Asaltos a las vías en Catalunya

La red ferroviaria de Rodalies: sin cámaras de videovigilancia y de fácil acceso

Solo hay grabación de imágenes en las estaciones y entrar no es complicado, pero hay que saber muy bien lo que se hace para robar cobre porque el entorno es extremadamente peligroso

Los ladrones de cobre evolucionan hacia bandas organizadas y con golpes más planificados

DIRECTO | Información al minuto sobre el estado de Rodalies en Catalunya

Trenes parados en Montcada-Bifurcació

Trenes parados en Montcada-Bifurcació / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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Sea o no sea un sabotaje, vigilen o no vigilen los Mossos las vías y su entorno, puede que más de uno llegue a la conclusión de que es muy sencillo robar cables de cobre en la red ferroviaria de Rodalies. No lo es, porque sustraer este material es extremadamente peligroso, pues la carga eléctrica llega a los 3.000 voltios, una muerte segura a no ser que se disponga de las herramientas, el calzado y los elementos de protección adecuados y uno sepa lo que hace, como eliminar la alimentación eléctrica antes de perpetrar el robo. Otra cosa muy distinta es el acceso. Eso sí es más coser y cantar, puesto que entrar en una línea es fácil y solo hay cámaras de vigilancia en las estaciones. ¿Justifica esto las cifras de asaltos de este tipo en Catalunya? Ese es otro debate.

Un tren de la R3, en la estación de Granollers-Canovelles

Un tren de la R3, en la estación de Granollers-Canovelles / Jordi Cotrina

Basta con recordar el desgraciado accidente de septiembre de 2023, cuando cuatro jóvenes murieron al cruzar las vías de la R3 a la altura de Montmeló, arrollados por un tren que iba a 110 km/h. El maquinista no tuvo tiempo de reaccionar. Tan normal era cruzar las vías por ese punto, que, como sucede en muchos otros lugares, incluso existía un encaminamiento para pasar al otro lado. Iban a un festival de música y tenían entre 19 y 22 años. No lo sabían porque no eran de la zona, pero a escasos 200 metros disponían de un paso subterráneo.

¿Vallar o no vallar?

Este diario ya abrió entonces la reflexión sobre la necesidad, o no, de vallar la red ferroviaria. La tesis se explica observando lo que pasa con los coches: las autopistas sí están cercadas, no así las carreteras secundarias. Lo mismo aplica para los trenes, con la alta velocidad cerrada y los convencionales, accesibles. Y aunque suene insuficiente, sucede aquí y en la mayoría de países europeos. Entre otras razones, además de la parte económica, porque así se mantienen ciertos corredores naturales para la fauna. Aunque la tendencia, como se está viendo con los tramos que se están desdoblando en la R3, es instalar vallas donde haya planificada una reforma que permita incluir este elemento de separación. Se hará, por ejemplo, en la zona del atropello múltiple de Montmeló.

A día de hoy, la práctica totalidad de la red de Rodalies está sin segregar. La R8, explican los maquinistas consultados por este diario, es la que más elementos de protección tiene. En lo que a ellos compete, lo que hacen, aseguran, es "tirar de experiencia y sentido común". En aquellos tramos en los que saben que se encontrarán personas cruzando, aminoran la velocidad aunque ninguna señal les obligue a ello.

Mientras en Rodalies apenas hay vallas, en FGC la mayoría de tramos de las líneas metropolitanas tienen protecciones laterales de seguridad

Sucede en el Garraf (R2) con la gente que quiere llegar a cala Morisca, o en Balenyà-Tona-Seva (R3), estación en la que no paran los directos y pasan a 100 km/h. "Ni locos vamos a esa velocidad porque hay un paso de goma sobre las vías y sabemos que siempre hay gente en medio". O sea, que la red puede ser insegura, pero también hay mucha gente imprudente.

Sustitución de cableado en el enclavamiento de Montcada-Bifurcació, este lunes

Sustitución de cableado en el enclavamiento quemado de Montcada-Bifurcació, este lunes / Manu Mitru

Veamos qué sucede en Ferrocarrils de la Generalitat. Explica un portavoz de este operador público que la gran mayoría de los tramos de las líneas metropolitanas "disponen de vallas laterales de seguridad con el objetivo de delimitar las vías y la infraestructura". Además, en tramos concretos y pasos superiores, FGC ha reforzado el entorno "con placas antivandálicas de entre dos y tres metros de altura específicas para impedir el lanzamiento de piedras y otros objetos". Este año se colocarán en 50 puntos de los dos ramales.

Coincidencias

En lo que sí coinciden ambos operadores es en la ausencia de cámaras de seguridad en la red ferroviaria. El punto en el que se produjo el robo de cobre junto a Montcada-Bifurcació, carece de videovigilancia, con lo que no hay imágenes directas que, entre otras cosas, permitan desempatar el duelo entre Gobierno y Generalitat sobre los verdaderos motivos del asalto que hizo saltar por los aires toda la red ferroviaria.

El pasado enero, Renfe informó de que ya se han instalado sistemas inteligentes de videovigilancia en más de 190 estaciones de Cercanías de toda España. La idea es terminar el año con 415 instalaciones, de manera que en 2026 se llegue a 600 terminales de todo el Estado. Pero más allá de las estaciones, que sea lo que Dios quiera.

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