Eric Mateu: de repetir segundo de primaria a sacar la mejor nota en la selectividad en Catalunya

El relato de Eric Mateu es de aquellos que ponen la piel de gallina y devuelven la confianza en que, a veces, las historias acaban bien. Este chaval de La Floresta (Sant Cugat), orgulloso batería de la banda Indubio y miembro de la Juventud Esperantista de Catalunya, pasó de repetir segundo de primaria a obtener la mejor nota de la selectividad 2024 en Catalunya con un 9,9 de media (todo 10 en la fase general, menos un 9,5 en Catalán). Exactamente la misma calificación que Pau Palomar, alumno de Santpedor.

Eric, futuro estudiante de Matemáticas y Física en la UAB, cursó el doble bachillerato, internacional y local, en el Forat del Vent de Cerdanyola del Vallès, uno de los pocos institutos públicos que ofrecen esa posibilidad. Venía de estudiar la ESO en el instituto Leonardo da Vinci de Sant Cugat y prácticamente toda la primaria en la escuela pública Turó de Can Mates, centro en el que repitió segundo.

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"Empecé infantil en un centro concertado, pero iba bastante mal, en matemáticas mostraba mucha habilidad, pero el resto de cosas no las llevaba bien. Siempre me ha costado mucho leer, soy de leer muy lento, y tenía problemas con los compañeros; no sé si era 'bullying' o eran conflictos interpersonales, pero lo pasé mal y en segundo de primaria mi familia decidió cambiarme de escuela", explica el hoy flamante mejor nota de la selectividad en Catalunya. "Cuando descubrieron que necesitaba gafas, la cosa mejoró mucho", prosigue este músico y estudiante brillante, y, pese a esas dificultades, un gran lector. "Disfruto sobre todo con obras de divulgación científica y con los cuentos; mi autor favorito es Lovecraft", apunta.

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Pese a que al entrar al Turó de Can Mates -su segundo colegio- al principio le costó relacionarse por la dureza de las situaciones vividas en la anterior escuela, "allí los profesores luchaban mucho contra el bullying, cosa que en el otro colegio no pasaba", recuerda Eric, quien confiesa que de pequeño odiaba leer.

Guitarra, piano y batería

Le encanta la batería, instrumento que aprendió a tocar en tercero de ESO. Además de las Matemáticas –y estudiar en general, a juzgar por su brillante expediente académica– se le da muy bien la música. Empezó con el piano, después la guitarra, porque tenía facilidad, y, a través de un amigo, se pasó a la batería. "Empezamos a tocar con un grupo que formamos en el Leonardo da Vinci con compañeros del instituto, primero nos salió algún concierto pequeño y mira...", explica. Basta con echarle un ojo al Instagram de su banda para confirmar que la cosa se ha hecho grande.

Estoy estudiando de forma autodidacta nutrición, programación y economía, además del esperanto

Preguntado por sus planes para estas vacaciones, Eric responde con sinceridad: "Estudiar mucho". "Estoy mirando técnicas de lectura rápida. No es que vaya muy lento, ahora mismo estoy en una media normal en una persona adulta, de unas 240 palabras por minuto, pero a nivel universitario la media es más alta", afirma el joven, quien se pasa horas estudiando sobre todo aquello que le interesa.

"Ahora mismo estoy estudiando por internet nutrición, programación y economía, además del esperanto", explica Eric, quien asegura que le ayuda mucho estar en la Juventud Esperantista de Catalunya. "De pequeño llevaba muy mal el Inglés, llegué a suspender algún examen incluso, y cuando decidí que quería aprender otra lengua, opté por una fácil: busqué y elegí el esperanto porque es una lengua concebida para ser fácil de aprender", apunta antes de señalar que tiene un proyecto personal: llegar a aprender un idioma de cada familia de lenguas.

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