El Govern desvincula la visita de Sánchez de un pacto de investidura: "No es un encuentro para negociar quién será el próximo president de la Generalitat"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazará mañana a Barcelona para mantener una reunión con el president en funciones, Pere Aragonès, en plena recta final de las negociaciones entre ERC y PSC para la posible investidura de Salvador Illa. Los republicanos, que ya trasladaron que esperaban cerrar un preacuerdo antes de agosto con los socialistas, encaran una semana decisiva en la que los acercamientos con los de Illa están siendo más que evidentes.

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Si el pasado lunes Gobierno y Generalitat se reunieron en el marco de la comisión mixta de asuntos económicos y fiscales Estado-Generalitat para cerrar dos de los compromisos pendientes que los republicanos le exigieron al Ejecutivo central antes de avanzar en nuevas ententes para la investidura de Illa - una inyección de 1.000 millones de euros para la mejora del servicio de Rodalies y una de 150 millones anuales destinado a un fondo de investigación-, este miércoles Sánchez y Aragonès sellarán la tercera carpeta pendiente: el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV).

A nadie se le escapa el contexto político que acompaña esta visita, pero este martes desde el Govern han intentado desmarcar que la reunión tenga que ver con un posible pacto de investidura y lo han atribuido al asunto del IMV. "No es un encuentro para negociar quién será el próximo president de la Generalitat", ha matizado Patrícia Paja, portavoz del Govern, quien ha asegurado en una rueda de prensa que el encuentro buscará "hacer un repaso de los acuerdos que quedan pendientes por cerrar" y "cobrar todo aquello que le toca a los ciudadanos catalanes".

"Coincidencia temporal"

Si bien la negociación singular será uno de los asuntos que se esperan abordar en la reunión, Paja ha dejado claro que no se hará en un contexto de negociaciones, pese a que se trata de una de las líneas rojas impuestas por ERC para investir al líder del PSC. Estas declaraciones chocan con la petición de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, quien pidió hace unos días una reunión "de alto nivel" con Sánchez para abordar la financiación de Catalunya. Sobre este asunto, desde el Govern consideran que la visita es una "coincidencia temporal", que no evitará que ambos jefes del ejecutivo "hablen del contexto" político actual.

Rovira pide a Sánchez una reunión "de alto nivel" para abordar la financiación de Catalunya

Desde el Palau de la Generalitat han insistido en que Aragonès no forma parte del equipo negociador de ERC y, por tanto, su prioridad como president en funciones y en el contexto de la reunión del miércoles será "seguir arrancando y consiguiendo acuerdos". Entre ellos, ha trasladado Paja, Aragonès pondrá encima de la mesa la aplicación de la ley de amnistía para debatir "en qué punto está" y reivindicar la "necesidad de que se aplique para todos los casos", después de que el Tribunal Supremo rechazara que Carles Puigdemont se pudiera acoger a la medida de gracia.

Tres de las cuatro carpetas cerradas

De los cuatro asuntos pendientes que ERC reclamaba a los socialistas para seguir avanzando en las negociaciones de una eventual presidencia de Illa -que está condicionada a pactar una financiación singular-, el PSOE ha logrado en menos de tres días cerrar tres de los acuerdos. Dos el lunes en la comisión de asuntos mixtos; y el tercero lo hará el miércoles, tras la reunión entre presidentes.

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Si bien queda todavía una cuarta carpeta -la condonación de la deuda de la Generalitat con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)-, el ritmo de los avances ha sido inaudito, teniendo en cuenta que se trata de cuestiones que llevaban al menos ocho meses pendientes de resolverse. Concretamente, desde noviembre de 2023, cuando se firmó el pacto por el que ERC cedía sus votos a la investidura de Sánchez.

Traspaso del IMV

Mañana se hará efectivo el traspaso del IMV, algo que se pactó por primera vez a cambio de la abstención de los republicanos a la prórroga del estado de alarma durante la pandemia en mayo de 2020 y que ha sido durante años una de las reivindicaciones del Govern al Estado.

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Si bien a finales de febrero se cerró el convenio entre el Govern y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para transferir este ingreso a la Generalitat, Paja ha comunicado que la firma que pondrá "punto y final" a este traspaso y por el que se hará "efectivo definitivamente", se sellará mañana tras la reunión con ambos presidentes y con la presencia del 'conseller' de Derechos Sociales, Carles Campuzano, y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno, Elma Saiz.

La Generalitat demanda asumir esta competencia para poder unificar el IMV -ahora concedido por el Estado- y la Renta Garantizada de la Ciudadanía (RGC), gestionada por la Generalitat. En la actualidad, las personas vulnerables deben pedir primero el IMV y, en caso de que se rechace la solicitud, pueden optar a la RGC a través de un nuevo trámite. La intención del Govern para asumir ambas prestaciones es facilitar las solicitudes y encaminar la gestión hacia un modelo de "ventanilla única".