Naturaleza

Misión, mantener a raya a los osos en los pueblos: este es el plan para nueve municipios de Asturias y León

El proyecto de la Fundación Oso Pardo prevé perímetros de seguridad y formación para "evitar conflictos" con humanos

Nuevo récord de osos en los Pirineos: "Cada vez saldrán más noticias y habrá más encuentros"

Un oso pardo en las montañas asturianas.

Un oso pardo en las montañas asturianas. / Miki López

Sergio Martín

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La Fundación Oso Pardo ha lanzado dos innovadores proyectos con el objetivo de fomentar la coexistencia entre humanos y osos y revitalizar los castañares tradicionales de la zona, en su compromiso con la conservación de la especie en la Cordillera Cantábrica. Los proyectos se incluyen dentro del programa "Life", único instrumento financiero de la Unión Europea dedicado exclusivamente al medio ambiente y a la conservación de la biodiversidad.

El primero de los proyectos, denominado "Life Human Bear Coex" y cuyo nombre completo es "Proyecto Life Coexistencia entre Humanos y Osos: Prevención y mitigación de conflictos en pueblos y sus entornos para favorecer la coexistencia entre humanos y osos en los municipios con mayor densidad de osos de la Cordillera Cantábrica", busca evitar y reducir los conflictos entre esta especie y los humanos para que no interfieran con la vida rural ni sus actividades.

"Actualmente hay unos 370 osos y a medida que crece la población y que no son perseguidos hay más posibilidades de que existan algunos conflictos previsibles. Si los osos descubren los contenedores de basura de los pueblos, que tienen restos de comida humana, lo más probable es que les vaya a gustar porque es comida fácil", explica Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo. El objetivo principal del proyecto, dice, "es tener cero osos habituados a acercarse a los pueblos".

El proyecto, que cuenta con la participación de nueve ayuntamientos (tres en León y seis en Asturias), comenzó en diciembre de 2023. "Sabemos que este primer año vamos a ir muy despacio aplicando las medidas porque nadie está acostumbrado a trabajar en este tipo de proyectos. Pero en los 4 años que dura esperamos que todo vaya bien", afirma Palomero.

"Este proyecto es muy ilusionante porque son los propios ayuntamientos los que han definido las medidas junto con la fundación y son ellos quienes tienen que ejecutarlas", agrega.

Después de varios meses coordinando el programa, en la Fundación Oso Pardo se muestran satisfechos con el trabajo realizado hasta el momento. "Hemos constituido ya la mesa territorial, que se reunió en Pola de Somiedo, e iniciado la capacitación de técnicos y la formación de equipos locales para la prevención de conflictos. Además, hemos mejorado el mantenimiento de perímetros de seguridad y ya están implementando medidas de aversión para evitar que los osos se habitúen a acercarse a los pueblos", explicó el presidente de la fundación.

Por otra parte, el proyecto "Castañas, Osos y Desarrollo Rural" se centra en la recuperación de los castañares de fruto en Asturias. Con financiación de la Fundación Biodiversidad y fondos europeos "Next Generation", este proyecto tiene un plazo de dos años para revitalizar 30 castañares en 13 concejos asturianos y para restaurar y acondicionar 6 corras tradicionales que permitan realizar diferentes rutas ecoturísticas por la zona. "Sorprende que en Asturias no existiera hasta ahora ningún proyecto para preservar y sacar rentabilidad a la gran cantidad de hectáreas de castañares que hay", reconoce Palomero. "A diferencia de la zona del Bierzo, donde se les da mucha importancia, los castañares en Asturias están prácticamente abandonados y apenas producen frutos", añade. Lo que buscan, explica Palomero, "es generar ingresos para los propietarios de los castañares y que haya frutos suficientes para los osos".

Este proyecto, coordinado por la Fundación Oso Pardo junto a la Universidad de Oviedo, la Sociedad Española de Ornitología y la Fundación Camino Lebaniego, busca no solo conservar estos bosques sino también generar bioeconomía y desarrollo rural mediante la plantación de 12.000 castaños, la mitad de ellos injertados con variedades locales.