Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Conocimiento alrededor de un rosco

Óscar tuvo otro rosco en ‘El hormiguero’.

Óscar tuvo otro rosco en ‘El hormiguero’.

Ferran Monegal

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Redonda operación la de Antena 3. Tarde, noche y madrugada alrededor de un rosco. Han construido casi cuatro horas de televisión con fabulosas audiencias. El premio conseguido por el concursante de ‘Pasapalabra’, Óscar Díaz, es jugoso, 1.816.000 euros, pero como ocurre en los casinos, es la banca (en este caso la cadena) la que se lleva siempre la tajada más gorda.

Hay que hacer una precisión. En 1954 la Corte Suprema de los Estados Unidos de América del Norte decidieron que los concursos de la tele no son juegos de azar, sino de conocimiento. Este dictamen, refrendado por la Federal Communications Commission v. American Broadcasting, abrió la puerta a la ‘excelencia’ cultural de los concursos, separándolos de la frivolidad del mero entretenimiento. Saber -que no adivinar, que es otra cosa- el nombre del arquitecto que diseñó en 1927 la Casa Wenhold de Bremen, tiene mérito. Con este acierto Óscar cerró el círculo y se llevó el premio. Una hora antes de esta final, en ‘El hormiguero’, Pablo Motos le hizo su rosco particular y le preguntó quién fue el presidente de Madagascar entre 2002 y 2009. Óscar respondió inmediatamente: «Ravalomanana». Prodigioso.

De este paso de los dos concursantes finalistas (Óscar y Moisés) por ‘El hormiguero’, a mí me ha parecido admirable lo bien que disimulaban. La final, que venía después, estaba grabada con anterioridad, como es habitual. O sea que cuando estaban con Motos, ambos ya sabían quién era el ganador. Hicieron una simulación perfecta. Moisés, aun sabiendo que había perdído frente a Óscar, estuvo animadísimo, ilusionado, pletórico. Es difícil engañar un primer plano de la cámara: el brillo de los ojos, un gesto, una mueca de irrefrenable tristeza... Pero, nada, supieron mantener el misterio.

‘Pasapalabra’ es un tipo de concurso largo y trabajoso. En ‘Atrapa un millón’ o ‘¿Quién quiere ser millonario?’, en una sola sesión puedes llevarte un pico gordo, aunque puntualmente. En ‘Pasapalabra’ hay que picar mucha piedra. Como obreros. Óscar, por ejemplo, llevaba concursando, cada día, desde septiembre de 2023. A mí me gustó cuando Motos le preguntó al perdedor, Moisés, qué palabra le subyuga más de las miles que ha estudiado y que memoriza en su cerebro. Contestó: «Conticinio, que es esa hora de la noche en que todo está en silencio”.

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