Corredor Mediterráneo

Las obras del 'tercer hilo' ferroviario en Tarragona acumulan ya más de una década de retraso

ADIF apunta al último trimestre del 2024 para las obras que tienen que adaptar el túnel de Roda de Berà, paso previo para la instalación del ancho internacional

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Estación de trenes en Tarragona, una de las que verá afectada su actividad con la puesta en marcha de las obras en Roda de Berà.

Estación de trenes en Tarragona, una de las que verá afectada su actividad con la puesta en marcha de las obras en Roda de Berà. / Jan Magarolas

Jan Magarolas

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“El Corredor Mediterráneo es una infraestructura prioritaria y las obras del 'tercer hilo' para adaptar la vía al ancho internacional entre Tarragona y Castellbisbal comenzarán en 2013”. Así lo afirmaba la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor (PP), en una visita a la industria química en Tarragona. Y entre esa rotunda afirmación y el presente han pasado ni más ni menos que doce años exactos, cinco ministros en el cargo y tres cambios de nombre del ministerio.

Esta semana se cumple el 12º aniversario de ese momento en el que el Gobierno de España ponía fecha, por primera vez, a la llegada del Corredor Mediterráneo en Tarragona y, con él, a este proyecto faraónico que pretende vertebrar España con el resto de Europa a través de la movilidad por ferrocarril. Doce años de esa afirmación y once de retraso de unas obras que acumulan aplazamientos continuos y que a día de hoy no han empezado ni tienen una fecha exacta de inicio. Ahora, el plazo apunta a este mismo año 2024, en su último trimestre, para el inicio de las obras.

En julio de 2012, la ministra Pastor fue a Tarragona y situó el inicio de las obras del tercer hilo entre Tarragona y Castellbisbal en 2013, sin llegar a concretar más, y avanzó que el plazo de ejecución sería de entre 15 y 24 meses. Por lo que, presumiblemente, las obras estarían finalizadas, como tarde, en 2015. Pastor lo dijo sin tener el proyecto de obras entre manos cuando lo que en realidad necesitaba el tramo entre Tarragona y Castellbisbal no era tanto la instalación del 'tercer hilo', sino la adecuación de la vía, condición previa para el 'tercer hilo'.

El Corredor Mediterráneo es un proyecto estratégico para el futuro de la movilidad por ferrocarril entre España y el resto de Europa. Se plantea como una oportunidad para la competitividad del Arco Mediterráneo y su área de influencia potenciando el transporte de mercancías por ferrocarril, pero también de personas, a la vez que pretende impulsar la vertebración del territorio, al unir Andalucía, la Región de Murcia, la Comunitat Valenciana y Catalunya.

Para lograrlo hay que adaptar la infraestructura ferroviaria existente al ancho internacional, también llamado estándar, lo que permitiría la circulación de trenes de carga con velocidades de hasta 120 km/h. Y para eso es necesaria la instalación de una nueva vía (el “tercer hilo”) o la transformación de las existentes en vías mixtas, que permitan operar en estándar o ibérico.

ADIF, la responsable de las líneas ferroviarias estatales, lleva realizando estas intervenciones desde hace años en Catalunya. La más reciente, el tramo entre Martorell y Castellbisbal, conocida como 'La Puerta a Europa', unas largas obras que terminaron el pasado 3 de junio. Esa intervención se centró en ampliar la sección y los túneles de esas dos poblaciones, con la que se hace posible la circulación en triple vía. El tramo entre Castellbisbal y Martorell y el nudo de Castellbisbal son dos de los puntos más complejos de la red ferroviaria.

Tarragona, a expensas del túnel de Roda de Berà

Una actuación parecida es la que tiene que iniciar ADIF en Tarragona, concretamente en el túnel de Roda de Berà, de 422 metros de longitud y que por ahora resulta el escollo más importante para la implantación del tercer hilo en el tramo entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders. Este es uno de los últimos tramos catalanes del Corredor Mediterráneo que esperan ver iniciar las obras.

El túnel de Roda es pequeño y no está adaptado para recibir el tercer hilo, por lo que ahora es un punto negro en el trazado ferroviario que hay que resolver. En febrero de 2023 se anunció una inversión de más de 15 millones de euros, sin IVA, para que ADIF adaptara el túnel. Los trabajos, licitados pero todavía sin fecha definitiva de inicio, tienen que aumentar las dimensiones de la sección mediante el rebaje de la rasante del túnel para cumplir con los estándares de interoperabilidad que requiere el tercer hilo.

Las actuaciones en el túnel son complejas. En su interior, además de la rebaja hasta un metro de la plataforma ferroviaria, se tiene que renovar e impermeabilizar la bóveda, reforzar la superficie con hormigón, instalar una nueva catenaria y los sistemas de seguridad y comunicaciones, entre otros trabajos. En el exterior del túnel también se instalarán depósitos de recogida de líquidos, mantas antivibratorias y pantallas acústicas, teniendo en cuenta el entorno.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana licitó estas actuaciones a través de ADIF. La encargada del desarrollo de las obras fue una Unión Temporal de Empresas, formada por las compañías FCC Construcción y Contratas y Ventas (Convensa), ambas del grupo FCC, como explicaba el digital 'El Mercantil'.

ADIF apunta a finales de este año 2024

Estas obras de adaptación del túnel de Roda de Berà, después de su licitación, tendrían que haber empezado en noviembre de 2023 y tenían un plazo de ejecución de tres meses, según indicaba el 'Diari de Tarragona'. Sin embargo, a julio de 2024 las obras todavía no han empezado y ahora ADIF apunta al último trimestre de este año, sin concretar más, aunque todavía no lo confirma oficialmente.

Una fecha con la que se trabaja es a finales de septiembre y con un plazo de cinco meses y medio, mayor al previsto hasta ahora. Fuentes de ADIF insisten en que la fecha inicial está “por definir” y “pendiente de la confirmación oficial del plano de obra”. Lo que es seguro es que las obras significarán una interrupción total del tráfico ferroviario que pasa por el túnel de Roda, y por extensión, del tramo entre Sant Vicenç de Calders y Tarragona o Torredembarra. Es decir, se verán afectadas tanto la circulación de mercancías como de pasajeros, con los convoyes de Rodalies R-14, R-15, R-16 y R-17.

Sea como sea, la previsión más optimista si ADIF confirma el inicio en septiembre, es tener las obras de Roda de Berà acabadas en marzo de 2025, lo que no significa tener el tercer hilo instalado, sino la plataforma preparada para admitirlo. De cumplirse esto, la instalación del tercer hilo en el tramo tarraconense se iniciaría doce años después de la fecha puesta por la ministra Ana Pastor en ese prematuro anuncio. Eso sí, ahora con una situación muy distinta, con nuevos avances y, parece, con más posibilidades de éxito.