Psicología

¿Cómo evitar llorar? Esto puedes hacer para aplazarlo

En nuestra regulación emocional nos preocupa el cómo evitar llorar

Un hombre llora desconsolado: ¿cómo evitar llorar?

Un hombre llora desconsolado: ¿cómo evitar llorar? / 123RF

Ángel Rull

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A menudo, nos preguntamos cómo evitar llorar cuando es una función biológica inherente y una expresión de nuestras emociones más profundas. Sin embargo, en ciertas circunstancias, es posible manejar y controlar la necesidad de llorar. Esto no significa reprimir nuestras emociones, sino encontrar formas de canalizarlas adecuadamente para poder manejarlas en el momento y lugar apropiados.

La psicología ha desarrollado múltiples técnicas para la regulación emocional, que pueden ser útiles para evitar el llanto. Estas técnicas incluyen la reestructuración cognitiva, que implica cambiar la forma en que interpretamos una situación, y la atención plena, que nos ayuda a mantenernos presentes y conscientes de nuestras emociones sin dejarnos abrumar por ellas.

¿En qué momentos es bueno aplazarlo?

Aplazar el llanto puede ser beneficioso en situaciones en las que necesitamos mantener la compostura o la profesionalidad. Identificar estos momentos y saber cómo evitar llorar puede ser clave para mantener nuestra imagen y eficiencia en diferentes contextos.

En el ámbito laboral, mantener la profesionalidad es crucial. Llorar durante una reunión importante, una entrevista de trabajo o una presentación puede ser percibido como una falta de control emocional, lo que podría afectar nuestra imagen profesional. En estos casos, aplazar el llanto puede ayudarnos a mantener la calma y la claridad necesarias para comunicar nuestros puntos de manera efectiva.

Durante discursos, ceremonias o actos públicos, mantener la compostura es esencial. Llorar en estos momentos puede desviar la atención del mensaje que intentamos transmitir y puede hacer que la audiencia se enfoque más en nuestra reacción emocional que en el contenido de nuestro discurso. Por lo tanto, aprender a aplazar el llanto puede ser una herramienta útil para mantener la atención y la efectividad de nuestra comunicación.

En momentos de emergencia o crisis, es vital actuar de manera rápida y eficiente. El llanto puede nublar nuestro juicio y dificultar la toma de decisiones claras y efectivas. Aplazar el llanto en estas situaciones nos permite mantener la concentración y enfocarnos en resolver la crisis de manera adecuada. Una vez que la situación se haya estabilizado, es importante encontrar un momento seguro y privado para procesar nuestras emociones y permitirnos llorar si lo necesitamos.

¿Qué ocurre si lo aplazamos siempre?

Evitar el llanto de manera constante y sistemática puede tener consecuencias negativas para nuestra salud emocional y física. Reprimir nuestras emociones puede llevar a una acumulación de estrés y otros problemas de salud, por lo que es esencial encontrar un equilibrio.

No liberar las emociones puede incrementar los niveles de estrés y ansiedad, afectando nuestra salud mental y física. El cuerpo y la mente necesitan procesar las emociones, y el llanto es una forma natural de hacerlo. Si constantemente evitamos llorar, podemos estar creando una acumulación de tensión que eventualmente podría manifestarse de formas más perjudiciales.

La tensión emocional no resuelta puede manifestarse en problemas físicos como dolores de cabeza, problemas digestivos y trastornos del sueño. Además, la falta de expresión emocional puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad. Es fundamental encontrar un equilibrio entre manejar nuestras emociones en momentos inconvenientes y permitirnos procesarlas en entornos adecuados.

No expresar nuestras emociones puede afectar nuestras relaciones personales, ya que la falta de comunicación emocional puede generar malentendidos y conflictos. Las relaciones saludables se basan en la honestidad y la comunicación abierta, y reprimir nuestras emociones puede llevar a una desconexión emocional con las personas que nos rodean. Permitirnos llorar y expresar nuestras emociones de manera adecuada es esencial para mantener relaciones fuertes y saludables.

Trucos para evitar llorar y aplazarlo

Existen también herramientas cotidianas que podemos emplear para manejar nuestras emociones en momentos difíciles. Desde ejercicios de respiración hasta pequeños trucos mentales, aprender a controlar el llanto puede ser una habilidad valiosa en nuestra vida diaria. Sin embargo, es importante recordar que estas técnicas no deben ser usadas para reprimir sistemáticamente nuestras emociones, sino para manejarlas de manera más efectiva en contextos específicos.

Estos trucos nos dicen cómo evitar llorar:

1. Respiración profunda

La respiración profunda y consciente puede ayudarnos a calmar el sistema nervioso y reducir la intensidad de las emociones. Inhalar profundamente por la nariz, mantener el aire unos segundos y exhalar lentamente puede ser una técnica efectiva para recuperar la compostura.

2. Enfocar la atención en otro punto

Desviar la atención de la emoción que provoca el llanto puede ayudar. Enfocarse en un objeto cercano, contar hacia atrás desde 100 o intentar resolver un problema matemático simple son maneras de distraer la mente y calmar las emociones.

3. Técnicas de anclaje

El anclaje es una técnica de programación neurolingüística que implica asociar una acción física con un estado emocional calmado. Tocarse ligeramente el lóbulo de la oreja o presionar suavemente el pulgar contra el índice pueden ser gestos que, con práctica, pueden inducir un estado de tranquilidad.

4. Beber agua fría

Tomar un sorbo de agua fría puede ser una forma rápida de cambiar el enfoque y calmar la respuesta emocional. El acto de beber agua y la sensación de frescura pueden interrumpir el impulso de llorar.

5. Relajación muscular progresiva

Esta técnica implica tensar y luego relajar distintos grupos musculares del cuerpo, comenzando por los pies y avanzando hacia la cabeza. Al hacerlo, se puede reducir la tensión física y emocional, ayudando a evitar el llanto.

6. Visualización positiva

Imaginar un lugar tranquilo y seguro puede ser útil. Visualizar un paisaje que nos calme, como una playa o un bosque, puede trasladar nuestra mente a un estado de paz, reduciendo la urgencia de llorar.

7. Autodiálogo positivo

Hablar con uno mismo de manera calmada y positiva puede ser muy efectivo. Frases como “Estoy bien, puedo manejar esto” o “Puedo esperar hasta que esté en un lugar más privado” pueden proporcionar el apoyo emocional necesario para evitar llorar en el momento.

Como vemos, evitar llorar es posible en determinadas situaciones mediante el uso de diversas estrategias. No obstante, es crucial encontrar un momento adecuado para expresar nuestras emociones y no reprimirlas constantemente, ya que esto puede tener efectos adversos en nuestra salud emocional y física. El equilibrio entre el manejo temporal de nuestras emociones y la expresión saludable de las mismas es la clave para un bienestar integral. Permitirnos sentir y procesar nuestras emociones, en un entorno adecuado, es fundamental para mantener nuestra salud mental y emocional a largo plazo.

* Ángel Rull, psicólogo.