 2022. La causa, como ha ocurrido también con otros productos, se encuentra en la inflación y en la subida de precios registrada en todo el sector. El precio medio de los platos preparados fue de 4,45 euros por kilo en 2023, un 9,3% más que el año anterior. Así las cosas, este segmento del mercado pasó a representar el 2,62% del volumen total adquirido para consumo doméstico, es decir de cada 100 kilos de alimentos que compraron los españoles, más de dos kilos y medio fue comida ya elaborada.

Los mayores de 50 años

Quienes más tiran de platos preparados son, según el panel anual del consumo alimentario, los hogares con presencia de niños y, ya en menor medida, las familias monoparentales. Destacan especialmente las parejas con hijos adolescentes que compran uno de cada cinco kilos comercializados de este tipo de productos (20,19%). El peso de este grupo de hogares sobre el conjunto global de España es del 14,23% y las compras que hacen de comida ya elaborada es un 41,9% superior a lo esperado

Sin embargo, si lo que se tiene en cuenta es el volumen consumido por persona, la cosa cambia radicalmente. En este caso son las familias sin niños las que más kilos de platos preparados comen al cabo del año: jóvenes y adultos independientes, parejas jóvenes sin hijos, parejas adultas sin hijos o retirados. "Es importante destacar -precisa el ministerio- que el número de personas que habita en los domicilios de los grupos anteriormente citados es menor, por tanto, pueden no ser hogares intensivos en la compra, pero sí en consumo". Los adultos de más de 50 años, son los que más se destacan del promedio español de 16,43 kilos de comida preparada por persona y año. 

Por territorios, los catalanes son los que realizaron el año pasado un mayor consumo per cápita, seguidos por los madrileños y, algo más lejos, por los andaluces.

El sector, además de variado y en alza, se encuentra más vivo que nunca. Su tirón ha llevado a muchos establecimientos a dar un paso más allá y crear el conocido como 'ready to eat' o 'listo para comer', comida preparada, más elaborada en muchos casos, y ya caliente, con la posibilidad incluso de disponer en el mismo supermercado de cubiertos, bebidas y un espacio donde comérselo. Es una alternativa, que algunos han bautizado como mercaurantes, y que triunfa entre aquellos que no quieren (o no pueden) cocinar en casa.

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