Sucesos

Una unidad de los Mossos investiga crímenes de hace más de 20 años sin resolver: "Detrás de nosotros ya no hay nadie más"

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Una unidad de Mossos investiga crímenes de hace más de 20 años

Una unidad de Mossos investiga crímenes de hace más de 20 años / ACN

Norma Vidal | Albert Segura

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Aunque la tasa de resolución de homicidios de los Mossos es elevada - ronda el 90% - hay casos que, por su complejidad, llegan a un callejón sin salida y se estancan. Con el objetivo de reanudar estas investigaciones y arrojar luz sobre ellas, en 2016 se creó la Unidad Central de Homicidios. "Detrás de nosotros ya no hay nadie más", ha afirmado el jefe de la unidad, Manel Novoa, en una entrevista con ACN. Ha remarcado que su trabajo es extremadamente "minucioso". Se basa, sobre todo, en la revisión de los indicios recogidos y el escenario del crimen: "Aportamos una óptica diferente", ha comentado. Los avances científicos y forenses, y el análisis de la vida de los sospechosos años después de los hechos, también son claves para estos investigadores.

Cada año, los siete agentes que trabajan en la Unidad Central de Homicidios de los Mossos se sumergen en seis nuevas investigaciones, la gran mayoría relacionadas con crímenes antiguos o con desapariciones que han quedado completamente estancadas. El sotsinspector del cuerpo, Manel Novoa, ha apuntado que el caso más antiguo resuelto por la unidad es un asesinato en Montgat en el año 2000, y ha detallado que entre los que siguen activos se encuentran desapariciones tan mediáticas como la de Cristina Bergua (1997) o Caroline del Valle (2015). "Investigamos a la víctima, su entorno, los posibles autores que ya fueron investigados en su día, y todo esto nos da una visión mucho más amplia", ha señalado Novoa, quien ha asegurado que el equipo trata de analizar los datos desde una "óptica diferente".

Aunque el tiempo puede ser una dificultad añadida en muchas de estas investigaciones, ya que "si no se tomaron bien los datos de telefonía o no se recogieron bien las imágenes de cámaras, esto no se puede volver a hacer", en otros puede ayudar a hacer aflorar nuevos indicios o incluso nuevas líneas de investigación. "Podemos obtener información a la que los investigadores en caliente no tienen acceso", ha apuntado Novoa. Así, ha dicho que esta unidad es capaz de "reconstruir la vida de las personas sospechosas que ya fueron investigadas desde entonces hasta la actualidad". Este minucioso trabajo de análisis puede abrir la puerta a descubrir antecedentes policiales o ingresos en prisión posteriores, relaciones sentimentales tortuosas, o comportamientos violentos, entre otros.

La importancia de los avances científicos, forenses y tecnológicos

Según el sotsinspector, es clave trabajar de forma estrecha con la policía científica, la unidad de análisis y la de desaparecidos. "Ha habido avances en materia de ADN muy importantes que son esenciales para nosotros", ha comentado el jefe de la unidad, que ha puesto como ejemplo la ampliación de marcadores, o el estudio del cromosoma Y, muy útil en la identificación genética de restos de semen y otros fluidos biológicos en los casos de agresiones sexuales. Al mismo tiempo, ha dicho que existen otras pruebas que pueden proporcionar información vital para los Mossos como la procedencia geográfica del autor.

Asimismo, ha considerado que el nuevo reactivo Posme que la policía científica utiliza desde principios de 2023 para extraer huellas dactilares de superficies donde hasta ahora era difícil poder detectarlas, como sobre la piel humana, también ha supuesto un avance crucial. Otras innovaciones en materia de balística o a nivel tecnológico y de telefonía también son básicas: "La revisión de los indicios forenses supone una prueba de cargo importante y casi definitiva", ha apuntado.

Desde su creación en 2016, la unidad ha resuelto siete homicidios complejos. Además, ha identificado como presuntos autores a dos personas que se encuentran fugadas de la justicia y que están en búsqueda: "Los consideramos autores del crimen pero están en el extranjero y van cambiando de identidad constantemente", ha comentado. Novoa ha explicado que estas casuísticas son habituales y ha indicado que por este motivo la unidad está en contacto permanente con otros cuerpos policiales, tanto del Estado como extranjeros, y también mantiene una intensa colaboración con Interpol o Europol.

Los crímenes más difíciles

Aunque cada homicidio tiene sus particularidades, Novoa ha considerado que los que son planificados o están vinculados con el crimen organizado son los más complicados de resolver porque determinar el vínculo entre el autor y la víctima se convierte en una tarea de extrema complejidad. Ha asegurado que muchos de los casos que llegan a la unidad tienen este perfil y ha relatado que a menudo los investigadores se encuentran con escenarios del crimen alterados. "Lo que no hacemos nosotros ya no se hará", ha afirmado Novoa, quien ha asegurado que detrás de esta unidad "ya no hay nadie más".

También ha detallado que estas investigaciones les llegan porque una autoridad judicial, el jefe de la División de Investigación Criminal o de la Comisaría de Investigación Criminal lo ordenan; porque están relacionadas con un suceso que está a punto de prescribir; o porque hay informaciones externas, de testigos o datos confidenciales novedosos que pueden señalar la identidad del autor.

Diversas líneas de investigación

Una de las particularidades de la Unidad Central de Homicidios es que los casos no se abordan desde un único punto de vista. "Siempre intentamos establecer diversas líneas de investigación", ha explicado el sotsinspector, quien ha comentado que de esta forma se puede explorar el suceso más minuciosamente y comprobar diferentes hipótesis. "Las unidades de territorio no disponen de tiempo suficiente para hacerlo, ellas apuestan por una línea y si después esta resulta errónea es muy complicado volver atrás", ha manifestado.

"Somos una unidad donde se dan casualidades increíbles, quizás tienes muy claro quién podría ser el autor y después, a medida que avanzamos, descubrimos que la coartada que tiene es inequívoca y tenemos que cambiar de objetivo", ha detallado. Este trabajo tan cuidadoso también evita que se produzca un "sesgo de información" porque se intenta trabajar de forma totalmente "objetiva y científica", dejando al margen condicionantes o interpretaciones subjetivas.

Novoa ha hecho un paralelismo entre las investigaciones de homicidios y la lotería: "Si no compras no te toca, pues aquí igual, si no lo intentas no se puede resolver, se trata de ir cerrando líneas de trabajo hasta que se llega a una buena y entonces ya no la dejamos y seguimos hasta el final". "Cuando encuentras la línea correcta la motivación es enorme", ha reconocido.

El caso resuelto más antiguo, un crimen en Montgat en el año 2000

El caso más antiguo que la unidad ha resuelto es un crimen que tuvo lugar en Montgat (Maresme), en el año 2000. Novoa ha comentado que se pudo resolver 17 años después gracias, sobre todo, a la reconstrucción del itinerario en tren que siguió el homicida y a los movimientos que hizo desde su domicilio hasta el inmueble donde vivía la víctima. A pesar del paso del tiempo, los investigadores pudieron tener acceso a los horarios del servicio de Rodalies de la época.

Además, pudieron determinar que el autor de los hechos se llevó el móvil del hombre muerto después de cometer el crimen e hizo una llamada desde este terminal para simular que todavía seguía vivo. Así, a pesar de que alteró el escenario del crimen con una puesta en escena para despistar, los Mossos pudieron resolver el caso. "El hombre apareció muerto, completamente desnudo con una flor en la oreja", ha comentado Novoa, que ha dicho que el autor había hecho inscripciones en la pared con sangre donde decía 'Hitler tenía razón'.

El jefe de la unidad ha relatado que en un primer momento la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, ya que el despliegue de los Mossos todavía no se había hecho efectivo, pero ha señalado que en 2016 un juzgado de Badalona ordenó reabrirla, en esta ocasión a manos de la policía catalana. Las indagaciones de la Unidad Central de Homicidios permitieron identificar al asesino y, después de un largo proceso, detenerlo.

La desaparición de Cristina Bergua, el caso más complejo

De entre todos los casos abiertos que la unidad lleva, Novoa ha admitido que el más complejo es el de la desaparición de Cristina Bergua, que tuvo lugar en 1997. "Cuando pasó no había móviles, las cámaras en la calle eran casi inexistentes y las diligencias que se hicieron sobre un presunto autor... en fin, eran otros tiempos", ha comentado el policía, que ha dicho que la metodología que existía no era la de hoy en día. "Desafortunadamente, el paso del tiempo ha sido un condicionante negativo en este caso", ha indicado Novoa. Ha asegurado que la dirección con la que trabajan los Mossos es la misma que tenía el cuerpo de la Policía Nacional y la Unidad de Desaparecidos de los Mossos: "Hemos revisado la investigación y consideramos que está bien hecha, la dirección que se siguió fue correcta y no tenemos ninguna duda", ha apuntado. Sin embargo, ha lamentado no disponer de pruebas objetivas suficientes para poder detener al presunto autor. "A veces sabes que no puede ser otra persona, pero no lo puedes demostrar", ha lamentado.

Caroline del Valle, un caso que los Mossos nunca dejarán de investigar

También se ha referido a la desaparición de Caroline del Valle en 2015 en la Zona Hermética de Sabadell. Ha dicho que es un caso "de difícil resolución", pero ha apuntado que la policía sigue trabajando en él. Ha recordado que no está certificado que esta joven esté muerta y ha explicado que los Mossos están en contacto con la madre de la chica. Según el jefe de la unidad, la mantienen informada, en la medida de lo posible y de acuerdo con las autoridades judiciales.

"Esta investigación no la detendremos nunca, lo puedo afirmar con toda contundencia", ha asegurado Novoa, quien ha advertido que tanto este, como el de Cristina Bergua, son casos "humanitarios" porque los hechos han causado daños colaterales muy graves: "La familia sufre, quiere saber si la policía está detrás y se lo tenemos que confirmar", ha sentenciado.