Gerard Piqué y Clara Chía huyen de las declaraciones de Shakira

Huyendo de la polémica que es gerundio. 

SplashNews.com

A Gerard Piqué (35)y a su novia, Clara Chía Martí, les resulta cada vez más complicado pasar desapercibidos en sus apariciones públicas. Esta semana, la pareja ha causado un gran revuelo a su llegada al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, procedentes de París. Ellos se han hecho un "aterriza como puedas" porque a la vuelta de su escapada han tenido que hacer frente a las declaraciones queShakira (45) hacía a una revista.

Ninguno de ellos ha querido hablar públicamente sobre su historia de amor, por lo que todavía hay que despejar la incógnita sobre el momento concreto en que comenzó su relación. Las malas lenguas aseguran que Gerard y Clara, quien trabajaba con el futbolista en su empresa de organización de eventos, Kosmos, iniciaron su rollete cuando el central del FC Barcelona no se había separado aún de Shakira, con quien tiene dos hijos, Milan y Sasha, y a la que le unían doce años de relación. Sin embargo, esta teoría no ha podido ser corroborada (de momento).

La reaparición de Gerard Piqué y Clara Chía coincide en el tiempo con la entrevista que ha concedido la colombiana para romper su silencio en el plano sentimental. En conversación con la revista 'Elle', Shakira no se ha cortado un pelo a la hora de describir el tiempo tan doloroso y "oscuro" que vive tras la ruptura de la que era su familia, sobre todo después de haber tenido que renunciar a numerosos deseos, tanto personales como profesionales, por el bien de su convivencia con el deportista.

A Shakira le hubiera gustado echar raíces en Estados Unidos, ya que es en el país norteamericano donde desarrolla el grueso de su carrera artística, sin olvidar que su Colombia natal se encuentra relativamente cerca. Aunque no ha entrado en detalles sobre su futuro, la artista se habría metido de lleno en duras negociaciones con su expareja para lograr que ella y sus niños puedan iniciar una nueva vida en Miami, algo a lo que Piqué se opondría radicalmente. Los pequeños, de 9 y 7 años, han nacido y se han criado en Barcelona, por lo que el futbolista entendería que una mudanza al otro lado del Atlántico les resultaría traumática.