Salud cutánea
Cómo evitar quemaduras de sol en la cara
5 consejos para preparar la piel para el verano
Remedios caseros para las quemaduras provocadas por el sol
Qué hacer para combatir las manchas que provoca el sol
La cara es una de las partes de nuestro cuerpo más expuesta a los rayos UV y al mismo tiempo, una de las grandes olvidadas cuando nos aplicamos la crema solar que nos protege del sol. Es habitual que aparezcan quemaduras en esta zona, que pueden provocar enfermedades cutáneas graves como el cáncer de piel.
Para evitar complicaciones en nuestra salud a corto y largo plazo, es importante defendernos del sol desde un primer momento, utilizando la protección necesaria y siguiendo los siguientes cinco consejos básicos que te ayudarán a lograr un bronceado saludable y a prevenir posibles manchas en la piel.
Mejor aliado: protector facial
El primer 'tip' imprescindible es usar un protector solar específico para el rostro que contenga un SPF suficientemente alto (recomendable 30 o 50). Aplícate diariamente una capa de protector en la cara y también en el cuello, incluso en aquellos días nublados.
Échate la crema solar 20 o 30 minutos antes de salir de casa para que la piel lo absorba, debes hacerlo de de manera uniforme y poniéndote una cantidad generosa en toda la zona que estará expuesta al sol: incluyendo la nariz, las orejas, el cuello y los labios. Si vas a la piscina o a la playa, no te olvides de aplicarlo de nuevo cada dos horas y después de bañarte.
Exposiciones progresivas
Para que la exposición al sol sea saludable y no suponga un riesgo para tu salud, empieza haciéndolo paulatinamente, y 'despacito' como dijo Luis Fonsi en el verano de 2017. Los 2 o 3 primeros días, cuando la piel aún tiene resaca de invierno y no está preparada para entrar en contacto con el sol, comienza con exposiciones cortas de 5 o 10 minutos y, ve aumentando progresivamente 5 minutos cada día.
Evitar las horas prohibidas
Los protectores solares no protegen al 100% de las radiaciones UV, por eso tenemos que procurar incluir en nuestra rutina veraniega otras actividades que nos protejan del sol. Una de ellas es evitar la exposición en las horas centrales del día. De 12 de la mañana a las 5 de la tarde los expertos no aconsejan tomar el sol, porque la temperatura corporal puede superar los 40 grados y se incrementa el peligro de deshidratación.
Complementos: gafas o sombrero
El cáncer de piel suele producirse en las zonas más sensibles al sol, como en el rostro. Por este motivo, es recomendable usar gafas de sol y un sombrero para protegernos. El sombrero que escojas debe cubrir suficiente la zona de la cara, incluyendo las olvidadas orejas.
Hidratación y vitamina C
Cuanto más hidratada tengas la piel, menos propensa será a los efectos nocivos del sol. Cuídate también por dentro, bebiendo al menos dos litros de agua al día, y por fuera, con cremas y productos específicos que contengan ácido hialurónico en su fórmula.
Al mismo tiempo, es importante que cuides tu dieta. Aumentar la ingesta de frutas y verduras ricas en antioxidantes, que contengan betacarotenos y vitamina C como las fresas y el kiwi, las zanahorias o la calabaza y los tomates, el calabacín o los espárragos.
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