tribunales

Dos personas en el banquillo por intentar introducir casi una tonelada de cocaína por el puerto de Barcelona

Es uno de los mayores alijos hallados por la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera en las instalaciones marítimas

Alijo récord en el puerto de Barcelona: La Guardia Civil requisa una tonelada de cocaína

Contenedores en el Puerto de Barcelona.

Contenedores en el Puerto de Barcelona. / EPC

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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826.413 gramos, casi una tonelada de cocaína, con un valor en el mercado clandestino de 26,6 millones de euros. Esa droga viajó desde el puerto de Montevideo (Uruguay) al de Barcelona en un contenedor a bordo de un barco en junio de 2021, pero no pudo ser distribuida porque los agentes de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y de la Guardia Civil descubrieron este alijo, uno de los más importantes en las instalaciones marítimas de la capital catalana. Este viernes se sientan en el banquillo de los acusados en la Audiencia de Barcelona un español y un uruguayo que presuntamente participaron en la operación y que se enfrentan a nueve años de prisión y una multa de 100 millones de euros.

La droga fue hallada detrás de una tapadera soldada y oculta en el interior de dos calderas que eran transportadas en el contenedor. En total, 826 tabletas con la impresión gravada en seco de la palabra 'París' y que contenía esos 826.413 gramos de cocaína de una gran riqueza, del 82,5%. A raíz de la incautación del alijo, el 17 de junio de 2021, y con intención de descubrir quien estaba detrás del envío y la recepción de la sustancia, un juzgado de El Prat de Llobregat autorizó la sustitución de la droga por una substancia inocua y la colocación de dispositivos de seguimiento.

En el curso de la investigación, los agentes constataron que sobre las 6.30 horas del 22 de junio de 2021, uno de los acusados se desplazó desde su domicilio en Sant Quirze del Vallès hasta la localidad de Vilamalla y se dirigió a una nave de esta localidad que la trama había alquilado a nombre de una empresa. Ahí esperó a la llegada del camión que transportaba el contendor con las dos calderas, ya sin la cocaína. Sobre las 7.45 horas, el imputado se bajó de su coche para abrir con la llave las puertas del local y dar indicaciones al transportista, que llegó unos minutos más tarde. Los operarios comenzaron a efectuar las labores de descarga de la mercancía. Fue entonces cuando intervino la Guardia Civil, procediendo a su detención.

Almacén en Vilamalla

El plan, sin embargo, se empezó a fraguar días antes. A finales de mayo se iniciaron los trámites, a través de la empresa administrada por el acusado de nacionalidad española, para el despacho aduanero del contenedor donde había sido transportada la droga. A la vez, alquiló un local en la población de Vilamalla, en el Alt Empordà, con el objetivo de depositar allí el cargamento de cocaína, dando indicaciones a la compañía que se haría cargo de la recepción del lugar y la fecha donde debía producirse la entrega del contendor. También se contrató una grúa para descargar las calderas.

El otro imputado, de nacionalidad uruguaya, llegó a Madrid desde Montevideo días antes de que llegara el cargamento y se dirigió a su vivienda en Llança, donde permaneció hasta el 22 de junio de 2021, para controlar la descarga y la recepción de la droga. La justicia de Uruguay también abrió un procedimiento tras el hallazgo del alijo. Al cabo de unos meses, uno de los participantes en esta operación fue condenado en ese país, tras un acuerdo con la fiscalía, a seis años y ocho meses de prisión.

La Fiscalía Especial Antidroga española considera que el puerto de Barcelona "es la principal vía de entrada de grandes remesas de cocaína" y reconoce en su memoria del 2022 que, históricamente, las investigaciones en "ese punto negro" han cosechado pocos éxitos, solo decomisos fortuitos o debidos a informaciones confidenciales manejadas por los cuerpos policiales. Esta institución muestra, además, su asombro que incautaciones de toneladas de cocaína no hayan afectado "lo más mínimo" a un trasiego marítimo incesante, considerando que el "desmedido poder económico del crimen organizado" es lo que permite "soporta pérdidas de decenas de millones de euros". En enero de 2023, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria intervinieron en el puerto 1.340 kilogramos de cocaína camuflada en sacos de cacao en polvo en un cargamento procedente Ecuador.

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