CATALUÑA

Sumar afronta nuevas tensiones internas por el pacto fiscal con ERC y deja en vilo la mayoría para que salga adelante

Izquierda Unida se opone al nuevo modelo para Cataluña y advierte de que amenaza la "solidaridad interterritorial"

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz / Diego Radamés - Europa Press

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Las tensiones internas arrecian en Sumar por el acuerdo de investidura sellado por PSOE y ERC para dotar de un nuevo sistema fiscal a Cataluña, que saldría del régimen común y crearía una Agencia Tributaria propia. Después de que Compromís y Chunta Aragonesista se mostrasen críticos con este planteamiento en un primer momento, ahora las voces discordantes llegan desde el mismísimo núcleo duro de Yolanda Díaz y se extienden a Izquierda Unida y Más Madrid. Los esfuerzos de Sumar por cerrar filas en torno a este acuerdo se han demostrado infructuosos, y lo cierto es que el socio minoritario de Gobierno no puede garantizar a día de hoy el apoyo de sus 27 diputados al nuevo modelo catalán, que necesitaría de una mayoría en el Congreso para materalizarse. Una mayoría que a día de no está ni mucho menos asegurada.

El candidato socialista a presidir la Generalitat, Salvador Illa, ha garantizado a ERC el cumplimiento íntegro del acuerdo para asegurar su apoyo, pero la realidad es que los números comprometen la cesión real de la soberanía fiscal a Cataluña . El documento sellado entre el PSOE y el partido republicano recogía la creación de una "hacienda catalana" y establecía la capacidad de Cataluña de recaudar y liquidar impuestos. Para ello debería reformarse la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades Autónomas (LOFCA), y necesitaría todos los votos del llamado bloque de investidura.

Pero amplios sectores de Sumar, tanto en partidos de la coalición como en la propia formación de Díaz, ya han avanzado que no permitirán una reforma en ese sentido, y que sólo contemplan una reforma del sistema de financiación que implique al resto de territorios, y no sólo a Cataluña. Una propuesta que choca de plano con el documento firmado por socialistas y republicanos [consultar aquí], que asegura que "no se trata de reformar el sistema de financiación común, sino de cambiarlo sobre un nuevo paradigma basado en la singularidad y la bilateralidad".

Algunas fuentes parlamentarias de Sumar asumen que el nuevo sistema para Cataluña no saldrá adelante y consideran que el acuerdo se ha planteado como "una puerta de salida" para que "ERC pueda dar el Gobierno a Illa", más que como un objetivo que pueda verdaderamente materializarse: "Con la aritmética parlamentaria que hay, esto no va a salir".

Íñigo Errejón, Yolanda Díaz y Grande Marlaska en una sesión parlamentaria.

Íñigo Errejón, Yolanda Díaz y Grande Marlaska en una sesión parlamentaria. / JOSÉ LUIS ROCA

La realidad es que la mayoría de formaciones integradas en la coalición de izquierdas han mostrado su rechazo al acuerdo, pese a los intentos de Yolanda Díaz y su partido por blindar el pacto, que permite a su facción catalana, los Comunes, ser determinantes para la gobernabilidad, aunque permitirán a Illa gobernar en solitario. En un comunicado publicado el viernes noche, después de que ERC ratificara el acuerdo, Sumar lo celebró como una "oportunidad" para una mayor "federalización del Estado". Unas horas antes, Yolanda Díaz había asegurado en RNE que el acuerdo catalán como algo "muy positivo para el país".

Rechazo de IU, Compromís y CHA

Pero la realidad es que las voces no son unánimes ni siquiera dentro de la formación. Este mismo martes su portavoz económico, Carlos Martín Urriza, miembro de la ejecutiva y del núcleo duro de Yolanda Díaz, se mostró en contra de la posición de su propio partido y se mostró muy crítico con el nuevo sistema fiscal para Cataluña. Unas críticas que difundieron también el líder de IU, Antonio Maíllo, y Tesh Sidi, la única diputada de Más Madrid, un partido que hasta ahora ha evitado pronunciarse sobre las implicaciones del pacto catalán.

En la coalición de izquierdas, que tiene 27 diputados, hay más formaciones en contra del acuerdo que a favor. El que más beligerante se mostró desde el primer momento fue el partido valencianista de Compromís, que tiene dos diputados en el Congreso y que ya avanzó su rechazo a esa reforma si no incluía también una reforma de la financiación para la Comunidad Valenciana. Chunta Aragonesista, con un diputado, hizo lo propio. El partido madrileño de Mónica García ha mantenido cierta ambigüedad, aunque en las últimas horas su única diputada se ha alineado con las críticas hacia el acuerdo.

Sin embargo, la posición más relevante es la de IU, el principal partido estatal de la coalición de izquierdas que también ha rechazado el pacto por romper el sistema de solidaridad. El partido liderado por Maíllo, que tiene cinco diputados y un importante peso en Andalucía, emitió un camunicado este mismo martes insistiendo en sus "discrepancias" sobre el nuevo sistema fiscal para Cataluña, que a su juicio "haría imposible cualquier mecanismo de compensación con los territorios que menos ingresan”, y “llevaría a un sistema territorial confederal carente de mecanismos de solidaridad interterritorial”. Izquierda Unida pedía una reforma fiscal para todos los territorios y se mostraba "en contra de la aplicación del criterio de ‘ordinalidad’ incluido en el acuerdo entre ERC y el PSC", por tratarse de un "criterio contrario al principio de equidad, al sostener que la comunidad que más recaude per cápita tendrá que ser la que más reciba per cápita”.

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en la Asamblea Federal en que fue elegido, el pasado 19 de mayo.

El coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en la Asamblea Federal en que fue elegido, el pasado 19 de mayo. / EFE

A favor del pacto PSOE-ERC, sólo está el diputado de Més per Mallorca, los seis diputados de los Comunes, que han sellado otro pacto con el PSC para investir a Salvador Illa, y -al menos sobre el papel- Movimiento Sumar, aunque no está claro que sus 11 diputados refrendasen unánimemenete la medida, llegado el caso.

Diferencias en la ejecutiva de Sumar

Las costuras se han tensado en las últimas horas en el partido fundado por Díaz, desués de que este lunes Sumar difundiera en sus canales oficiales un artículo del diputado de los Comunes Gerardo Pisarello. El dirigente apuntaba a que el acuerdo abría "un nuevo tiempo para la democratización territorial". Un día después de que Sumar hiciera suyos estos argumentos, llegaron las críticas por parte del responsable económico de Sumar y miembro de su ejecutiva, Carlos Martín Urriza, quien fuera fichaje estrella de Yolanda Díaz en las generales de hace un año y el actual encargado de negociar en nombre de Sumar los Presupuestos con el ala socialista del Gobierno.

Carlos Martín Urriza y Ernest Urtasun, este lunes en la rueda de prensa de Sumar.

Carlos Martín Urriza y Ernest Urtasun, en una rueda de prensa de Sumar. / EFE

El dirigente, que es también diputado en el Congreso, advirtió este martes de los riesgos de la propuesta fiscal para Cataluña, que supondría "el primer paso serio en la demolición del sistema actual" y "conduciría a un sistema menos redistributivo de la renta y la riqueza, y a una deuda pública estatal menos sostenible". En un artículo publicado en eldiario.es, pide una "profunda reforma fiscal" y argumenta que "no necesitamos soluciones singulares sino generales" y advirtiendo de que el pacto implica "limitar la redistribución" y es "contrario al principio de equidad", puesto que los más ricos tendrían "más servicios públicos", frente al actual sistema, que "reparte los recursos para asegurar que se recibe el mismo nivel de servicios públicos independientemente de dónde se viva". 

El economista también señalaba el impacto económico que tendría este sistema en caso de implementarse, puesto que la "pérdida de autonomía fiscal del Estado" afectaría directamente a "la capacidad del Estado para endeudarse y sostener la deuda", en un momento de serias dificultades para sostener la hucha de las pensiones. Aunque País Vasco y Navarra ya tienen conciertos fiscales, Urriza destaca que esto no supone gravedad puesto que suponen el 8% de la renta, "pero si se sumase Cataluña el porcentaje se elevaría la 27%". "La cesión de soberanía fiscal a Cataluña no amplía el estado federal, sino que lo debilita".