Plan contra el calor

Salut extremará este verano el control del mosquito tigre para frenar virus tropicales como el dengue y el zika

La conselleria también vigilará el mosquito común, que transmite el virus del Nilo Occidental

Catalunya vigilará la inminente llegada del mosquito tigre para prevenir casos de dengue

MULTIMEDIA | Las enfermedades que trae el cambio climático

Imagen de archivo de un mosquito.

Imagen de archivo de un mosquito. / PIXABAY

Beatriz Pérez

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La Conselleria de Salut pondrá especial foco este año en el control del mosquito tigre, vector de enfermedades tropicales como el dengue, la chikungunya o el zika. También vigilará el mosquito común, que transmite el virus del Nilo Occidental. Los viajes y la globalización favorecen que una persona se contagie de una determinada enfermedad e infecte a otra mediante la picadura de un mosquito. Infecciones como estas y otras, que se transmiten mediante mosquitos o garrapatas, están estrictamente ligadas al clima.

El departamento ha presentado este miércoles el 'Pla operatiu per prevenir els efectes de la calor sobre la salut (POCS)', cuya primera fase ya arrancó el pasado 1 de junio (el año pasado lo hizo 15 días antes, a mediados de mayo) y estará vigente hasta el 30 de septiembre. La fase dos de este plan se activa cuando el calor es "intenso" o cuando es "muy intenso". En este último caso, se procede a la activación y coordinación de los recursos de emergencia. Este plan supone una inversión de ocho millones de euros. En 2023, se produjeron en Catalunya tres muertes asociadas a las altas temperaturas.

El objetivo de este plan es proteger fundamentalmente a las personas con más riesgo. Este colectivo son, según Salut, las personas mayores de 75 años con algún tipo de fragilidad (como la dependencia) o con enfermedades crónicas (como respiratorias o cardiovasculares), las cuales corren un riesgo "muy alto" y "alto" respectivamente, según Salut. Los mayores de 75 años sin factores de riesgo, los menores de 75 con alguna enfermedad crónica o los recién nacidos corren un riesgo bajo.

Más calor por el cambio climático

Como ha explicado este miércoles la secretaria de Salut Pública, Carmen Cabezas, en el verano de 2023 se registró un aumento de las temperaturas durante julio que se intensificó aún más la última semana de agosto, algo que fue producto de los efectos del cambio climático. Este incremento fue menor, no obstante, que el del verano de 2022.

Así, Salut, en colaboración con diferentes entidades y departamentos de la Generalitat, realizó actuaciones dirigidas a la difusión del plan y de las alertas. La conselleria también propuso una clasificación del riesgo de la población (la descrita anteriormente) utilizando diferentes variables del ámbito de la salud y sociales. "En términos generales se observó [en 2023] una disminución importante de la mortalidad atribuible a las temperaturas extremas con respecto al año anterior", recoge el documento del departamento.

Según la doctora Cabezas, Salut activa las alertas por calor siempre a raíz de la información aportada por el Meteocat, con quien trabaja en estrecha colaboración. Ha recordado que este plan de olas de calor se remonta al año 2004, activado tras "la gran ola de calor de 2003". Sus objetivos son tres: predecir las posibles situaciones meteorológicas de riesgo por calor, minimizar los efectos negativos del calor intenso y coordinar las medidas y los recursos para hacer frente al posible calor intenso o muy intenso.

Recomendaciones de salud

Salut recomienda a la población beber agua a menudo aunque no se tenga sed, evitar salir al exterior durante las horas de máximo calor ("ya no es de 14 a 16 horas, sino de 10 a 18 horas", ha precisado Cabezas), permanecer en espacios climatizados, tener cuidado con los niños y las personas mayores, llevar ropa ligera y gorra o sombrero y aplicar protector solar.

Salut también advierte del aumento de los viajeros entre Catalunya y las zonas endémicas de enfermedades como el dengue, la chikungunya, el zika o el virus del Nilo Occidental. Existe, advierte el departamento, un "aumento" a escala mundial de las arbovirosis, que son enfermedades víricas que se transmiten a través de la picadura de un mosquito.

Aun así, como precisó hace semanas la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB), la sequía redujo, el año pasado, a la mitad la actividad del mosquito tigre en Barcelona. Las altas temperaturas, producto de la crisis climática, conllevan por un lado cambios en la estacionalidad de los mosquitos. La temporada se avanza y en ocasiones se alarga. Pero, por otro, la actividad de los mismos se reduce, pues necesitan agua para sobrevivir.

Control de mosquitos

2023 fue el año con menos precipitaciones desde que hay registros y el segundo más caluroso. "Eso hizo que en la vía pública, donde hay menos agua, se redujeran los mosquitos. En las propiedades privadas, donde hay jardines y piscinas, sí hay proliferación", explicaba a este diario Tomàs Montalvo, responsable del Programa de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas de la ASPB.

Pese a ello, controlar la actividad de estos insectos es clave, sobre todo en una época como el verano, cuando se producen muchos viajes y se pueden importar enfermedades de otros países. Un ejemplo es el dengue, enfermedad vírica que se transmite a través de la picadura de un mosquito tigre ('Aedes albopictus') o de un mosquito de la fiebre amarilla ('Aedes aegypti'). El síntoma más común del dengue es la fiebre junto a las náuseas, vómitos, sarpullidos o dolores. Antes el dengue era una infección tropical exótica, pero ya hay casos de dengue autóctono, una consecuencia directa del cambio climático, como explican los médicos.