Los camiones están implicados en el 40% de los accidentes con víctimas en la AP-7

Flota en el ambiente una cierta inquietud sobre la AP-7. Sucede que la autopista del Mediterráneo se ha convertido en un compartimento estanco que, desde la caída de los peajes, en septiembre de 2021, funciona al margen del resto de la red viaria catalana. Es la columna vertebral que conecta con Europa, pero también es la vía natural de escape y retorno durante los fines de semana. Contiene, además, entre Mollet y el Papiol, el tramo al norte de Barcelona que coincide con la B-30, uno de los trozos viarios seguramente más complicados del continente, sobre todo por la presencia de vehículos pesados, que se han convertido en el principal quebradero de cabeza del Servei Català de Trànsit (SCT), con permiso de la siniestralidad de las motos. De hecho, los camiones están presentes en cuatro de cada 10 accidentes con heridos o muertos que se registran en esta autopista.

"Los conductores profesionales de fuera del ámbito UE deberían pasar por una formación antes de ponerse al volante de un camión en Catalunya"

Ramon Lamiel

— Director de Trànsit

Su director, Ramon Lamiel, reclamaba el martes a los profesionales del volante una "conducción responsable" tras el siniestro de un autocar en la entrada de un túnel de la C-32. Es un desafío con muchos retos, desde la dificultad que tienen para pasar la ITV hasta la entrada un punto controvertida de conductores de otros países ajenos a la UE, pasando por el envejecimiento del parque de vehículos o los nuevos hábitos de consumo.

Con el fin de los peajes, el tráfico de coches creció un 40% y el de camiones, un 80%

Con la subida de las barreras, según datos del Ministerio de Transportes, administración responsable de la AP-7 (la C-32 es de la Generalitat), el tráfico de coches se incrementó en un 40%, mientras que el paso de vehículos pesados aumentó un 80%. Al convertirla en un vía gratuita, muchos conductores que solían usar arterias secundarias y que no estaban acostumbrados a circular por vías de tan alta capacidad se sumaron a la gran familia de la AP-7. Quizás por eso el carril central está ahora más lleno que nunca de coches lentos que creen, equivocadamente, que ese es el lugar más seguro de la calzada.

Víctimas disparadas

En 2022, con los peajes recién finados, perdieron la vida en la AP-7 un total de 24 personas, nueve de las cuales fueron atropelladas, cosa que demuestra hasta qué punto la vía se llenó de gente inexperta en este tipo de vías. El total de víctimas mortales de ese año estuvo un 10,3% por debajo de los registros de 2019, pero si se comparaba solo la AP-7, salía un incremento del 60%.

En cuanto a la siniestralidad con víctimas, en el conjunto de la AP-7 ha crecido un 20,4% en lo que llevamos de año respecto al mismo periodo de 2019, un 16,4% en el caso de los vehículos pesados. Los camiones, sin embargo, están presentes (no implica culpabilidad) en casi el 40% de los siniestros con heridos o muertos que se registran en esta autopista, una cifra que explica un poco mejor la inquietud de los responsables de Trànsit.

La siniestralidad con víctimas, en el conjunto de la AP-7, ha crecido un 20,4% en lo que llevamos de año respecto al mismo periodo de 2019

Los dos únicos muertos en esta arteria desde enero, de hecho, eran camioneros. También vale la pena, sin embargo, poner algo de contexto histórico para comprobar que, en global, vamos a mejor: en 2010 se produjeron en Catalunya 175 siniestros con vehículos pesados implicados que dejaron muertos o heridos graves. En 2023 fueron 82, menos de la mitad.

'The place to be'

Los camioneros ya lo tenían algo más complicado para encontrar alternativas, ya que tenían vetada la entrada en carreteras como la N-Il, la N-240 o la N-340, donde no hay mediana que separe del sentido contrario y cualquier choque mortal era sinónimo de víctimas mortales. La C-32 sur podía ser una alternativa a la AP-7, pero es una de las pocas (junto a la C-16 y los túneles de Vallvidrera y el Cadí) que sigue siendo de pago. En definitiva, una tormenta perfecta que ha convertido la autopista del Mediterráneo en, como se dice en inglés, 'the place to be', el lugar en el que estar.

Explicaba Lamiel en rueda de prensa semanas atrás que Catalunya alberga 19 de los 20 puntos con mayor concentración de camiones en todo el Estado, sobre todo en el entorno de Barcelona, en la AP-7 a su paso por el Vallès Occidental. De ahí la urgencia de ordenar y de conseguir que la convivencia de este sector con el vehículo privado sea lo más plácida posible.

Otra cultura vial

Como faltan profesionales, señala el director de Trànsit, muchas empresas de transporte de mercancías van a buscar conductores en países de fuera de la Unión Europea, "algo completamente legal pero que puede generar un problema". Si tienen el permiso de conducir vigente desde antes de septiembre de 2009, les basta una formación de 35 horas para ponerse al volante de un camión por la AP-7, a pesar de provenir de países con una dinámica vial muy distinta, como Perú, Ecuador, Bolivia o Marruecos.

"Es un hecho que falta formación, también lo dice Mossos cuando ven siniestros que dejan claro que hay una falta de pericia"

Ramon Lamiel

— Director del Servei Català de Trànsit

Vaya por delante que aquí no hay ningún problema vinculado al origen, la lengua, el color o la cultura del aspirante. "Basta con ver los datos de la AP-7, donde los siniestros con conductores de fuera del ámbito UE se han doblado desde el fin de los peajes. Es un hecho que falta formación, también lo dice Mossos cuando ven siniestros que dejan claro que hay una falta de pericia", sostiene Lamiel. Pero la DGT, lamenta el responsable del SCT, "no está por la labor".

Desenvolverse

Es un problema exclusivo de Catalunya y por ahora no hay voluntad de actuar. No es tanto que haya subido la siniestralidad de los camiones como que lo haya hecho en los casos en los que de por medio hay un profesional al volante que, en opinión de Lamiel, carece del suficiente adiestramiento para desenvolverse sin problemas con un vehículo de varias toneladas.

Carlos Folchi, secretario general de la Asociación General de Transportistas Autónomos y Pymes de Catalunya (AGTC), rechaza la acusación de que los problemas de la AP-7 estén en buena medida causados por los camiones. Afirma que si hay más vehículos pesados "es porque han cambiado los hábitos de consumo y ahora la mercancía se mueve más y de manera distinta", en referencia al comercio electrónico. Recuerda, además, que los conductores profesionales ya tienen que hacer frente a muchas restricciones horarias y que tienen vetada la circulación "por carreteras alternativas a las que sí pueden recurrir los coches".

Hay un tapón serio en las ITV de los vehículos pesados: "Te dan hora a dos o tres meses vista"

"Somos los primeros que si vemos una opción mejor, seguro que la cogeremos", señala este experto, que recuerda que al sur de Barcelona podrían coger la C-32. "Pero sigue siendo de peaje y en según qué circunstancias se podría abrir para aliviar la situación de la AP-7. ¿Y qué le dicen cuando lo plantean? "Que no hay dinero para hacerlo".

Al margen de los permisos de conducir y los hábitos de consumo, tanto Lamiel como Folchi coinciden en que hay un problema grave con las ITV de los vehículos pesados. "Te dan hora a dos o tres meses vista, y si tienes que arreglar algo, otros dos o tres meses para que te vuelvan a revisar el camión", resume el responsable de la ACGT. Añade que estos vehículos de grandes dimensiones pagan casi lo mismo que un turismo cualquiera, pero el tiempo de inspección se multiplica por cinco. "No les salimos a cuenta". Propusieron a la Administración colocar una ITV específica para camiones en el puerto de Barcelona. Les dijeron que no. Lo que sí hace Trànsit son revisiones en carretera para agilizar los trámites, pero no dan abasto.

Lamiel también hace referencia a la edad media de los camiones, que en el caso de España es de casi 15 años, por encima de la media de la UE. Folchi recuerda que el Govern lanzó una suerte de 'plan renove' que se terminó en un suspiro. Carnets extranjeros con formación, moderación de los nuevos hábitos, vehículos más seguros y más control. No parece tan complicado, pero lo es.

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