En Catalunya

Tres miembros de una banda se enfrentan a más de cinco años de prisión por robar cobre de las vías del tren

Lo acusados se vestían como si fueran operarios de Adif y anulaban el sistema eléctrico del trazado ferroviario, ocasionando retrasos en la circulación de trenes

Los ‘puntos negros’ del robo de cobre en Catalunya: la R3 de Rodalies en obras y el tramo Terrassa-Manresa

La estación de Montcada Bifurcació, tras el robo de cobre que ha paralizado todas las líneas de Rodalies de Catalunya, el pasado mes de mayo.

La estación de Montcada Bifurcació, tras el robo de cobre que ha paralizado todas las líneas de Rodalies de Catalunya, el pasado mes de mayo. / ZOWY VOETEN

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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Se vestían como si fueran operarios del gestor ferroviario Adif, rompían el vallado para acceder a la traza de la vía, anulaban el tendido eléctrico y sustraían metros y metros de cable de cobre, provocando graves afectaciones en la circulación de trenes. Esa es la forma en que actuaban tres miembros de una banda que se enfrentan a una petición fiscal de cinco años y tres meses de prisión y al pago de una indemnización a Renfe y a Adif de 8,3 millones de euros por los desperfectos y los perjuicios ocasionados.

La acusación pública les atribuye un delito continuado de robo con fuerza "hiperagravado" por tratarse de un servicio destinado al interés general y que causó "un quebranto grave para los mismos". Está previsto que el juicio se celebre esta semana en la Audiencia de Barcelona.

El fiscal reclama a los acusados el pago de 8,3 millones de euros de indemnización a Renfe y Adif

Los investigadores han podido atribuir a los tres imputados cuatro robos de cobre en líneas férreas en 2015 y 2016. La primera actuación la protagonizaron el 15 de diciembre de 2015. Alrededor de las 01.30 de la madrugada. Los acusados se vistieron con equipos reflectantes como si fueran operarios de Adif y "rasgaron" el vallado para acceder a la traza de la vía del tren en Santa Perpètua de Mogoda (Vallés Occidental), donde "violentaron" los candados de dos cajas conocidas como "seccionadoras" (permiten cerrar o abrir un circuito eléctrico) entre dos torres de electrificación. El objetivo era eliminar la tensión del cable "feeder" (conecta la subestación con la catenaria) que forma parte del sistema de electrificación para el funcionamiento de los trenes de tracción eléctrica. Nueve minutos más tarde dejaron sin corriente un tramo del cableado y consiguieron cortarlo de un lado a otro.

Posteriormente, los acusados se desplazaron a una segunda vía, paralela a la primera, donde efectuaron la misma operación, si bien, en este caso, al efectuar un segundo corte para adueñarse del cable, 120 metros del mismo cayeron sobre la catenaria. Este incidente provocó una explosión que motivó un desvío de tensión por la canaleta, originándose diferentes estallidos y combustiones en las casetas de las subestaciones de Mollet Sant Fost, Santa Perpètua Bifurcación nudo Mollet, Riera de Cales y La Llagosta Mercaderies, "causando severos desperfectos materiales" y afectación a la circulación ferroviaria con un "elevado número de retrasos a multitud de usuarios".

Propósito "depredatorio"

Días más tarde, el 21 de diciembre de 2015, los tres acusados, "de manera concertada y coordinada" y con "propósito depredatorio", volvieron a actuar sobre las cajas eléctricas ubicadas en la vía férrea entre Lleida y Tarragona, concretamente a la altura de Puigverd (Segrià). En esta ocasión, "violentaron" el cable de guarda de aluminio-acero (son sin tensión eléctrica) por varios puntos, manipularon los seccionadores de la catenaria, rompieron los candados que lo protegían y robaron 2.000 metros de cableado electrolítico "desnudo" y otros 200 metros de trazado de aluminio-acero para tierra. Esta acción provocó, según la fiscalía, "desperfectos materiales severos en las instalaciones y retrasos en la circulación ferroviaria en torno a 50 minutos".

Una operación similar efectuaron los tres imputados el 5 de enero de 2016 en la vía férrea que pasa por el municipio de Juneda (Les Garrigues) y que une Lleida con Tarragona. Primero, inutilizaron los sistemas de electrificación y sustrajeron 1.460 metros de cable de cobre tipo 'feeder' electrolítico y otros 730 metros de aluminio-acero. Sí que se produjeron desperfectos, pero, esta vez, no se registraron retrasos en el transporte ferroviario porque los autores del robo volvieron a cerrar los "seccionadores" manualmente. La última actuación de la banda fue en la noche del 14 al 15 de enero de ese año, cuando ejecutaron el mismo plan y manipularon los "seccionadores", candados, antenas y aisladores de una instalación en el término municipal de Vinaixa (Les Garrigues), sustrayendo 1.360 metros de cobre. El cableado robado era vendido días después en diversas chatarrerías de Barcelona y su área metropolitana.

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