El Govern refuerza la coordinación y la implicación de la sociedad en contra de la violencia machista

Tras un fin de semana "devastador", según lo ha definido la consellera de Igualtat i Feminismos, Tània Verge, porque han sido asesinadas otras dos mujeres a manos de sus parejas o exparejas, el Govern ha introducido cambios en la normativa para reforzar la coordinación entre departamentos, entidades e instituciones en la lucha contra la violencia machista.

Lo ha hecho a través de la aprobación de un decreto destinado a actualizar las funciones y composición de la comisión nacional para una intervención coordinada contra las violencias machistas (CNVM), que busca hacer más efectiva la lucha contra este problema estructural.

El decreto introduce cambios en la composición de la comisión, a la par que crea tres grupos estables. Uno se ocupara de la coherencia y eficacia de las propuestas, otro hará el seguimiento técnico y el grupo de análisis de feminicidios, que analiza cada uno de los asesinatos machistas que tienen lugar en Catalunya desde 2012, adopta una nueva metodología "con el objetivo de mejorar la prevención", según ha informado el Govern.

Los actores implicados

Además, se crearán grupos de trabajo temporales y nuevas vocalías para reforzar la implicacióny representación de la sociedad civil en la erradicación de las violencias machistas, lo que incluye la participación de entidades jurídicas, sociales y sanitarias, así como el Consell Nacional de LGTBI.

Otro de los cambios que prevé el decreto es cambiar el nombre de la Comisión Nacional, con el fin de incluir el concepto de violencias machistas en plural, para abarcar todo tipo de agresiones contra niñas, adolescentes y mujeres.

El incremento de la violencia

Los cambios tienen lugar en un año en el que se ha incrementado la violencia machista más grave, la que acaba con la vida de mujeres y niños. De hecho, en los primeros siete meses ha habido 18 feminicidios, 13 de mujeres y cinco de niños, lo que supone el peor dato de la serie histórica, aunque aún no ha concluido el año.

Dos de los menores fueron asesinados junto a sus madres (lo que suma 15 víctimas) y tres por violencia vicaria, aquella que el agresor ejerce para hacer sufrir al máximo a sus parejas o exparejas, matando a lo que más quieren, sus propios hijos, pero dejándolas a ellas con vida.