En Figueres

Los Mossos protegen a un familiar del doble homicida de Girona que intentó volver a casa

Carrera contrarreloj entre Mossos y Los Tomates para encontrar al doble homicida de Girona y a su familia

Venganza en Figueres contra el presunto autor del doble crimen de Girona en Sant Joan

Operación de Mossos en Figueres

Operación de Mossos en Figueres / ACN

Elisenda Colell

Elisenda Colell

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Los Mossos han ofrecido un lugar seguro a un familiar del doble homicida de Girona que la madrugada de este domingo, al intentar regresar a su casa en Figueres, ha sido amenazado y ha temido por su vida. Es un episodio más, esta vez avanzado por El País, de las escenas de revancha que están viviendo en Girona, después de los asesinatos de dos vecinos de la capital gerundense durante la pasada verbena de Sant Joan. Fuentes policiales auguran que esta visita repentina, probablemente para buscar dinero en efectivo, les acerque a descubrir el paradero del presunto autor, aún huido.

Todo empezó la noche del 23 de junio, cuando G. H. C disparó ráfagas de un subfusil AK47 tras una discusión, provocando así la muerte de un padre de familia y su cuñada en el barrio de Font de la Pòlvora (Girona). Las víctimas pertenecían a un clan, Los Tomates, que ahora busca venganza. Lo sabía el agresor, y toda su familia, que huyeron de sus domicilios horas después del crimen. "Al presunto autor ya le tenían ganas desde antes pero es que además cometió un doble crimen sin justificación", dicen fuentes policiales que temen que el conflicto, más allá de la búsqueda del presunto autor, no se va a resolver de un día para otro. Será imprescindible el diálogo que puedan liderar los cabezas de familia de la comunidad gitana en Catalunya.

Desde la semana pasada, Los Tomates han mostrado su sed de venganza en varias ocasiones. Primero, en los ataques contra los Mossos en el Hospital Trueta, donde se recuperaban los heridos del ataque y donde no se pudo salvar las víctimas mortales. Al día siguiente, destrozaron el piso del presunto autor en Girona. Y el pasado viernes 300 personas, según cifró el sábado el responsable de los Mossos en Girona, destrozaron tres pisos de la familia de la víctima en el barrio del Culubret de Figueres. Los Mossos, según dijo el intendente Domènech en Catalunya Ràdio y Rac1, optaron por permitir la entrada de los asaltantes a los pisos, incapaces de reducir los cientos de asaltantes, armados con hachas. Una decisión que ha causado cierto malestar dentro del cuerpo policial.

Un día después de este asalto, un familiar del presunto autor se trasladó la noche del sábado hasta la que era su casa para recoger algunas pertinencias. Según confirma la policía catalana, el hombre se vio amenazado de muerte por varias personas que custodiaban la vivienda, y a la una de la madrugada del domingo llamó al 112 para escapar de allí. Miembros del clan de Los Tomates dicen que anoche no había nadie de Girona allí. "Pero en Figueres esta familia tampoco era querida, les querían fuera", explican a este diario. Fuera quien fuere, los Mossos le escoltaron y le facilitaron un lugar para refugiarse donde pasar la noche que, por motivos de seguridad, no pueden desvelar. Según el código ancestral de la comunidad gitana, tras un asalto de estas características el piso pertenece ahora a los asaltantes.

Fuentes policiales indican que este hecho puede acercarles hasta el paradero del autor de los hechos. "Los familiares salieron corriendo de casa con lo puesto. No pueden usar teléfonos ni tarjetas para que no les encontremos. En casos así es habitual que regresen a su casa a por dinero en efectivo que está escondido en casa. Hay quien construye paredes falsas solo con esta finalidad", avisa una fuente experimentada de la policía catalana en el Alt Empordà. De ser así, añade esta misma fuente, la caída del presunto autor parece más cerca. "Esto podría demostrar que no han escapado muy lejos y que no pueden aguantar la presión en el escondite".