Relaciones Generalitat-Estado

La quita del FLA se interpone en la negociación de la investidura de Salvador Illa

Los republicanos exigen desencallar este acuerdo, junto con los flecos pendientes de Rodalies, antes pactar con el PSC

Gobierno y Generalitat ponen fecha al traspaso de la R1 y desencallan unos 400 millones para Rodalies

El Gobierno pagará 1.000 millones a la Generalitat para saldar las deudas de Rodalies: "Hoy ponemos el contador a cero"

Sánchez cierra el traspaso a Cataluña de la gestión del ingreso mínimo para acercar la investidura de Illa

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al president en funciones, Pere Aragonès.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al president en funciones, Pere Aragonès. / DAVID ZORRAKINO

Quim Bertomeu

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ERC ha convertido en una exigencia central en sus negociaciones sobre la investidura de Salvador Illa que, antes de llegar a cualquier acuerdo con el PSC, el PSOE cumpla con los acuerdos pendientes que tiene con el partido republicano. Son acuerdos que se remontan a negociaciones anteriores, como la de noviembre de 2023 que acabó con la segunda investidura del presidente Pedro Sánchez. Algunos de estos pactos han empezado a desencallarse esta misma semana. El lunes se concretó una inyección de recursos a la Generalitat de más de 1.000 millones de euros y este miércoles Sánchez y el president Pere Aragonès participarán en la firma del traspaso de la gestión del Ingreso Mínimo Vital a la Generalitat, una demanda largamente reivindicada desde Catalunya. Pese a todo, siguen habiendo dos cuestiones pendientes: la quita de 15.000 millones de la deuda que la Generalitat tiene por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el traspaso efectivo del servicio de Rodalies. Son las dos grandes deudas de Sánchez con ERC.

Desde que en 2020 ERC abrió el ciclo de pactos con el PSOE y el PSC, los republicanos han llegado a la conclusión de que lo que más les desgasta no es tanto el hecho en sí mismo de llegar a acuerdos con los socialistas, que ya se ha convertido en algo común, sino lo que les cuesta luego conseguir que se cumplan íntegramente. El traspaso del Ingreso Mínimo Vital es un caso práctico: ERC arrancó a Sánchez este compromiso por primera vez en una negociación presupuestaria en noviembre de 2020 y no se convertirá en una realidad hasta este miércoles, más de tres años después. Es por esto que los republicanos ahora buscan que no se enquisten otros acuerdos pendientes, la quita del FLA y Rodalies, los más importantes.

La quita de la deuda, que asciende a 15.000 millones de euros y supondrá un ahorro para la Generalitat de en torno a 1.300 millones en intereses, se cerró el año pasado como compromiso clave para que ERC diera los votos a la investidura de Sánchez, pero aún no se ha certificado. Fuentes conocedoras de los contactos entre la Generalitat y el Gobierno exponen que no se ha cerrado hasta ahora porque el PSOE quiere vincular esta quita a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Como la tramitación de los de 2024 fracasó, se ha tenido que dejar para los de 2025, que justo ahora han empezado a caminar. A ERC no le queda otra que aceptar la demora, pero quiere que en los próximos días haya el "compromiso explícito" socialista de que tras el verano, cuando toque presentar las cuentas, sí será una realidad.

La otra gran carpeta pendiente es el traspaso efectivo del servicio de Rodalies para que pase a gestionarlo la Generalitat. Ha habido avances parciales, pero la arquitectura legal de esta operación es compleja. El Ejecutivo catalán y el Gobierno han puesto fecha al traspaso de la línea R1 --enero de 2025-- y de la R3 y R2 --finales de 2025--, pero aún quedan varios obstáculos por superar. Además, tampoco hay concreciones sobre cuándo estará lista la empresa pública de gestión mixta --que presidirá la Generalitat-- que deberá sustituir a Renfe para prestar el servicio. Las dos partes sostienen que se están dando "los primeros pasos", pero aún faltan casi todos los detalles por desvelar.

Estos son los dos grandes acuerdos pendientes que en su día firmaron el PSOE y ERC, aunque hay otros secundarios que siguen pendientes de perfilar. Por ejemplo, la exigencia de ERC de dar continuidad a la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno en la que seguir abordando el "conflicto político" y la eventual celebración de un referéndum. Esta cuestión tiene más difícil solución, ya que ERC dejará próximamente la presidencia del Govern y, por lo tanto, esto obligará a repensar este órgano de negociación.

Lo que sí se ha cumplido

Aunque los republicanos pongan el foco en lo que hay pendiente de cumplir, también reconocen que los socialistas sí han ejecutado otros acuerdos que también se suscribieron en el pasado. Paradójicamente, los más significativos son los que a priori parecían más polémicos porque tenían que ver con el 'procés' y no con la gestión del día a día de la Generalitat. "En el ámbito de la negociación del conflicto político sí que hemos visto resultados muy evidentes y, ciertamente, efectivos", admite una voz autorizada de ERC. Se refiere a los indultos, aprobados en junio de 2021, la eliminación del delito de sedición --otoño de 2022-- y la amnistía, en la primavera pasada.

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