Omar Montes cuenta su trauma en el aeropuerto de Catar: retenido en un almacén

Omar Montes en el concierto de los 40
Omar Montes en el concierto de los 40 / GTRES

Cada vez que nos toca escribir algo sobre Omar Montes (34)nos hacemos la misma pregunta: ¿Qué es lo que no le sucede al DJ? A este hombre, como buen personaje de Mediaset, le sucede absolutamente de todo y más si se tiene en cuenta su particular personalidad, que no se calla nada con lo que no está de acuerdo y sabe defender su verdad. Tanto es así que llegó a convencer a muchos de su marcha al Mundial de Catar, donde fue invitado para montar un buen cotarro.

Cuando se le preguntó por qué había decidido ir, a pesar de que en este país eso de los derechos humanos no lo conocen mucho, el de Pan Bendito se excusó diciendo que a él lo había invitado la Selección Española y que eso nada tenía que ver con el país en sí. "Si me llamaran ellos, no iría", justificó entonces el 'influencer'. Estas palabras generaron cierta polémica, porque muchos pensaron que Omar Montes no le hacía un favor a la humanidad actuando allí en vivo (Maluma (28)un poco lo que le pasó a Maluma (28)) y, claro, eso debió de marcarle un poquito.

De ahí que, después de su celebrada actuación en el país prohibido, quisiera dedicar unas palabritas que le han pasado factura. "Muchas gracias por el amor y el cariño, ¡viva el amor! ¡Viva España! ¡Vivan las mujeres! ¡Vivan los gitanos! Y viva el amor libre, que cada uno se vaya con quien le dé la gana", gritó el artista, vestido al más puro estilo árabe, con turbante y chilaba incluidos. Pues, al parecer, estas declaraciones tampoco encantaron a ciertas personas.

UN REGRESO TURBIO

Parece que la vuelta a su país natal ha sido una auténtica pesadilla y, preguntado en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el DJ ha dicho que le habían metido en un lío que no se esperaba en absoluto tras decir aquellas palabras "de corazón", en las que nada estaba preparado. "Yo estuve en un hotel tres días y un trabajador nos estaba echando una mano allí en todo. Después del concierto nos llamó diciendo que no fuéramos al hotel, que habían ido unos muchachos raros preguntando por nosotros", ha comentado al principio, con una tensión impactante, puesto que ha asegurado que entonces llegó a pasar miedo.

"Después de hacer tiempo, volvimos a llamarle y nos dijo que podíamos ir. Acabamos yendo al hotel, pero nos dijo que no podía fiarse de nada y que no fuéramos a la habitación. Me llevó a un almacén, dos o tres horas, y me dijo que hasta que no viniera el transfer no saliera de ahí, ya que no podía asegurar nuestro bienestar", ha asegurado Omar, que ni siquiera ha podido pegar ojo en la cama de su habitación. De hecho, el rollo no quedó allí, ya que en el aeropuerto de Catar le esperaba más movimiento emocional.

"Vi a gente mirándome y estaban con los walkies, me puse mi capucha y tiré para adelante. Como allí, al final, no soy tan conocido, pude pasar. Me he podido escapar", ha puntualizado, para acabar diciendo que a él nadie le puede censurar ni decirle lo que tiene que decir" Yo digo lo que me da la gana", ha rematado, ya feliz por volverse a su hogar, dulce hogar.

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