Prisiones catalanas

La Síndica alerta del número de contenciones mecánicas en las cárceles: aumentan un 55% en dos años

En 2023 se practicaron 930 medidas de este tipo, por 586 en 2021

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Una enfermera accede al módulo de enfermería de la prisión de Brians 1, en Sant Esteve Sesrovires.

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EFE

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La Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas, ha alertado este miércoles del elevado número de contenciones mecánicas en las cárceles catalanas, que en 2023 fueron un total de 930, una cifra sensiblemente inferior a las 960 del año anterior.

La Síndica de Greuges, y el adjunto general, Jaume Saura, han entregado a la presidenta del Parlament, Anna Erra, el 'Informe del Mecanismo Catalán para la Prevención de la Tortura' correspondiente al año 2023.

El estudio, que recoge datos de 2022 en relación con la contención mecánica, subraya el elevado número de este tipo de medidas coercitivas aplicadas para inmovilizar a reclusos, que pasaron de 586 el año anterior a 960. Aunque el documento no incluye los datos de 2023 en esta materia, el año pasado se llevaron a cabo un total de 930, según fuentes del organismo.

Motivos reglamentarios, no de salud

La Sindicatura destaca en el informe que del total de actuaciones de este tipo llevadas a cabo en 2022, 631 se desarrollaron por motivos relacionados con el reglamento, no médicos, algo que está lejos del objetivo de cero contenciones mecánicas. En este contexto, la Sindicatura ha destacado que los medios coercitivos contra reclusos solo deben aplicarse cuando no haya otra medida menos lesiva.

El informe también incluye un estudio monográfico sobre el trabajo productivo en el ámbito penitenciario, una herramienta que la Sindicatura considera que es fundamental para la reinserción.

3,68 euros por hora

Los datos demuestran que el grado de empleo es bastante elevado en los centros penitenciarios catalanes -el 79% de las mujeres y el 60% de los hombres trabajan- y que las condiciones laborales son adecuadas.

Sin embargo, en muchos centros hay lista de espera para acceder a los talleres, porque no hay suficiente oferta de puestos de trabajo, y la mayoría de empleos que desarrollan los presos son poco calificados, fácilmente reemplazables por máquinas.

El documento también destaca que los salarios son bajos y no tienen como referencia el salario mínimo interprofesional (SMI). La retribución por hora cotizada media es de 3,68 euros, muy por debajo del SMI, que es de 7,88, y los importes mensuales resultantes son claramente insuficientes para que los internos puedan responsabilizarse de las cargas familiares, tal y como prevé la Ley orgánica general penitenciaria.

Mujeres: condenas cortas y salud precaria

El informe también constata que el perfil de las mujeres que ingresan en la cárcel es el de personas que cumplen condenas muy cortas y que tienen un estado de salud muy deteriorado. Sobre esta última cuestión, la Síndica ha indicado que este tipo de condenas tiene efectos negativos y escasa eficacia desde el punto de vista de la reinserción.

En cuanto a los centros educativos de justicia juvenil, la Sindicatura ha recordado la necesidad de que estos equipamientos sean más reducidos, puesto que eso mejora la efectividad para asegurar la atención individualizada de los internos.