Mudanzas entre Sabadell y Terrassa, las cocapitales rivales del Vallès: "¡Cuidado, una traidora!"

De ‘mala raça’ o ‘de mala pell’ son los vecinos de Terrassa y de Sabadell, según el refranero local. Este estereotipo ha alimentado la rivalidad histórica entre las dos cocapitales del Vallès Occidental (Sabadell y Terrassa), la única comarca de Catalunya con capitalidad compartida. Hoy en día, especialmente entre los más jóvenes y en los círculos culturales, se defiende con fervor ser de la ciudad de Oleguer Presas o Xavier Hernández. Ambos municipios, aunque aparentemente muy similares, poseen una identidad propia. Sin embargo, las biografías particulares llevan a empadronados de ambos municipios a mudarse a la localidad opuesta, lo que les conlleva comentarios y bromas de todo tipo.

Según los datos del Anuario Estadístico de Terrassa, en 2023 la ciudad recibió a 585 nuevos vecinos provenientes de Sabadell. La cocapital se encuentra únicamente por detrás de Barcelona, que recibió a 1.337 residentes de la capital catalana. Por otro lado, en el mismo año de Terrassa se mudaron a Sabadell 501 personas, lo que deja un saldo positivo de 84 personas en Terrassa.

El saldo migratorio, es decir, el balance de los traslados de una ciudad a la otra, es bastante equilibrado. Desde hace años, de hecho. De acuerdo con los datos proporcionados por el consistorio egarense a este diario, el flujo migratorio ha sido muy similar en la última década, con cifras que varían entre 430 y 600 personas (a mucho estirar), a pesar de la rivalidad histórica que aún pervive.

Iván Ruiz (28 años), vecino de Sabadell, se mudó a Terrassa en 2023. “Llevaba ocho años formando parte de una ‘Colla de Diables’ en Terrassa y establecí muchas relaciones a través de la cultura popular de la ciudad, algo que no sucedió en Sabadell”. Tras integrarse en la cultura egarense, forjó una relación de pareja que lo llevó a mudarse a la ciudad vecina, aunque constantemente recibe comentarios en tono irónico como “¡Cuidado, que es de Sabadell!”.

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Vivienda (un poco) más asequible

Noemí Carrasco (35 años), otra vecina de Sabadell que se mudó a Terrassa, explica que los precios de la vivienda la impulsaron a trasladarse a la ciudad vecina: “Son muy similares y tienen patrones parecidos, pero en ese momento (hace unos diez años) había una diferencia notable en los alquileres”. Añade que, al buscar piso, vio que su única alternativa era cambiar de ciudad, aunque su familia y su trabajo continúan en Sabadell.

Los precios del alquiler son uno de los motivos que esgrime el Ayuntamiento de Terrassa al explicar el flujo continuado entre ambas ciudades: “Oficialmente, no disponemos de un estudio detallado sobre las razones objetivas de estos movimientos, pero se supone que está relacionado con el precio ofrecido y, especialmente, con la disponibilidad de vivienda”, explican a EL PERIÓDICO. Por su parte, fuentes municipales del Ayuntamiento de Sabadell consideran que “la apuesta por una ciudad con una buena oferta cultural, atractiva para las familias y con un fuerte dinamismo económico” son factores que pueden explicar los flujos de llegada.

El precio medio de compra en Terrassa es ligeramente inferior al de Sabadell. En cuanto a la oferta de vivienda en alquiler, esta es muy escasa en Sabadell y ronda, según el Incasòl (contratos registrados), los 703,94 euros al mes. En cambio la media en Terrassa está alrededor de los 650,53 euros mensuales.

Trabajo y transporte

Sin embargo, es incontestable que la migración es bidireccional. A lo largo de la última década ha habido años en los que la cifra de entradas ha sido prácticamente igual a la de salidas. Por ejemplo, en 2014 (529 entradas - 519 salidas), en 2016 (520 entradas - 539 salidas) o en 2022 (585 entradas - 502 salidas). Las cifras demuestran que en Sabadell se empadronan anualmente alrededor de medio millar de vecinos provenientes de Terrassa. Es el caso de Miquel Ullà (32 años), quien explica que se mudó a Sabadell por motivos laborales y por la mejor conexión con el transporte público: “Me contrataron en una empresa con sede en Sabadell y, por motivos logísticos familiares, decidimos mudarnos ese mismo año, en 2022”.

"Primero habría que conectar las ciudades del Vallès entre ellas y luego con Barcelona"

Ullà también valora positivamente la conexión de Sabadell con el transporte público, ya que para ir desde Sabadell a Barcelona se necesita un billete de dos zonas, mientras que para desplazarse de Terrassa a la capital catalana se requiere un billete de tres zonas. Sin embargo, Ullà explica que “siempre que digo que soy de Terrassa, surge un comentario como ‘¡Cuidado, una traidora!’, en tono de broma sana”. Ullà explica que “en ninguno de los casos se planteó ir a vivir fuera del Vallès Occidental, tanto por los “precios de los alquileres”, como por la “identidad propia” que conservan ambas ciudades.