Salud pública

Estas son las bacterias más resistentes a los antibióticos según la OMS

El 70% del pollo de una gran cadena de supermercados está contaminado con bacterias resistentes, según el Observatorio de Bienestar Animal

Síntomas del E.coli y de otras bacterias diarreicas

Bacterias gramnegativas: causantes de infecciones graves pero resistentes a los antibióticos.

Bacterias gramnegativas: causantes de infecciones graves pero resistentes a los antibióticos. / Instituto Leibniz DSMZ.

Alexandra Costa

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Un análisis microbiológico a escala europea, impulsado por varias entidades animalistas, incluyendo el Observatorio de Bienestar Animal (OBA), revela datos alarmantes sobre la carne de pollo en los lineales de la caedna Lidl.

Según el estudio, más del 70% de la carne de pollo contiene bacterias resistentes a los antibióticos, lo que representa una seria amenaza para la salud pública. Además, el 38% de las muestras analizadas presentan listeria, y un preocupante 83% contienen patógenos diarreicos como E.coli y Campylobacter. En respuesta a estos hallazgos, OBA ha informado a los Ministerios de Consumo y Agricultura para que tomen las medidas necesarias.

El reciente análisis microbiológico europeo destaca un problema crítico en la carne de pollo disponible en el mercado. Más del 70% de las muestras contienen bacterias que han desarrollado resistencia a los antibióticos. Esta resistencia no solo dificulta el tratamiento de infecciones bacterianas en humanos, sino que también aumenta el riesgo de propagación de enfermedades resistentes a los medicamentos convencionales.

Además de las bacterias resistentes a los antibióticos, el estudio revela que el 38% de las muestras de carne de pollo contienen listeria, una bacteria que puede causar infecciones graves, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados. Aún más alarmante es que el 83% de las muestras contienen patógenos diarreicos como E.coli y Campylobacter, que son responsables de una gran cantidad de infecciones gastrointestinales cada año.

Ante estos preocupantes hallazgos, el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha puesto en conocimiento de los Ministerios de Consumo y Agricultura la urgente necesidad de intervenir. Las autoridades están llamadas a reforzar las inspecciones y regulaciones sanitarias en la producción y distribución de carne de pollo para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud de los consumidores.

Importancia de la seguridad alimentaria y la salud pública

Este análisis subraya la importancia de la seguridad alimentaria y la necesidad de controles más estrictos en la industria alimentaria. Los consumidores deben estar informados sobre los riesgos asociados con la carne de pollo y tomar precauciones adecuadas en la preparación y cocción de los alimentos para minimizar el riesgo de infección.

Helicobacter pylori, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae y Salmonella spp son algunos de los microorganismos que han demostrado altos niveles de resistencia a diversas generaciones de antibióticos, representando una grave amenaza para la salud global.

Resistencia antimicrobiana: un problema de salud pública urgente

La resistencia antimicrobiana se ha convertido en un problema de salud pública crítico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó este problema en 2020 como uno de los “problemas sanitarios urgentes de dimensión mundial”. Esta situación se debe a varios factores, como la prescripción y el uso no reglamentado de antibióticos, la falta de acceso a medicamentos de calidad a precios asequibles, y la carencia de agua limpia y servicios de saneamiento adecuados.

La OMS señala que la resistencia antimicrobiana es producto de una combinación de factores alarmantes, creando un "cóctel terrorífico". Estos factores incluyen:

  • Prescripción y uso inadecuado de antibióticos
  • Falta de acceso a medicamentos de calidad a precios accesibles
  • Deficiencias en agua limpia y servicios de saneamiento
  • Inadecuada prevención y control de infecciones

La resistencia a los antimicrobianos no discrimina por región o nivel económico. Tanto en países de ingresos bajos como en aquellos con ingresos medianos y altos, se han encontrado preocupantes niveles de resistencia. Un estudio del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos (GLASS), respaldado por la OMS, mostró resistencia generalizada en muestras de 500,000 personas de 22 países, con variaciones que van desde 0% hasta 82% en al menos uno de los antibióticos más utilizados.

Patógenos prioritarios según la OMS

La OMS ha identificado una lista de patógenos prioritarios con el apoyo de la División de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Tübingen, Alemania. Esta lista, elaborada mediante un análisis de decisiones de múltiples criterios por expertos internacionales, es crucial para orientar los proyectos de investigación, desarrollo e innovación (I+D) de nuevos antibióticos.

Los criterios para incluir patógenos en la lista de prioridad de la OMS incluyen:

  • Grado de letalidad de las infecciones
  • Necesidad de hospitalización prolongada
  • Frecuencia de resistencia a los antibióticos existentes
  • Facilidad de transmisión entre animales y personas
  • Prevención mediante higiene y vacunación
  • Opciones terapéuticas disponibles
  • Investigación y desarrollo de nuevos antibióticos

Niveles de prioridad en la lista de la OMS

  • Prioridad Crítica: Bacterias multirresistentes peligrosas en hospitales y hogares de cuidado crónico, y entre pacientes con dispositivos invasivos.
  • Prioridad Elevada y Media: Bacterias con resistencia creciente, relacionadas con enfermedades adquiridas en la comunidad, como la gonorrea y las intoxicaciones alimentarias por Salmonella.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado su lista de patógenos bacterianos prioritarios para 2024, destacando bacterias que presentan altos niveles de resistencia a los antibióticos y que suponen un riesgo significativo para la salud pública mundial. Esta lista se clasifica en tres categorías: prioridad crítica, alta y media.

Prioridad Crítica

  1. Acinetobacter baumannii resistente a los carbapenémicos
  • Esta bacteria presenta una resistencia significativa a los carbapenémicos, uno de los antibióticos más potentes disponibles.
  1. Enterobacteriales resistentes a las cefalosporinas de tercera generación
  • Estos patógenos han desarrollado resistencia a un grupo clave de antibióticos utilizados para tratar infecciones graves.
  1. Enterobacteriales resistentes a los carbapenémicos
  • La resistencia a los carbapenémicos en estas bacterias es especialmente preocupante debido a la limitada disponibilidad de alternativas terapéuticas.
  1. Mycobacterium tuberculosis resistente a la rifampicina
  • Esta forma de tuberculosis resistente ha sido identificada mediante un análisis independiente y presenta un desafío significativo para el tratamiento de la tuberculosis.

Prioridad Alta

  1. Salmonella Typhi resistente a las fluoroquinolonas
  • La resistencia a las fluoroquinolonas en esta bacteria que causa fiebre tifoidea es una preocupación creciente.
  1. Shigella spp. resistente a las fluoroquinolonas
  • Esta resistencia complica el tratamiento de las infecciones gastrointestinales causadas por Shigella.
  1. Enterococcus faecium resistente a la vancomicina
  • La resistencia a la vancomicina en esta bacteria puede dificultar el tratamiento de infecciones nosocomiales.
  1. Pseudomonas aeruginosa resistente a los carbapenémicos
  • Este patógeno resistente se asocia frecuentemente con infecciones hospitalarias graves y difíciles de tratar.
  1. Salmonelas no tifoideas resistentes a las fluoroquinolonas
  • La resistencia en estas bacterias afecta el tratamiento de infecciones alimentarias comunes.
  1. Neisseria gonorrhoeae resistente a las cefalosporinas de tercera generación y/o a las fluoroquinolonas
  • La resistencia en esta bacteria, que causa gonorrea, plantea un riesgo significativo para la salud sexual y reproductiva.
  1. Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (MRSA)
  • El MRSA es conocido por su resistencia a múltiples antibióticos, complicando el tratamiento de infecciones cutáneas y otras infecciones graves.

Prioridad Media

  1. Estreptococos del grupo A resistentes a los macrólidos
  • La resistencia a los macrólidos en estos estreptococos afecta el tratamiento de infecciones de garganta y piel.
  1. Streptococcus pneumoniae resistente a los macrólidos
  • Esta resistencia complica el tratamiento de neumonías y otras infecciones respiratorias.
  1. Haemophilus influenzae resistente a la ampicilina
  • La resistencia a la ampicilina en esta bacteria puede complicar el tratamiento de infecciones respiratorias y meningitis.
  1. Estreptococos del grupo B resistentes a los macrólidos
  • Esta resistencia es preocupante para el tratamiento de infecciones en recién nacidos y mujeres embarazadas.