Crisis en ERC

El viceconseller Sabrià dimite por los carteles de Maragall y se marcha cargando contra Junqueras

Niega ningún vínculo con la polémica y se considera víctima de la guerra interna en el partido

El pulso Rovira-Junqueras se agrava con acusaciones mutuas por los carteles de Maragall

La autoría de los carteles contra Maragall ahonda en la crisis de ERC y pone a Sabrià en el foco

Sergi Sabrià, el 'fontanero' de Aragonès que se peleó con Junqueras

Sergi Sabrià en la rueda de prensa en la que ha anunciado su dimisión.

Sergi Sabrià en la rueda de prensa en la que ha anunciado su dimisión. / Kike Rincón / Europa Press

Quim Bertomeu

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La polémica por los carteles que se burlaban del alzhéimer del expresident Pasqual Maragall y que salieron de dentro de ERC se ha cobrado la primera víctima política. El viceconseller del Govern, Sergi Sabrià, ha anunciado este jueves su dimisión, pese a que ha negado haber tenido cualquier vínculo con la iniciativa. En una comparecencia desde la sede del partido ha esgrimido que se va para evitar que se utilice su nombre para "embarrar" a la organización. "No soy culpable de nada. Me voy porque creo que es la mejor aportación que puedo hacer ahora al proyecto", ha dicho.

Sabrià se considera una víctima de la guerra interna que ha estallado en ERC por el control del partido y que enfrenta a dos facciones, una liderada por la secretaria general, Marta Rovira, y otra por el exlíder del partido, Oriol Junqueras. Él está adscrito al sector 'rovirista' y considera que el sector 'junquerista' ha querido vincularle falsamente a la polémica de los carteles para cobrarse su cabeza. En un momento de su intervención, se ha dirigido así al otro bando: "Ahora ya tienen lo que querían [su dimisión]. Les pido que no hagan más daño a la organización".

La guerra interna en ERC es ya es tan indisimulable que el hasta la fecha viceconseller y mano derecha del president Pere Aragonès en la Generalitat, ha reconocido que no habla largo y tendido con Junqueras desde la noche electoral de las elecciones generales de julio de 2023. De eso hace casi un año y demuestra que las tensiones internas en Esquerra vienen de lejos, pese a que a no afloraran públicamente hasta la derrota electoral en las elecciones catalanas del 12 de mayo de este año.

Hay a quien no le importa ni el partido, ni la militancia, ni la ciudadanía, ni el país, sino el deseo personal de controlar la organización y hacérsela a medida

Sergi Sabrià

— Viceconseller del Govern

Sabrià ha cargado duramente contra Junqueras en más de una ocasión, acusándole de ser el responsable de estas tensiones. "Hay a quien no le importa ni el partido, ni la militancia, ni la ciudadanía, ni el país sino el deseo personal de controlar la organización y hacérsela a medida", ha concluido, ante la atenta mirada del propio Maragall y de una comitiva de cargos del Govern y del partido.

En el foco

La polémica por los carteles de Maragall, unos hechos que ocurrieron en el marco de las elecciones municipales de 2023, ha estallado esta semana con una investigación periodística que ha revelado que los carteles salieron desde dentro de ERC como una operación de falsa bandera. Es decir, se pretendía crear polémica para que el hermano del expresident, el entonces candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona Ernest Maragall, ganara notoriedad pública ante su pérdida de terreno en las encuestas.

Uno de los nombres que se han vinculado a los hechos ha sido el de Sabrià, que en el pasado fue responsable de comunicación y estrategia del partido. La investigación no le hace responsable de los carteles, pero sostiene que hace meses que conocía que era una iniciativa que había salido de ERC y que, además, estuvo en contacto con el militante raso que luego confesó los hechos.

Sabrià ha asegurado una y otra vez que no tuvo nada que ver, que solo fue "el bombero" que trató de apagar el fuego que provocaron "otros". Es decir, que ante el problema que se generó cuando se descubrió que era una acción que venía de dentro del partido, trató de mediar para solucionarlo. "Yo nunca aprobé ni aprobaría nunca una cuestión como la de los carteles del alzhéimer", ha insistido.

Señalan al exdirector de comunicación

Sabrià y el 'rovirismo' no solo tratan de quedar exonerados de la controversia, sino que señalan a un culpable por la decisión de los carteles: el exdirector de comunicación del partido, Tolo Moya, que está adscrito al sector de Junqueras. Aseguran que fue el 'padre' de la idea. Aunque Sabrià no ha mencionado explícitamente a Moya, ha dado a entender que su único papel fue intentar sacar a Moya del problema cuando se descubrió. "Intenté echar una mano a quien no ha estado a la altura, a quien no tenía capacidad o que hizo un uso perverso de las herramientas de las que disponía", ha dicho.

Dirigentes de ERC y del Govern han acudido a mostrar su apoyo a Sabrià.

Dirigentes de ERC y del Govern han acudido a mostrar su apoyo a Sabrià. / Quique García / EFE

Moya siempre ha negado que fuera el autor de la iniciativa y, como Sabrià, asegura que también trató de gestionar el incendio cuando el partido supo que los carteles provenían de dentro. Consultado por EL PERIÓDICO, insiste que no tiene "ninguna voluntad de perjudicar a nadie y mucho menos a ERC", pero quiere que se limpie su "honorabilidad y profesionalidad". ¿Quién tiene razón? La comisión de ética del partido está investigando el asunto y deberá tomar una decisión, tomando declaración a los afectados la próxima semana.

La estructura paralela y los mariachis

Al margen de los carteles, la investigación periodística también defiende que existe en ERC una estructura paralela que actúa a la sombra del partido y que hace actos de contracampaña. Es decir, actos para favorecer a ERC sin que lleven la firma de la formación. Los carteles de Maragall tenían que ser uno de ellos pero se salió de madre. Sabrià ha negado la existencia de esta estructura y ha asegurado que, simplemente, el partido tenía "activistas" que les ayudaban con acciones que no llevaran "el logo" de Esquerra. Ha citado como ejemplo el día que aparecieron por la sede de Junts unos mariachis. La idea era añadir algo más de caos e hilaridad en pleno conflicto en este partido sobre si debían romper el Govern con ERC o no.

La marcha de Sabrià deja a Aragonès sin la que ha sido su mano derecha en sus tres años en la Generalitat. Es verdad que, tanto uno como el otro, estaban condenados a dejar sus cargos cuando se invistiera a un nuevo presidente, pero significa que el president recorrerá sus últimos meses en el Palau sin su principal colaborador.