Crisis climática

Europa se prepara para hacer frente a grandes inundaciones e incendios extremos

Los avisos recibidos por emergencias climáticas se han triplicado en tres años en el centro de coordinación europeo

Los bomberos recopilan información para predecir los aún "desconocidos" incendios extremos

Inundaciones en la rambla de Espinardo, en Murcia.

Inundaciones en la rambla de Espinardo, en Murcia. / EFE / Daniel Marín

Guillem Costa

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Tres grandes mapas presiden una sala espaciosa y llena de luz. A la derecha, se observa el riesgo de inundación: los países pintados con un color más oscuro son los del norte de Europa. En el centro, el mapa protagonista muestra el grado de alerta de los puntos de comando de protección civil de cada país. Y en la parte izquierda del panel, llama la atención la mancha roja que se expande por la península Ibérica: se trata del mapa de riesgo de incendio.

Con este paisaje de fondo, trabajan cada día quienes se encargan de coordinar una respuesta comunitaria a todo tipo de emergencias. Antes de la pandemia, el Centro de Coordinación y Respuesta a las Emergencias (ERCC) recibía una treintena de avisos anuales. Ahora, más de 100. Y de estos, la mayoría están relacionadas con inundaciones o incendios; es decir, situaciones climáticas que ponen en riesgo asentamientos humanos.

Centro de control de emergencias de la Unión Europea.

Centro de control de emergencias de la Unión Europea. / Pierre-Yves Jortay

En este centro también se activan las alarmas cuando hay una emergencia causada por la acción humana, como por ejemplo la guerra de Ucrania. La crisis del covid-19 también provocó la respuesta del equipo de protección civil europea. Sin embargo, una de las grandes preocupaciones futuras se centra en actuar conjuntamente ante una posible inundación o incendio.

Número de incendios

"La temporada de incendios cada vez es más larga y nos dimos cuenta de que era importante tener preparada una respuesta colaborativa, sobre todo para países del sur", detalla Giakoumis Zacharias, jefe de la dirección general de ECHO (operaciones europeas de protección civil y ayuda humanitaria).

En las últimas décadas, el número de hectáreas afectadas por incendios ha aumentado en Europa. Pero como sucede siempre, el problema llega cuando estas hectáreas ponen en riesgo edificaciones o núcleos habitados, como ocurrió en Portugal en 2017. Una de las cuestiones que preocupan es la aparición de grandes incendios que se conviertan en una emergencia para la población. "El aumento de la temperatura aumenta el riesgo no solo en el sur, sino en todo el continente", avisa el jefe de esta dirección general.

El trabajo del centro de coordinación consiste en avisar a países vecinos para que puedan ofrecer de forma eficaz sus servicios (aviones, helicópteros, personal) a otros estados en caso de emergencia. En total, se dispone de 28 aviones y 4 helicópteros comunitarios y más de 500 bomberos, que en verano se establecen en España, Francia, Grecia y Portugal, están preparados para dar apoyo europeo.

Grado de vulnerabilidad

"La competencia de protección civil siempre ha sido estatal, pero, en los últimos años, el apoyo y la participación de la UE ha aumentado", asegura Zacharias. En paralelo a la gestión de la emergencia, la Comisión Europea también prevé garantizar fondos económicos para que los países afectados inicien su proceso de recuperación, como se comprobó tras la erupción del volcán de La Palma en las Islas Canarias.

El sistema europeo de coordinación también está listo para aportar ayuda o colaboración en lugares de fuera de Europa: se hizo por ejemplo en Pakistán, durante las grandes inundaciones de 2022. Un escenario como este no se descarta en la Unión Europea.

El volcán Cumbre Vieja.

El volcán Cumbre Vieja. / Agencias

En estos momentos, está activo un mapa de vulnerabilidad ante un posible desastre climático. En el caso de España, el riesgo no es solo de incendios. También existe el riesgo de que una gran inundación que requiera la movilización de este centro de coordinación europeo, además de la respuesta del Gobierno.

Los empleados de ECHO están pendientes las 24 horas del día de cualquier aviso que aparezca o llamada que se reciba. "El cambio que hemos notado es importante: cuando se puso en marcha el centro, una idea promovida desde Grecia, casi no teníamos que dar respuesta a emergencias. Ahora esto ha cambiado y toda Europa está activada para reaccionar ante un desastre de magnitud desconocida", zanja Zacharias.

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