Investidura de Salvador Illa

PSC y ERC negocian que la Generalitat entre en la gestión del aeropuerto de Barcelona

Los republicanos quieren que la administración catalana tenga una voz preponderante en El Prat e Illa mantiene su apuesta por la ampliación pese al rechazo de los Comuns

PSC, ERC y Comuns admiten que la negociación avanza y que el pacto de investidura de Illa es posible

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El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament

El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament / ZOWY VOETEN

Sara González
Quim Bertomeu
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Dijo Salvador Illa en el pleno en el que se activó la cuenta atrás para convocar elecciones que trabajaría "sin prisa pero sin pausa" para amarrar los apoyos de ERC y de los Comuns necesarios para convertirse en president. Y que lo haría sabiendo que tendrá que ser "generoso". A la espera de que se concrete de la mano del Gobierno hasta dónde puede llegar la oferta de financiación, las negociaciones se abren paso en otros frentes no menores, como en el de las infraestructuras. Socialistas y republicanos abordan, según ha podido saber EL PERIÓDICO, la gestión del aeropuerto de Barcelona-El Prat, en la que ERC defiende que participe el Govern como en el caso del puerto; así como su proyecto de ampliación, que topa con la oposición rotunda de los Comuns.

Que El Prat pueda sumar más vuelos intercontinentales es para Illa un pilar de su apuesta para la "internacionalización" de la economía catalana. Así lo ha defendido hasta ahora y así lo recoge también el programa electoral del PSC de las elecciones del 12 de mayo, en el que se recupera la inversión de 1.704 millones de euros para convertirlo en un "hub internacional". Fuentes socialistas aseguran que no va a caer de su agenda esta promesa, aunque admiten que tendrán que encontrar un encaje con los republicanos, que hasta ahora se han opuesto a una ampliación que pase por alargar la tercera pista.

Más allá de la ampliación

En todo caso, lo más atractivo para ERC es la gestión del aeropuerto. Fuentes conocedoras de las conversaciones admiten que sobre la mesa está que la Generalitat pueda participar de la toma de decisiones con un modelo similar al que existe en el Puerto de Barcelona. Esa es la clave que viene defendiendo el president Aragonès durante todo el mandato: el futuro del aeropuerto no tiene que pasar solo sobre ampliación sí o ampliación no, sino sobre todo alrededor de quien lo gestiona.

Su petición siempre ha sido que la Generalitat tenga un papel preponderante. No niega que participen otras administraciones -como el Estado o el Ayuntamiento de El Prat- pero exige que la voz del Govern sea capital para una gestión de "proximidad" y "no centralizada". "Estamos debatiendo sobre esta propuesta", asegura una voz conocedora de los contactos.

Lograr esta demanda, que comparten ampliamente sectores económicos y sociales de Catalunya, permitiría también a los republicanos que su salida de la Generalitat fuera algo menos traumática. Dejar el sillón de presidente tras solo tres años en el cargo no es fácil, pero si fuera amarrando la gestión catalana de El Prat sería una forma agridulce de irse. Una despedida con mejor sabor: ERC se iría reivindicando haber podido 'acercar' el aeropuerto a los intereses de Catalunya. Los republicanos también tienen una propuesta sobre la ampliación de la infraestructura. No quieren una nueva pista ni afectar las lagunas, sino cambiar los usos de las pistas actuales para poder aumentar el tráfico aéreo en verano. Eso, consideran, hace compatible la demanda de dar mayor operatividad al aeropuerto sin afectar al medio ambiente.

La discrepancia con los Comuns

En todo caso, los socialistas son conscientes de que en la carpeta de infraestructuras será difícil encontrar un término medio con el grupo que preside Jéssica Albiach. "Esto no lo podemos tocar", aseguran. Por boca del ministro de Transportes, Óscar Puente, el Gobierno de Pedro Sánchez ha prometido "desbloquear" la inversión para la ampliación si Illa logra ser presidente. Justamente porque se trata de un melón espinoso, PSC y Comuns han dejado la negociación sobre las infraestructuras para el final.

Si el antagonismo sobre el aeropuerto es irresoluble, más allá de "pactar la discrepancia" sobre el asunto, el partido de Albiach entiende que Illa tendrá que ceder con el Hard Rock y con la B-40, dos asuntos que fueron acordados entre el PSC y ERC en el pacto de presupuestos. Fuentes socialistas admiten que tienen cintura y que hay fórmulas para apaciguar la discordia ante el proyecto del Hard Rock, pese a que tampoco consideran que los Comuns puedan forzar mucho la máquina después de haber salido debilitados de unas elecciones que se precipitaron por este complejo de ocio. En todo caso, abren la puerta a recuperar el impuesto del 55%, en lugar del 10%, a los casinos.

Aunque haya defendido el Hard Rock, el PSC no tiene mayor simpatía por el macroproyecto que el de apoyar a los alcaldes de la zona de Vila-seca y Salou que ven en él una oportunidad para crear ocupación y una vía para desestacionalizar el turismo. Con el aeropuerto es otro cantar, al mismo tiempo que tampoco será fácil el acuerdo sobre el llamado Cuarto Cinturón, que los socialistas defienden que llegue hasta La Roca del Vallès y cuyo trazado entre Sabadell y Terrassa está pactado con ERC. Los Comuns

Mesa específica sobre vivienda

Así pues, los Comuns deberán convivir, en caso de alcanzar un pacto con el PSC, con uno de los proyectos que han ubicado en las antípodas de las políticas de sostenibilidad y transición ecológica que abanderan. Más aún tras el debate abierto sobre la masificación turística que hace tiempo que tratan de capitalizar en Barcelona. De hecho, podría ser este uno de los motivos de peso a la hora de apostar por quedarse fuera del Govern, decisión que, aseguran, tomarán con el retrato final de todo lo acordado sobre la mesa y que, en todo caso, quedará en manos de la militancia.

El grupo de Albiach tiene una mesa principal de interlocución con el PSC, pero han creado otra específica sobre vivienda en la que participan personas expertas más allá de los miembros de los equipos negociadores. Es en esta materia donde los Comuns aspiran a arrancar los principales logros del pacto.

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