Educación en Catalunya

Aulas de acogida acelerada: aprender catalán en cuatro meses para incorporarse al instituto como uno más

El Consorci d'Educació de Barcelona renueva para el próximo curso los ocho centros del plan piloto de este curso, en el que han participado 134 alumnos recién llegados de países de habla no románica y sumará dos grupos más con adolescentes de habla hispana

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Aula de acogida acelerada en el Martí Pous, en Barcelona.

Aula de acogida acelerada en el Martí Pous, en Barcelona.

Helena López

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Uno de los principales problemas que se escapa al control del instituto es que, al traspasar los muros del centro, la lengua en la que todo el mundo al alumnado recién llegado es el castellano. "El catalán es el idioma para hablar con los profesores; con los compañeros es el castellano", tiene perfectamente identificado Moha, alumno de segundo de ESO del instituto Martí Pous de Sant Andreu, en el recinto de la Fabra i Coats. Lo dice en un notable catalán pese al contexto y, sobre todo, pese a que hace solo nueve meses que llegó a Barcelona desde su Marruecos natal, "donde ya escuchaba a Morad". A sus 14 años, este sonriente chaval es uno de los 134 alumnos que este curso ha participado en la prueba piloto de las Aulas de Acogida Acelerada (AAA) que se ha llevado a cabo en ocho institutos públicos de Barcelona, y forma parte también del 74% del alumnado de este programa que, tras cuatro meses haciendo un intensivo de catalán, ha obtenido el nivel A2; igual que Rafay (Pakistán) y Rena (Líbano).

El Consorci d'Educació de Barcelona, impulsor de las AAA, ha anunciado la renovación de las ocho aulas de este curso y la ampliación a dos más el próximo curso para alumnos de habla hispana (el alumnado de las ocho primeras tenía en común proceder de países de habla no románica: Marruecos, Pakistán, Rusia o Georgia).

Empezar de cero en segundo de ESO

Las AAA son grupos reducidos de chicos de origen migrante llegados a Barcelona en la adolescencia –en segundo o tercero de ESO– que, los cuatro primeros meses del curso, en vez de incorporarse en el aula ordinaria (sin entender nada), lo hacen en un grupo aparte en el que, durante toda la jornada aprenden de forma intensiva catalán.

El AAA del Martí Pous es el aula de referencia en el distrito de Sant Andreu, con dos tutores que han dedicado sus 30 horas semanales de jornada al grupo, de unos 14 chicos. "Han venido alumnos matriculados en todos los institutos de Sant Andreu. En principio la idea era que hicieran aquí los cuatro meses del AAA, y después se incorporaran al aula ordinaria del instituto en el que estaban matriculados, pero en enero les dimos la opción de seguir aquí a todos los que quisieran; nos parecía que si ya habían empezado a arraigar aquí, no tenía sentido obligarles a hacer de nuevo otra adaptación", señala Xavier Bou Palmés, director del centro.

De los 14 chicos del AAA de Martí Pous, tres de los que provenían de otros centros decidieron seguir en el aula ordinaria aquí en lugar de regresar a su centro de origen. Rena, Rafay y Moha eran ya alumnos del Martí Pous, donde el curso próximo harán ya tercero en el aula ordinaria.

Júlia Lluch, cotutora de Rena, Rafay y Moha en el AAA, señala que una de las mayores dificultades de la experiencia –que valora de forma muy positiva– es la diferencia tan grande de nivel entre los jóvenes. Hay alumnos que de forma muy rápida adquieren los conocimientos mínimos de catalán -"con muchísimo esfuerzo por nuestra parte", reivindica Rena-, pero otros que no, porque cargaban con mochilas más pesadas. "Había algún caso que llegaba sin alfabetizar en su país de origen", señala la docente.

Valoración de la prueba piloto

Las AAA empezaron en septiembre y, en enero, el alumnado participante –antes de dar el salto al aula ordinaria– se presentó a los exámenes de nivel A2 de catalán. Aprobó el 74%. "Entre los motivos que pueden explicar los casos en que no se supera el examen, destacan las necesidades educativas especiales o la alfabetización muy débil de algunos alumnos, que representan un 19% de quien no las supera", apuntan desde el Consorcio. Además del Martí Pous han acogido la experiencia los institutos Verdaguer, Angeleta Ferrer, Joan d'Àustria, Barcelona-Congrès, Menéndez y Pelayo, Teresa Pàmies y Lluís Vives.

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