Hiba Abouk muestra cómo se cura tras su divorcio de Achraf Hakimi

La actriz sigue con su vida tras separarse del futbolista. 

GIM

Hiba Abouk (36) está pasando uno de los peores momentos de su vida. Por si no lo sabías, la actriz se ha separado de su marido, el futbolista Achraf Hakimi y lo ha hecho justo después de que este sea acusado de agresión sexual a una chica. Parece que Hiba no ha podido más y ha puesto punto y final. Ahora, intenta recuperar la normalidad en su vida y así nos lo ha querido decir.

Desde que envió un para confirmar el divorcio de Hakimi, comunicado para confirmar el divorcio de Hakimi, no había vuelto a publicar en sus redes sociales hasta hoy. Así ha querido decirnos que se está curando del corazón, con un vídeo en lo que parece el parque de El Retiro de Madrid, paseando con uno de sus hijos. Además, la canción que suena de fondo no puede ser más significativa. Se trata de 'Mientras me curo del corazón' de Karol G. Solo el título lo dice todo, ¿no?

Hiba está pasando unos momentos muy malos y deberá tomarse un tiempo para 'curarse' y que todo vuelva a la normalidad mientras el padre de sus hijos sigue a la espera de ser juzgado por la supuesta violación a una chica en su casa.

Hiba Abouk confirma su divorcio de Achraf Hakimi

Lo hizo a golpe de comunicado y además se puso del lado de las víctimas: "He necesitado tiempo para digerir este shock", afirma la actriz que se ha pasado todo este tiempo desde la imputación de Hakimi entre Dubai y Madrid intentando proteger a sus hijos de todo esto, ya que "siente una necesidad perentoria de explicarse, también por retomar su vida personal, pública y profesional de la manera menos perjudicial y traumática posible".

"La realidad es que hacía ya un tiempo que, después de meditarlo mucho, el padre de mis hijos y yo tomamos la decisión de poner término a nuestra relación de pareja, mucho antes de los hechos acontecidos en los que me he visto involucrada mediáticamente y de los cuales soy totalmente ajena. Después de tomar la decisión de separarnos legalmente y dejar de convivir, a la espera de los trámites de divorcio, quién iba a imaginar que además de enfrentarme al consabido dolor que acarrea una separación, y aceptar el duelo que conlleva el fracaso de un proyecto familiar al que me había entregado en cuerpo y alma, tendría que enfrentarme a esta ignominia".

"Huelga recalcar que en mi vida siempre he estado y estaré del lado de las víctimas, por lo tanto dada la gravedad de la acusación solo nos queda confiar en el buen hacer de la justicia"