El Gobierno autoriza las obras para cargar agua desalinizada en barcos desde Sagunt pese a las últimas lluvias

Las lluvias han dado aire a los embalses de Catalunya y Andalucía y la situación no tiene nada que ver con la emergencia hídrica de principios de año. Además, en el caso de las cuencas internas catalanas, el Govern (ahora en funciones) decidió renunciar al agua trasladada en barcos y optar por construir una desalinizadora flotanteen el puerto de Barcelona.

Esta solución temporal, que debe estar lista este 2024, es la apuesta del Departament d'Acció Climàtica para hacer frente a nuevas emergencias en caso de que la sequía empeore de nuevo en otoño o en 2025 (tras las últimas precipitaciones, ya se ha comunicado que no habrá nuevas restricciones durante lo que queda de año).

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Sin embargo, el Gobierno, parte implicada en el plan inicial para trasladar agua en barcos, se ha inclinado por continuar con el plan de adaptación de la desalinizadora de Sagunt para que pueda cargar agua en barcos. Los dirigentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico son conscientes de que a día de hoy ninguna región mediterránea tiene esta necesidad. Sin embargo, consideran que es importante tenerlo todo preparado por si en un futuro se repite un escenario de emergencia tan grave como el acaecido durante los últimos meses.

Las obras se realizarán por la vía de emergencia en menos de un mes y costarán 3,5 millones de euros

Según ha sabido EL PERIÓDICO, ya está aprobado el documento que autoriza la ejecución de las obras, por un importe de 3,5 millones, que se realizarán en un plazo inferior a un mes, por la vía de emergencia. En concreto, se adecuarán las conducciones para que se pueda trasladar agua desde la desalinizadora de Sagunt, que ahora no está suministrando agua a la localidad ni a ninguna empresa, a la espera de la futura fábrica de baterías, hasta el puerto de la misma ciudad.

La empresa que se encargará de estos trabajos la seleccionará la Dirección General de Agua, puesto que se trata de una obra de emergencia. La decisión ya se ha comunicado al Consejo de Ministros y está pensada para reaccionar a cualquier situación futura que ponga en riesgo el abastecimiento, aunque hoy por hoy no se trate de una urgencia.

La desalinizadora flotante de Barcelona, pendiente de la firma del contrato con Abengoa

El ministerio se ha decantado por aprobar esta resolución porque considera que el panorama no deja de ser preocupante, pese a las lluvias. En algunas demarcaciones de Andalucía (Guadalete y Barbate), la alerta por sequía sigue activada, mientras que la mayor parte de habitantes de las cuencas internas de Catalunya se encuentran en fase de excepcionalidad, el semáforo previo a la emergencia.

Una solución a mano

Por lo tanto, si deja de llover y vuelve la escasez, podría volver a ser necesario activar un plan para abastecer a la población con agua cargada en buques. Es cierto que la Conselleria d'Acció Climàtica ha subrayado que prefiere recurrir a la futura desalinizadora portátil, pero también es una realidad que la Generalitat ya había anunciado un acuerdo con el ministerio para pagar a medias el transporte del agua en barcos. La idea era que el Gobierno sufragase la producción de agua en Sagunt y el ejecutivo catalán su traslado marítimo. Finalmente, Catalunya renunció a esta solución.

Las elecciones del 12-M cambian el panorama y habrá un nuevo Govern. Mientras, como ya adelantó el Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en una entrevista a este medio, el Gobierno quiere tener la desalinizadora de Sagunt conectada con el puerto para poder enviar agua a Málaga, Palma de Mallorca, Barcelona o a cualquier otro lugar del mediterráneo donde se requiera en caso de una crisis hídrica extrema. Por esta razón, se autorizan las obras por la vía de emergencia.

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