Análisis

Con los serenos empezó todo: los hitos de seguridad en Santa Coloma que auparon a Parlon a consellera de Interior

La hasta ahora alcaldesa ha dado estos años un volantazo a la narrativa en este ámbito local que marca su rumbo en el nuevo 'Govern Illa'

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El 'president' Illa nombra a la hasta ahora alcaldesa Núria Parlon nueva 'consellera' de Interior de la Generalitat.

El 'president' Illa nombra a la hasta ahora alcaldesa Núria Parlon nueva 'consellera' de Interior de la Generalitat. / Marc Font / ACN

Manuel Arenas

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En la carrera política de Núria Parlon, flamante consellera de Interior del Govern de Salvador Illa, hubo un antes y un después desde que el PSC la nombró secretaria de Políticas de Seguridad en diciembre del 2021. En aquel momento, y con el mismo ímpetu que desde entonces ha empleado en todos sus actos en Santa Coloma de Gramenet, el nuevo president de la Generalitat se deshizo en elogios con la alcaldesa y su capacidad para gestionar la seguridad y perfilar la narrativa en este delicado ámbito tan influyente en la opinión pública, como prueba la gran mayoría de barómetros municipales.

Casi tres años después, el nombramiento de la edil como máxima responsable de la seguridad en Catalunya representa un colofón, por supuesto avalado por tres mayorías absolutas con las mejores cuotas de voto socialista —por encima del 50%— entre las grandes ciudades catalanas. Un broche a una etapa caracterizada por diversos hitos por los que el 'laboratorio' de Santa Coloma de Gramenet permite explicar las preocupaciones y la estrategia en torno a la seguridad de la nueva consellera de Interior.

Hasta el mandato 2019-2023, la inseguridad fue un enorme elefante en la habitación de Santa Coloma de Gramenet. A la alcaldesa la perturbaba la rumorología en las redes sociales de una ciudad a la que históricamente, como a otras urbes periféricas con rentas bajas y profundas necesidades sociales como Sant Adrià de Besòs o Badalona, ha lastrado el estigma mediático. El Ayuntamiento no sólo no cogía las riendas comunicativas del relato sobre seguridad sino que directamente lo eludía cual tabú. Mientras el sindicato policial CSIF tensaba la cuerda de la plantilla de la Policía Local, un grupúsculo de vecinos enrabietados llegó a flirtear en redes sociales con la idea de montar patrullas vecinales. Y el desaguisado lo aprovechaba como quien pasaba por ahí el Ciudadanos de Dimas Gragera, cuyo discurso sobre inseguridad calaba precisamente en 'puntos calientes' de la ciudad como los barrios de Fondo o Santa Rosa.

En este contexto, ya desde el 2019 pero especialmente desde el 2021, Parlon dio un volantazo estratégico a la narrativa de la seguridad en Santa Coloma que a la postre arroja una conclusión palmaria: los 'incendios' sobre inseguridad en la ciudad fueron sofocándose. Estos son los cinco hitos de la seguridad en Santa Coloma durante los últimos años que han marcado el rumbo de la nueva consellera de Interior.

Con los serenos empezó todo

Con los serenos empezó todo

Unos meses antes de las municipales del 2019, Parlon puso en marcha en Santa Coloma un novedoso servicio de serenos (agentes cívicos nocturnos) que supuso el punto de inflexión que marcaría el inicio de su nueva estrategia comunicativa sobre seguridad. Era una medida creativa, a priori situada entre lo anacrónico y lo excéntrico, que sin duda llevaba el sello personal de atrevimiento de la alcaldesa. Algún sindicato policial llegó incluso a criticar la iniciativa por su potencial invasión de competencias policiales. Cuatro años después, la realidad: los balances del consistorio son positivos; no han trascendido anomalías en el servicio; las críticas sindicales han desaparecido; y otros grandes ayuntamientos socialistas (Cornellà o Mataró, por ejemplo) han copiado el modelo colomense de agentes cívicos nocturnos. Y lo más objetivable: el único indicador consolidado sobre percepción de seguridad en el área metropolitana de Barcelona, el que trabaja la 'Enquesta de Victimització' del Institut Metròpoli, determina que la nota que los colomenses dan al nivel de seguridad en su ciudad ha mejorado más de medio punto en los últimos tres años (de un 5,29 en 2020 a un 5,94 en 2023), situándose Santa Coloma por delante de Barcelona, Badalona o L'Hospitalet de Llobregat en materia de percepción de seguridad. En cuanto a criminalidad estrictamente, Santa Coloma estuvo durante el pasado 2023 entre las grandes ciudades catalanas donde descendió la actividad delictiva según los balances que publica el Ministerio de Interior.

La 'Omega colomense'

La 'Omega colomense'

El segundo hito sobre seguridad que impulsó Parlon en Santa Coloma ocurrió un año después de ganar las municipales del 2019. En julio del 2020, el Ayuntamiento presentó la Unitat de Suport i Intervenció Ràpida (USIR) de la Policía Local, una dotación policial "especializada en la prevención y represión de la delincuencia". Conceptualmente, y con la salvedad de que contaría con la mitad de agentes, el equipo policial remitía a la polémica 'Unidad Omega' de Albiol en Badalona, recientemente refundada. Sin ir más lejos, el propio Albiol ha felicitado a la nueva consellera de Interior asumiendo haber coincidido con ella "en muchas cosas" y afirmando haberse sentido "cómodo" colaborando. Pasados unos años, la USIR efectivamente se ha acabado especializando en desocupaciones de inmuebles (534 en cuatro años y medio), probablemente el flanco comunicativo sobre seguridad al que más han atacado las cuentas en redes sociales tanto del consistorio como de la alcaldesa. En la puesta de largo de la USIR, Parlon ya hizo una declaración de intenciones que daba cuenta del cambio de rumbo: "La seguridad es tan importante como la salud o la educación", apuntaló, un axioma que los últimos años han suscrito tantos otros alcaldes socialistas de la región metropolitana de Barcelona, desde Marín (ahora Quirós) en L'Hospitalet hasta Bote en Mataró pasando por Farrés en Sabadell o Balmón en Cornellà.

Una 'macrocomisaría' como metáfora de cómo cuidar a la Policía Local

Una 'macrocomisaría' como metáfora de cómo cuidar a la Policía Local

Si algo le recomienda un buen jefe de gabinete a un alcalde cuando asume el cargo es que tenga contenta a la Policía Local y sus correspondientes sindicatos, los cuales alcanzan cotas de poder insospechables en algunas ciudades. Lo comprobó Núria Marín en L'Hospitalet, donde las protestas policiales llegaron a interrumpir plenos municipales a finales del pasado mandato; o todos los alcaldes que han pasado por Badalona, donde la 'guerra' entre sindicatos policiales hace muchos años que dura. Esta máxima la ha tenido especialmente clara Parlon durante los últimos años. Un ejemplo: la nueva consellera de Interior nombró jefe de la USIR al sargento Iván Nogales, otrora azote del consistorio como delegado local del beligerante sindicato CSIF, que quedó descabezado tras su incorporación. Otro ejemplo: lleva también la impronta de Parlon el proyecto de la nueva 'macrocomisaría' de la Policía Local de 12 millones de euros, perfecta metáfora de la inversión de alcaldesa en recursos para sus efectivos policiales. "Tenemos un reto: que nuestra policía sea la mejor del área metropolitana y, por qué no, de toda España", rubricó la edil en la presentación de la nueva instalación policial.

El liderazgo del mensaje en redes sociales

El liderazgo del mensaje en redes sociales

Aunque quizás sea menos palpable, la gran metamorfosis en torno a la seguridad de Santa Coloma es a todas luces la del relato comunicativo. Hasta que el PSC nombró a Parlon secretaria de Políticas de Seguridad, el Ayuntamiento apenas se pronunciaba sobre hechos delictivos, ni siquiera cuando podían hacer referencia a logros de la Policía Local. Desde entonces, las publicaciones en redes sociales tanto de la alcaldesa como de la administración local cambiaron radicalmente, pasando de esquivar cualquier cuestión sobre seguridad a convertirla en protagonista de los diferentes perfiles, muy especialmente en Instagram. Esta tendencia también se ha hecho efectiva en otros grandes ayuntamientos socialistas como L'Hospitalet, Mataró o Sabadell. Años atrás, la alcaldesa había hecho evidente por activa y por pasiva su particular cruzada contra las redes sociales, cuyo océano de bulos y amplificación de los rumores en grupos ciudadanos la perturbaban. En su momento, el Ayuntamiento había llegado incluso a participar de una curiosa figura digital, el 'Sr. Topo', un responsable municipal encargado de dar respuesta a las quejas ciudadanas en los grupos vecinales de Facebook. También llegaron a haber reuniones de gestión entre responsables locales y administradores de estos grupos —todavía activos, como ha explicado este diario—, donde incluso surgieron grupúsculos de vecinos enrabietados que flirtearon con la posibilidad de crear patrullas vecinales que actuaran contra la inseguridad, un escenario que no hizo ninguna gracia a Parlon.

La 'OPA' al Ciudadanos de Dimas Gragera

La 'OPA' al Ciudadanos de Dimas Gragera

El último movimiento en cuanto al relato de la seguridad colomense de Parlon tuvo lugar después de las últimas elecciones municipales, cuando ya ni siquiera lo necesitaba para ratificar su incuestionable mayoría absoluta. Se basó, pura y llanamente, en lanzar una 'OPA' a Ciudadanos y fichar para el gobierno municipal a Dimas Gragera y Salva Tovar, los dos concejales que conservaron los naranjas en su particular 'aldea gala' colomense. Teniendo en cuenta la decadencia naranja a nivel nacional, el movimiento tuvo una evidente lectura local específicamente vinculada al discurso sobre la seguridad. Gragera había logrado los últimos años una marca personal que sumaba incluso más que la de Ciudadanos en 'puntos calientes' de la ciudad donde el partido había enfatizado las necesidades de seguridad, como los barrios de Fondo o Santa Rosa. Con su incorporación al Gobierno municipal, Parlon logró muscular más si cabe —Ciudadanos obtuvo 3.000 votos en las municipales del 2023— su ejecutivo y, de paso, poner fin a las críticas de un líder local, Gragera, que épicamente había conseguido mantener unos pocos miles de fieles en plena debacle naranja.

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