Análisis exprés

ERC da el 'sí' a Illa 'vigilando' a Sánchez

Las bases de ERC avalan la investidura de Salvador Illa y abren una nueva etapa en Catalunya

Última hora del pacto PSC- ERC, hoy en directo: resultados de la consulta de ERC para investir a Illa y reacciones

La secretaria general de ERC, Marta Rovira.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira. / Manu Mitru

Júlia Regué

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Salvador Illa acaricia su investidura. El líder del PSC prepara ya al partido para gobernar y estrenar así una nueva etapa que terminará con una década de gobiernos independentistas en Catalunya. La estabilidad del futuro Govern dependerá, precisamente, de ERC o Junts, y del grado de cumplimiento de un acuerdo sujeto a la capacidad de persuasión del PSOE. Y es que el concierto económico que deberá gestionar la Generalitat socialista necesita del concurso de los socios de investidura de Pedro Sánchez y varias autonomías están ya en pie de guerra.

Los movimientos de Sánchez

Para que Illa logre acomodarse en el Palau, Sánchez deberá mover ficha para calmar a los barones del PSOE, ceder a Junts un triunfo político para que no descarrile del pactismo en Madrid, e impulsar una reforma del sistema de financiación que convenza a las autonomías gobernadas por el PP, para tratar de romper el relato de Génova atendiendo las necesidades de cada presidente autonómico.

Sánchez apostó por Illa en 2021, y tienen una relación de plena confianza tras compartir los peores episodios de la pandemia, y el jefe del Gobierno sabe que la presidencia catalana de su exministro de Sanidad es lo que ejemplifica haber impulsado en Catalunya la estrategia que bautizó como la 'desinflamación' del 'procés': mesa de diálogo, indultos y amnistía, para frenar otro referéndum. Ahora toca concierto económico, pero sin cupo, y traspaso de competencias, como las de Rodalies o las pendientes en inmigración, siempre que no implique el control fronterizo, pero todas ellas bajo control el PSC y no del independentismo.

El regreso de Puigdemont

El aval de la militancia de ERC da aire a Illa, pero en la sede socialista se muestran cautelosos para que no se rompa nada hasta que su líder vea en el marcador del hemiciclo del Parlament los 68 votos afirmativos. El silencio de lunes a viernes se verá interrumpido este sábado con una breve intervención en el comité del PSC que permita celebrar el 'sí' republicano (y el de los Comuns), sin romper nada.

Las miradas se centrarán ahora en Carles Puigdemont, y en los planes que reserve para el presidente del Parlament, Josep Rull. Si cumple con su promesa, la próxima semana debería aparecer en Catalunya para asistir al debate de investidura de Illa a riesgo de ser detenido, ya que pesa sobre él una orden de detención nacional porque el Tribunal Supremo considera que no puede aplicarle la amnistía al delito de malversación. La policía le llevaría ante el juez, que decidiría si le decreta prisión provisional hasta que sea juzgado, alegando que sus casi siete años en el extranjero evidencian riesgo de fuga. Para Junts sería una carta contra ERC, Puigdemont encarcelado y sus 20 diputados apoyando a Illa, pero, al no haber una convocatoria electoral cercana, Esquerra tendría margen para sacar partido del acuerdo, exprimiendo el acuerdo económico, y de recomponer unas filas en convulsión que siguen pendientes de un congreso el 30 de noviembre.

Pero Puigdemont puede usar un as en la manga. O, al menos, intentarlo. Y no es otro que la posibilidad de que Rull suspenda el pleno de investidura si el dirigente de Junts es detenido. Socialistas y republicanos no quieren ahondar en esta opción que difunden algunos miembros de JxCat, pero en Esquerra tienen claro que saldrían a solidarizarse con el expresident si ocurriera, sin que se permita al jefe de la Cámara paralizar el Parlament con la idea de llegar al 26 de agosto sin president para que la convocatoria electoral sea automática y Puigdemont se presente a los comicios estando en prisión. La mayoría de PSC, ERC y Comuns en la diputación permanente podría evitarlo.

El duelo Rovira-Junqueras

Si no hay sobresaltos, Aragonès pasará el testigo a Illa, e Illa tratará de no empañar su legado. Más bien lo contrario. Pese a las tensiones que han marcado el Govern de ERC en minoría, tras la ruptura con Junts, han logrado pactar dos presupuestos, y el candidato del PSC se ha comprometido ya a mantener buena parte de su plan de gobierno para alumbrar medidas pendientes como la gratuidad del Infantil 2, las políticas feministas, la red de embajadas catalanas en el exterior o dar al catalán el rango de Departament.

Mientras, la secretaria general, Marta Rovira, respira aliada en su particular duelo con Oriol Junqueras. La militancia ha avalado su negociación, aunque el resultado del 'sí' haya sido ajustado, porque puede vender casi nueve puntos de diferencia entre el 53,5% de votos a favor y el 44,8% que se ha posicionado en contra. Rovira recalcó que el plácet es claro, ante un Junqueras que optó por no mojarse públicamente por el pacto con el PSC, aunque su círculo salió a defenderlo en las redes. Ahora la secretaria general solo necesita que el PSOE le otorgue algún avance antes del 30 de noviembre, cuando se dirimirá el duelo interno en Esquerra.

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