La gestión de la inmigración

Los extranjeros esperan casi dos años para conseguir el "DNI" que les permite trabajar

La burocracia lapida un proceso complicado: cuando un extranjero llega a España tiene tres meses para hacerse su Número de Identidad de Extranjero (NIE)

La población española bate un récord, 48,7 millones de habitantes, gracias a la inmigración

Una migrante intenta hacer el trámite para conseguir el NIE.

Una migrante intenta hacer el trámite para conseguir el NIE.

Patricia Casteleiro

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En la página web del Ministerio de Exteriores pone que conseguir el NIE (el DNI de los extranjeros) es un trámite que suele durar entre 20 y 30 días. Sin embargo, desde la Federación Venezolana de Galicia, aseguran que -con suerte- la espera es de dos años.

Testimonios como el de la hondureña Julieta Núñez lo corroboran: lo consiguió tras meses aguardando, le caducó antes de que sus trámites para la nacionalidad se hiciesen efectivos y ahora vuelve a depender de que le den una cita para renovar su NIE y comenzar de nuevo. Lleva más de un año buceando en papeleo.

Sin este papel tampoco pueden alquilar un piso, abrir una cuenta bancaria o una línea de móvil

La burocracia lapida un proceso complicado: cuando un extranjero llega a España tiene tres meses para hacerse su Número de Identidad de Extranjero, un documento sin el que no puede trabajar legalmente, alquilar una vivienda, abrirse un número de cuenta en un banco o contratar una línea de telefonía móvil, entre otras muchas trabas. Es el primer paso para acceder a la nacionalidad y el permiso de residencia en un futuro.

Lorenzo González, vicepresidente de Fevega, explica que desde que una persona inicia el proceso de pedir cita para lograr el NIE hasta que adquiere su permiso de trabajo suelen pasar dos años.

Conseguir cita

Lograr cita para poder hacer el documento es la principal dificultad que aparece en el camino. En el caso de Galicia, hasta este abril el trámite se hacía vía telefónica en algunas ciudades y presencialmente en otras. En el primer caso, solo se podía realizar una llamada el último jueves de cada mes, pero eso no aseguraba conseguir fecha. Si nadie respondía al teléfono había que esperar otros 30 días. Por otra parte, de forma presencial las citas se daban a un año vista.

Ahora, el sistema funciona a través de una web. Está operativa los días 10 y 26 de cada mes. Pero, al igual que la vía telefónica, no significa que aunque esté disponible vaya a funcionar: uno puede estar pendiente hasta mediodía sin éxito.

De hecho, supone un retraso aún mayor: "Lo hacen para engañarnos, es más difícil que nunca encontrar una cita", lamenta González. Dada la dificultad para lograr acceder al trámite, ya hay todo un “mercado negro” en el que se revenden turnos. "Pagas entre 150 y 200 euros y compras el pase de otra persona", indica.

Sin embargo, con los intercambios fraudulentos también hay estafas e imitaciones de las citas, por lo que muchas veces los extranjeros salen perdiendo: “Hay gente que llega con el dinero justo para subsistir y por este sistema mafioso acaban sin nada”, lamenta González.

"Me iban a dar la nacionalidad, pero me caducó el NIE poco antes"

Juliana Núñez

Juliana Núñez es hondureña y había logrado su NIE cinco años atrás. Desde hace un tiempo trabaja cuidando de mayores y en noviembre al fin realizó un examen para obtener la nacionalidad. En diciembre le comunicaron el aprobado y todo iba por el buen camino, hasta que un error burocrático la llevó de nuevo a la casilla de salida. "Había contratado un abogado para agilizar el proceso pero me dio un modelo erróneo para el pago de la tasa en la policía y perdí la cita", explica Núñez. Al poco tiempo le venció el NIE y está en proceso de conseguir una nueva fecha. "Es imposible. No hay manera, me están ayudando mis amigas pero no podemos. Y es algo que me paraliza muchas cosas, entre ellas, la nacionalidad", lamenta. Por ahora, lleva ocho meses de espera, tratando por todas las vías de lograr una cita, necesaria para poder trabajar legalmente en España. Su hija, también de Honduras, sí pudo lograr los papeles.

Rahmsés Pinto vino desde Venezuela en noviembre para buscar oportunidades como arquitecto. Sabe que es un proceso que podría prolongarse hasta cinco años (entre permisos y homologaciones) pero está decidido a conseguirlo. Su cita para el NIE no llegó hasta el pasado 27 de julio, después de más de nueve meses de espera. A los tres meses de llegar al país y no tener el documento pudo haber sido deportado, pero no ocurrió. Ahora que lo tiene, todavía no puede hacer nada porque el permiso de trabajo se activa a los seis meses. "Huí de mi país por la represión y al no poder encontrar un trabajo digno. Aquí la realidad es hostil por las trabas burocráticas", afirma. "Cuando te prohíben trabajar por no tener el permiso, ¿cómo subsistes? Yo no quería acogerme a ayudas y tuve que hacerlo", lamenta Pinto. Cree que como su caso, vendrán miles: "Las últimas elecciones van a generar un bum de migraciones de venezolanos a España", asegura.

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