Carrera contrarreloj entre Mossos y Los Tomates para encontrar al doble homicida de Girona y a su familia

Venganza en Figueres contra el presunto autor del doble crimen de Girona en Sant Joan

Los Mossos rastrean el subfusil usado por el doble homicida de Girona: "No es normal que tuviera un kalashnikov en casa"

Tres casas del autor de los asesinatos de Sant Joan, destrozadas por familias de víctimas

EFE

Elisenda Colell

Elisenda Colell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos, al igual que el clan de Los Tomates, buscan al asesino de Girona, que mató a dos vecinos del barrio de Font de la Pòlvora durante la verbena de Sant Joan. Al igual que él, toda su familia ha huido a un lugar todavía desconocido. "Solo espero que lo encontremos nosotros primero para que no se tengan que lamentar más víctimas", explican fuentes de la policía catalana. Fuentes de las cabezas de familia de la comunidad gitana en Catalunya aseguran que aún es precipitado abordar el tema para mediar en el conflicto. "Ojalá pudiéramos, es una ofensa muy grande y hay que dejar pasar unos meses para rebajar los ánimos".

El doble crimen de la verbena de Sant Joan ocurrió en el barrio Font de la Pòlvora, en Girona. G. C. H. disparó ráfagas de un subfusil AK47 tras una discusión, provocando así la muerte de un padre de familia y su cuñada. Aquella misma noche, la familia del presunto asesino se vio obligada a abandonar su domicilio habitual de Figueres, en el barrio del Culubret. "Escaparon de forma precipitada, hicieron las maletas como pudieron y se fueron con lo puesto", explican fuentes de los Mossos. Una huida que también confirman fuentes de la comunidad gitana en Catalunya.

Temían que Los Tomates, el clan del que formaban parte las víctimas, tomaran represalias contra ellos. Pasó en la casa del presunto asesino el día después del doble crimen, cuando los familiares de las víctimas asaltaron su piso y quemaron su coche en Girona, y volvió a ocurrir el pasado viernes en Figueres, donde vivían también una buena parte de sus familiares. Un centenar de familiares de Los Tomates asaltaron tres pisos del barrio del Culubret. Según la ley gitana, ahora estos pisos asaltados son del clan de Los Tomates.

"Nadie sabe donde están, nadie sabe dónde se han ido. Pero se han escapado porque sabían que irían a por ellos a buscar venganza", explican fuentes de la comunidad gitana en Catalunya. Unos se escapan de los otros, mientras la policía batalla para que la justicia llegue antes y no haya que lamentar más víctimas. "Los ánimos están muy calientes, estos asesinatos son una ofensa muy grande para ellos, y hay quien busca el ojo por ojo, diente por diente", explican habituales intermediarios en estos conflictos.

Los Mossos esperaban que esto ocurriera, y llevaban semanas protegiendo también el barrio del Culubret de Figures. En Rac1, Xavier Domènech, intendente subjefe de los Mossos en la región de Girona, ha explicado que valoraron que era mejor permitir el destrozo que enfrentarse a más de un centenar de personas con palos y hachas. "Era una cuestión más de honor suyo y de orgullo, era más una teatralización que la acción en sí misma", ha dicho el intendente. Según Domènech, los actos de revancha se dan ya por terminados.

"A veces queman los pisos, esto es lo que hay que tratar de evitar, que el daño sea lo mínimo posible". Una de las sospechas es que el presunto autor haya escapado a Granada, donde vive su padre. Aunque de momento no habría indicios de ello, es una de las hipótesis que manejan la Policía Nacional y la Guardia Civil, activados para dar con el presunto autor. Otra opción es que haya huido a Francia, dada la proximidad con la frontera.

El acusado es uno de los habituales en las comisarías de los Mossos de Figueres y Girona. "Se pensaba que podía con todo y con todos, que estaba más allá del bien y del mal. Es alguien que ha hecho dinero con el narcotráfico y que a la vez que ha ido sintiéndose poderoso ha perdido el miedo, se siente intocable", explican fuentes policiales, que añaden que era muy habitual encontrarlo bajo los efectos de la cocaína. "Y aquella noche me imagino que aún más".

El diálogo y la mediación

En este caso, a parte del Código Penal y lo que puedan decir los jueces si la policía da con el autor del crimen, se mezcla otro sistema de castigo: una tradición oral pero a la vez ancestral, la ley gitana. Los Mossos confían que, con la intermediación de los 'tíos' y de los cabezas de familia más importantes, se imponga el diálogo y la calma. "Que pacten una entrega... supongo que impondrán un destierro de Girona o de Figueres del resto de la familia", pronostican fuentes policiales habituadas en este tipo de conflictos.

Pero las voces más experimentadas y habituadas en estos casos creen que el tema va para largo. "A la familia del asesino les ha ido de un pelo porque si les pillan en Figueres... suerte que los pisos ya estaban vacíos cuando han ido a por ellos", dicen estas mismas fuentes. Le dan unos dos o tres meses para poder abordar el conflicto seriamente con todas las familias. "Tocará hacer entender que los familiares del asesino no tienen la culpa, pero hay que dejar pasar el tiempo. Ahora no nos podemos poner a hablar de esto... hay demasiado dolor. Ojalá pudiéramos", explican estas fuentes.