Campaña de incendios

Los bomberos recopilan información para predecir los aún "desconocidos" incendios extremos

A día de hoy siguen existiendo incógnitas alrededor de estos fuegos de comportamiento errático que dependen en gran medida de las condiciones atmosféricas

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Incendio en Santa Coloma de Queralt

Incendio en Santa Coloma de Queralt / Lorena Sopena

Guillem Costa

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Los incendios extremos o de sexta generación ya han afectado a la región mediterránea y a otras zonas del mundo. Se han observado en España, Grecia, Portugal, Chile o Canadá. Hasta la fecha, lo más parecido a este tipo de fuego que han abordado los bomberos de la Generalitat de Catalunya fue el incendio de Santa Coloma de Queralt de 2021.

Sin embargo, el GRAF (Grup de Recolzament d'Actuacions Forestals) de los bomberos sigue investigando para conocer al detalle este tipo de fuegos tan "desconocidos" y que serán cada vez más habituales ante las actuales condiciones climáticas. A día de hoy, este grupo especializado (tampoco otros en el mundo) todavía no tiene la suficiente tecnología como para predecir este tipo de incendios. Sí se conocen algunas de las condiciones que facilitan su ignición, pero aún es difícil entender cómo se comportan.

En algunos casos, los incendios extremos generan un pirocúmulo (nube de fuego) que se llega a acoplar con la atmósfera. Este fenómeno actúa como un motor aéreo que convierte el incendio en incierto. El fuego puede coger grandes velocidades, de hasta 15 kilómetros por hora, y "caer" en puntos lejanos, algo que complica la propagación.

Altas temperaturas

Hoy por hoy, el GRAF ya ha estudiado algunas condiciones atmosféricas que pueden causar que un fuego evolucione y pase a ser un incendio extremo. Se sabe que las altas temperaturas y la elevada radiación solar en la atmófera son algunos de los elementos claves. A causa de la crisis climática, esta situación se está dando más en los últimos años.

"Podemos saber si un día tiene potencial para uno de estos incendios, pero aún no podemos predecir ni cuándo ni dónde ocurrirán", detalla uno de los responsables del GRAF. Lo que sí tienen claro desde el cuerpo de bomberos es que, en caso de que un incendio sea extremo, se debe trabajar con un escenario de máximos. Es decir, es clave imaginar la peor situación posible, puesto que, en cuestión de minutos u horas, el devenir del incendio puede dar un vuelco.

Tanto puede ocurrir que el fuego "se estire" y avance a gran velocidad como que "caiga" generando otros focos. En un incendio extremo, el radio de propagación es mucho mayor que en cualquier otro: puede alcanzar los 20 kilómetros.

Confinar o evacuar

Ante esta posibilidad, pueden darse situaciones, explican los bomberos, en las que sea mejor dejar de actuar durante un tiempo y observar cómo evoluciona el fuego en un perímetro determinado. Los bomberos de la Generalitat apuestan por comunicar siempre qué plan siguen a la hora de abordar un incendio.

Otro aspecto clave de este tipo de fenómenos es la dificultad para evacuar a las personas que se pueden ver afectadas. Por esta razón, muy amenudo la opción es proponer confinamientos dentro de las casas (cerrando ventanas y puertas), ya que es más seguro que realizar una evacuación. Para llevarlo a cabo, es esencial que la gente confíe en la gestión de los bomberos y siga las instrucciones que recibe.

Cabe recordar que, en los incendios forestales, el problema principal es la emergencia y la protección de las personas. ¿El fuego no supone, entonces, ningún problema para la biodiversidad y medio ambiente? En la mayoría de casos, no. Tanto Protección Civil como los bomberos destacan la importancia de salvaguardar las urbanizaciones y las viviendas con masa forestal cercana.

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