Día del suicidio

Solo el 23% de las personas que se suicidan han sido atendidas por un especialista de salud mental

Sanidad presenta las líneas maestras del futuro Plan contra el suicidio, que prevé incidir en la soledad no deseada, sobre todo de mayores en zonas rurales, los jóvenes y la población LGTBI

Suicidios en Catalunya bajaron un 2% en 2023, la primera reducción en una década

Pintada sobre el suicidio en Alicante.

Pintada sobre el suicidio en Alicante. / EPE

Patricia Martín

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Con motivo del Día Mundial del Suicidio, que se celebra el 10 de septiembre, el Ministerio de Sanidad ha presentado este lunes las líneas maestras del futuro Plan de Prevención del Suicidio 2025-2027, cuya puesta en marcha es una de las principales reivindicaciones de los afectados. Las muertes voluntarias bajaron en España un 6,5% en 2023, el primer descenso a en cinco años, pero aun así fueron casi 4.000 (en concreto 3.952), lo que supone casi 11 al día.

El suicidio es un problema social de primera magnitud, al que el sistema sanitario no da una respuesta adecuada, dado que solo el 23% de las personas que se quitan la vida han sido atendidos previamente por un especialista en salud mental y el porcentaje baja al 19% si se tiene en cuenta los que tienen en mente la ideación suicida. Esta problemática entronca con la escasez de psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública.

Y el suicidio no sólo afecta a esas casi 4.000 personas al año que se quitan la vida, sino también a las personas que lo intentan (que han aumentado un 118% respecto al 2018, sobre todo entre jóvenes) y a sus familiares y su entorno. Frente a ello, la mayoría de las comunidades autónomas disponen de planes específicos de prevención y el Ministerio de Sanidad puso en marcha el teléfono 024 y está enfrascado en la aprobación del Plan nacional.

Dicha estrategia, según ha subrayado la ministra de Sanidad, Mónica García, aborda el suicidio desde sus "causas multifactoriales" y los determinantes sociales que influyen. "La desigualdad, el desempleo, la soledad, la vivienda, todo ello agudiza el sufrimiento [...], hace que sea insostenible el dolor y eleva el riesgo de suicidio". Ante ello, uno de las pilares del plan será poner en marcha medidas preventivas en "situaciones de especial vulnerabilidad".

La soledad

Por ejemplo, los datos indican que la tasa de suicidios es mayor en personas a partir de 80 años. Ante ello, se pondrá especial atención a las zonas rurales y aisladas, así como a promover iniciativas para evitar la soledad no deseada. Asimismo, la tasa es 3,5 veces mayor en el colectivo LGTBI, por lo que la estrategia también propondrá medidas preventivas en este ámbito.

También preocupan los suicidios entre los jóvenes. El secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, ha puesto el acento en el siguiente dato: aunque los suicidios se producen sobre todo entre hombres (2.952 hombres y 1.275 mujeres), los intentos son más altos entre mujeres, con un peso "relevante" de las niñas y adolescentes. Así, en 2023 se produjeron 735 casos de llamadas de féminas entre 11 y 15 años al servicio de información toxicológica -ante intoxicaciones o exposiciones a sustancias tóxicas que ponen en peligro la salud-, frente a 140 consultas telefónicas de varones. Las llamadas de preadolescentes mujeres han descendido un 35% pero, aun así, según ha destacado Olmedo, son "relevantes" dado su corta edad.

Los medicamentos

Este servicio de consulta recibió en 2023 un total de 5.000 llamadas, la mayoría por intoxicaciones provocadas por medicamentos (el 85%) y de ellas el 82% por ingesta de psicofármacos, lo cual "está relacionado con la facilidad de acceso" a estos tratamientos, según ha destacado el secretario de Estado de Justicia.

A este respecto, la ministra de Sanidad ha indicado que el Plan de Prevención contemplará la reducción en la prescripción de este tipo de medicamentos para evitar el abuso que demuestran las estadísticas.

Asimismo, la estrategia contemplará mejoras en el acceso a los servicios de atención a la salud mental, con la previsión de dotar de fondos a las comunidades, que son quienes tienen la competencia en la atención sanitaria. También prevé mejorar la coordinación con todos los actores: las fuerzas de seguridad, los servicios de emergencia, los equipos de salud mental, etc. Y crear un observatorio para la prevención, que abunde en la obtención de datos y su análisis por parte de especialistas.