Investigación

El juez cita como investigados al asistente y a uno de los amantes del canónigo asesinado en Valencia

La Policía identificó el perfil genético de ambos en el piso donde fue asfixiado Alfonso López: el del joven al que pagó por venir de Extremadura, en dos puntos de la cama, y el del otro, en un cepillo de dientes

Imagen del traslado del cuerpo sin vida del canónigo asesinado Alfonso López tras el hallazgo de su cadáver en el piso de la calle Avellanas de Valencia.

Imagen del traslado del cuerpo sin vida del canónigo asesinado Alfonso López tras el hallazgo de su cadáver en el piso de la calle Avellanas de Valencia. / EFE

Teresa Domínguez

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Miguel V. N. ya no es el único investigado por el asesinato del canónigo emérito de la catedral de Valencia Alfonso López Benito, de 81 años, asfixiado en su cama, en el piso del Arzobispado ubicado en el numero 22 de la calle Avellanas, entre la noche del pasado 21 de enero y la madrugada del 22. Desde este jueves, hay dos personas más investigadas judicialmente: el ‘asistente’ de nacionalidad rumana que le hacía de chóferguardaespaldas y algún que otro servicio más y el joven al que el cura pagó por venir desde Extremadura para que pasara dos noches en su casa, durante las cuales mantuvieron "un pequeño encuentro sexual".

La citación a ambos llega ahora pero lleva fraguándose semanas, concretamente, desde que el Juzgado de Instrucción 19 de València, que lleva el caso, recibió el informe de ADN elaborado por la Policía Científica en el que, tal como adelantó el jueves en exclusiva Levante-EMV, del Grupo Prensa Ibérica, fueron encontrados los perfiles genéticos de ambos, así como el de dos varones desconocidos.

La decisión del juez de citar a ambos como investigados, lo que garantiza sus derechos, ya que comparecerán con abogado y esa condición procesal les exime de tener que decir la verdad –solo los testigos están obligados a ello–, se ha producido este viernes, un día después de que los solicitara el fiscal.

El acusador público instó el jueves al juez para que citase a ambos como investigados a la vista de los resultados de ese informe de ADN, en el que no solamente aparecen sus perfiles genéticos en la escena del crimen, sino que, sobre todo, no aparece ni un solo vestigio del único acusado hasta ahora.

Tal como adelantó ayer este diario, la Policía detectó el ADN del joven con el que mantuvo relaciones sexuales en dos puntos: en la funda de la almohada y en una mancha de sangre de un milímetro de diámetro hallada en la sábana de la cama donde yacía el cadáver de Alfonso López. En principio, ambos vestigios tendrían explicación porque él mismo admitió que durmió dos noches con el cura en su cama –la única que había en toda la casa– y que mantuvieron relaciones sexuales, por lo que sería compatible con su sangre en esa sábana.

El otro ADN aislado en el piso, el del ‘asistente’, fue encontrado en las cerdas de un cepillo de dientes que estaba en el baño secundario. Aunque aparenta ser poco incriminatorio y solo hablaría de que ese hombre pasaba tanto tiempo en casa del sacerdote que incluso tenía un cepillo en uno de los baños –el propio portero de la finca declaró que veía al asistente con asiduidad en el piso–, lo cierto es que, unido a otros datos arrojados por la investigación, como el estudio de huellas o las declaraciones de algunos testigos que dijeron de él que les inspiraba miedo, puede resultar como poco sospechoso.

Y aún faltas dos importantes incógnitas por despejar: poner nombre a los dos perfiles genéticos de varón desconocido que también estaban en la casa. Uno de ellos, como el del asistente, estaba en las cerdas y la capucha de otro cepillo de dientes. El otro, mucho más inquietante, fue encontrado, mezclado con el del joven extremeño y el del propio cura, en la funda de la almohada sobre la que fue asfixiado el canónigo emérito de la catedral de Valencia.