Agricultura

Catalunya encadena su tercera vendimia de pérdidas causadas por la sequía

Pese a que en el conjunto de España la previsión es de mejora, los productores catalanes calculan que la cosecha será este año un 35% inferior a lo habitual

Raimat inicia la vendimia con la previsión de una añada excelente pero con un 15% menos de uvas

Un vendimiador recoge un racimo de uvas en las viñas Llopart, en Subirats (Alt Penedès), en la cosecha de 2022.

Un vendimiador recoge un racimo de uvas en las viñas Llopart, en Subirats (Alt Penedès), en la cosecha de 2022. / Manu Mitru

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Salen de noche, para evitar las horas de más calor. Tijera en mano o al volante de la cosechadora, los productores de viña del Penedès han empezado ya a recolectar las variedades más tempranas de uva, la Chardonnay y la Pinot Noir, aunque lo fuerte de la vendimia no llegará hasta la semana que viene, a partir del 19 de agosto. "Cada vez la recogemos con más antelación, ahora mismo comenzamos casi tres semanas antes de lo que se solía hacer hace unos 25 años", afirma Jaume Domènech, viticultor de Sant Martí Sarroca (Alt Penedès). Las expectativas, confiesa el payés, no son muy prometedoras, "aunque sí algo mejores que las dos campañas anteriores", admite.

Pese a que en el conjunto de España esta cosecha se espera un 20% superior a la de 2023, según datos facilitados por el consejo sectorial del vino de la asociación Cooperativas Agro-alimentarias de España, en Catalunya los efectos de la sequía van a seguir pasando factura y la producción de este año volverá a verse mermada. La previsión para el conjunto de denominaciones de origen (DO) españolas es que se elaboren en torno a 39,7 millones de hectolitros de vino, gracias, en buena medida, al incremento que previsiblemente se va a registrar en Castilla-La Mancha y en Extremadura.

"Aquí, en el Penedès, hemos pasado dos años, el de 2022 y el de 2023, con una sequía muy grave y sin poder regar porque no tenemos ningún canal que nos suministre agua, lo que ha provocado que en torno al 20% de las cepas o hayan muerto o hayan quedado improductivas", detalla Domènech, portavoz también de la organización Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) en esta comarca vinícola. "Si a eso se suma el hecho de que a finales de mayo hubo una granizada que echó a perder el 100% de la cosecha en un territorio de unas mil hectáreas y que luego el exceso de lluvias propició la aparición del mildiu, un hongo que afecta gravemente a la viña, las previsiones no invitan al optimismo", prosigue el agricultor.

Los que han empezado ya a vendimiar las variedades más tempranas, indica Domènech, están viendo cómo la pérdida respecto a una temporada normal está entre el 40% y el 50%. Las estimaciones de Cooperativas Agro-alimentarias apuntan a una disminución global del 35% para toda Catalunya, aunque podría ser más acusada, incluso, en zonas como el Priorat, la Terra Alta y otras comarcas de Tarragona.

Precios de emergencia

Para tratar de paliar posibles pérdidas económicas, empresas como Codorníu se han comprometido a pagar a los viticultores del Penedès un 'plus climático' adicional al precio habitual. La compañía habla de un importe medio de 0,80 euros por kilo, "el más alto de la historia de la bodega". "Es un esfuerzo que hacemos por la sostenibilidad y por el futuro del sector, empezando por el campo, aunque eso suponga rebajar las expectativas de beneficios inmediatos", ha argumentado Sergio Fuster, director general de Raventós Codorníu.

"La verdad es que por debajo de esos 0,80 euros no nos ganamos la vida", afirma Domènech, que considera que los productores de la denominación de origen tardarán todavía un tiempo en poder cubrir las pérdidas de los últimos años. "Ahora, las administraciones han anunciado que se constituirá una junta de regantes, algo que hasta ahora no existía, pero el problema es que no se sabe siquiera de dónde va a venir esa agua", lamenta el payés. "A este paso, cuando ese sistema de regadío esté listo, tal vez ya no quedarán productores, porque el sector está muy envejecido", avisa.

Buenas previsiones en La Rioja

La vendimia en España empezó el 17 de julio, también de madrugada, en la zona de Montilla-Moriles, en Córdoba, donde en estos momentos se están recogiendo ya las parcelas de verdejo y moscatel, y, en breve, las de Pedro Ximénez. La estimación de cosecha en esta DO es de unos 26 millones de kilos de uvas, aún por debajo de los 40 millones que solían ser habituales hace unos años. En general , la viña en Andalucía presenta un estado sanitario muy bueno en todas las zonas: Jerez calcula que recogerá entre un 20% y un 25 % más y Córdoba, un 10-15 % superior a la anterior campaña.

También en La Rioja las cepas se encuentran en unas condiciones óptimas, "en un estado vegetativo espectacular", según Cooperativas, que destaca que las viñas se han recuperado tras dos años de estrés hídrico. Más tímida es la previsión para Castilla y León, debido a las heladas del invierno y a las abundantes lluvias y tormentas que se han producido en el Bierzo, Cigales, Rueda y Ribera del Duero.

Suscríbete para seguir leyendo