ERC se da un mes para llegar a un preacuerdo de investidura: "No queremos una negociación al límite"

ERC ha comunicado este sábado públicamente al PSC y a Junts que no quiere agotar el plazo de dos meses de negociación para explorar si es posible un acuerdo de investidura para hacer presidente de la Generalitat a Salvador Illa (PSC) o a Carles Puigdemont (Junts). El límite para llegar a un acuerdo y evitar elecciones acaba el 26 de agosto, pero la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, ha anunciado que su partido se da "hasta finales de julio", un mes de plazo, para ver si un "preacuerdo" es posible o no. "No queremos ir a una negociación al límite del tiempo. Esta tendencia de ir al último momento no nos gusta", ha dicho en un discurso ante el consejo nacional del partido. Según ella, en las negociaciones que acaban sobre la bocina los acuerdos "no son buenos".

Los republicanos se dan un mes para explorar si el acuerdo es posible básicamente por dos motivos. El primero es porque, si eventualmente llegan a un pacto, necesitan tiempo para luego debatirlo internamente con la militancia y organizar una consulta para que sean los afiliados quienes, en última instancia, avalen o no el acuerdo. El segundo motivo es que, si no hay fumata blanca ni con el PSC ni con Junts, los republicanos quieren que estos dos partidos tengan un mes de margen para buscar a otros aliados. Rovira ha recordado que hay pactos de investidura alternativos que no pasan por ERC. Son básicamente dos: un pacto entre socialistas y posconvergentes o un pacto del PSC con el PP y Vox. Los dos igualmente complicados e improbables.

Esta tendencia de ir al último momento no nos gusta

Marta Rovira

— Secretaria general de ERC

ERC pone en marcha esta estrategia de presión para alcanzar un acuerdo en un mes porque sabe que, cuanto más se demore la negociación, más presiones recibirá tanto del PSC como de Junts para que tome una decisión. Sin embargo, las palabras de Rovira pueden funcionar como toque de atención a socialistas y a posconvergentes para que se pongan las pilas, pero difícilmente evitarán que la negociación de la investidura acabe siendo al límite. La hemeroteca así lo demuestra. Los últimos tres presidentes de la Generalitat -Puigdemont (2016), Torra (2018) y Aragonès (2021)- se han investido en el último momento. El caso más extremo fue el de Puigdemont, que obtuvo el aval del Parlament solo unas horas antes de que expirara el plazo para volver a elecciones.

La financiación, prioritaria

Rovira ha aprovechado su intervención ante el consejo nacional, el órgano al que acuden los cuadros del partido, para hacer un repaso a las cuatro carpetas que, según ha revelado, tiene la negociación de la investidura: una es sobre el conflicto político catalán, otra sobre la financiación "singular", una tercera sobre la lengua catalana y una cuarta sobre las políticas públicas que tienen que desarrollarse en la próxima legislatura. Los republicanos han designado a un equipo de negociación para cada carpeta.

La secretaria general de ERC ha celebrado que las conversaciones ya han registrado algún avance. Según ella es una buena señal que este viernes el PSC, Junts, ERC, los Comuns y la CUP anunciaran un acuerdo para reformar el reglamento del Parlament para posibilitar el voto delegado y el voto telemático. Un acuerdo que, a la práctica, permite que puedan votar a distancia los diputados de Junts Lluís Puig y Carles Puigdemont. Para Esquerra es un paso más en la lucha "antirepresiva" del independentismo y, por lo tanto, un paso más en la resolución del conflicto.

Pese a estos avances, Rovira también ha querido advertir de que su partido no facilitará la investidura de ningún candidato si no hay acuerdo en el tema de la financiación "singular". Es decir, que si no hay pacto sobre esta cuestión, tampoco lo habrá sobre el resto de carpetas. "O tenemos resultados [sobre financiación] o estarán escogiendo ir a elecciones anticipadas", ha concluido. Este es, por ahora, la cuestión que más distancia genera entre ERC y el PSC. Los republicanos quieren una financiación como el concierto vasco, mientras que los socialistas, pese a estar a favor de revisar el modelo, no quieren imitar el sistema de Euskadi.

Batalla interna

En las próximas semanas ERC no solo tiene el reto de la negociación de investidura, sino que también debe enfrentarse a la crisis interna que azota a la formación desde los malos resultados de las elecciones catalanas. El consejo nacional de este sábado también ha servido para fijar las bases del congreso que el partido celebrará el 30 de noviembre para elegir a nueva dirección que trate de poner fin a esta convulsión interna. Los republicanos han aprobado el reglamento que regulará el congreso y en el que se espera que se enfrenten por el control del partido una candidatura liderada por Oriol Junqueras y otra por afines a Marta Rovira. El tándem Junqueras-Rovira, que lideró el partido a sus mayores logros desde la restauración de la democracia, ahora se disputa el poder.

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