Nuevas reuniones

PSC y ERC negocian avances en el catalán y contra la extrema derecha a la espera de una oferta de financiación

Socialistas y republicanos se han reunido de nuevo este martes en el Parlament, el día antes del pleno que activará la cuenta atrás de dos meses hacia una repetición electoral

El Parlament habilita el mes de agosto a la espera de un candidato a la investidura

Turull, sobre la investidura: "Si llegamos a un acuerdo con ERC, Illa decidirá si vamos o no a elecciones"

Junqueras y Rovira se lanzan a por el control de ERC con estrategias opuestas

El PSC se vuelca en arrancar el 'sí' de ERC a Illa en dos meses pese a su crisis interna

El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament

El líder del PSC, Salvador Illa, en el Parlament / ZOWY VOETEN

Sara González

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A las nueve de la mañana, los miembros de los equipos negociadores del PSC y de ERC ya circulaban por el Parlament. Mientras el secretario general de Junts, Jordi Turull, trataba de dar alas a la investidura de Carles Puigdemont con la abstención de los socialistas en una entrevista en Catalunya Ràdio, el partido de Salvador Illa se preparaba para reunirse de nuevo con los republicanos. Y así ha sido. Ambas partes siguen estando muy lejos de lograr un acuerdo, pero a la espera de la concreción de una oferta sobre la financiación debaten sobre otras carpetas. En concreto, sobre el impulso del catalán y sobre cómo hacer frente a la extrema derecha.

El pacto, si es que llega, se cocerá a fuego lento y fuera del foco mediático, aunque unos y otros se han dejado ver en la institución en un día de alta concurrencia con el objetivo de que se normalicen semanas de encuentros sin tregua veraniega y con discreción decretada desde las cúpulas. El de este martes se produce 24 horas antes de que en el Parlament se celebre un pleno para certificar que, por ahora, no hay candidato a la presidencia de la Generalitat y activar el reloj de dos meses hacia una repetición electoral. ERC, azotada por su crisis interna, necesita tiempo y se reúne tanto con el PSC como con Junts sin mojarse.

Sin embargo, en las filas republicanas son plenamente conscientes de que el dilema es entre permitir la investidura de Illa o celebrar otros comicios el 13 de octubre, el escenario que dan por hecho que quiere Carles Puigdemont. Así que en estos momentos están explorando hasta dónde puede llegar la negociación con el PSC, con la financiación singular como "mínimo exigible", al mismo tiempo que gestionan la pugna entre Marta Rovira y Oriol Junqueras. No hay unanimidad sobre qué debe hacer el partido ante la investidura, pero confluyen en que hay que exprimir las conversaciones y, por ende, el calendario. La cuestión es si la factura que le cobren al PSC puede ser lo suficientemente alta como para darle el 'sí' a Illa y estar en una posición de fuerza desde la oposición o bien concluyen que eso hipotecaría su remontada y que, por tanto, asumen el riesgo de volver a pasar por las urnas.

Una oferta para decantar la balanza

Así que los socialistas están trabajando para poder detallar una oferta que ayude a decantar la balanza. En este caso, y para garantizar el éxito de la propuesta, Illa necesita el plácet de Pedro Sánchez a la propuesta de financiación. El presidente se ha comprometido a ello, pero todavía sin letra pequeña mientras que ERC avisa de que lo que reclama es un concierto económico que suponga tener la llave de la caja y la recaudación y gestión de todos los impuestos.

Hasta ahora, la apuesta de los socialistas es no salir del marco del Estatut vigente, así que el presidente del Gobierno tiene que ver de qué margen dispone porque el reparto de recursos levanta ampollas no solo fuera, sino también dentro de su partido, así que tiene que asegurarse el apaciguamiento tanto de los barones del PSOE como de los socios de la investidura.

No encallarse con la financiación

A la espera de que se abra en canal esta gran carpeta en la negociación entre el PSC y ERC, Illa ha ordenado a su equipo no encallarse y arremangarse con otras cuestiones. De ahí que, pese a tener dos meses por delante y consciente de que la investidura podría llegar al límite, se estén abordando otros asuntos. Los republicanos ya dejaron claro que las políticas para potenciar el uso social del catalán, apuntalarlo en la escuela y lograr su oficialidad en Europa forma parte también de sus prioridades para pactar. Ambos equipos también abordan mecanismos para hacer frente a una extrema derecha que ahora está representada en el Parlament por dos siglas: Vox y Aliança Catalana.

Capitaneados por Lluïsa Moret, por parte del PSC, y por Marta Rovira en el caso de ERC, las conversaciones continúan e irán para largo, aunque los republicanos mantienen también por ahora los contactos con Junts pese a que dan por imposible la investidura de Puigdemont con los resultados del 12 de mayo. Eso permite que Junts pueda seguir alimentando que sí es alcanzable una suma con ERC -55 diputados- superior a la del PSC con los Comuns -48- y que, por lo tanto, es el PSC quien, llegado a este punto, deberá decidir si hay o no repetición de las elecciones en Catalunya. Con una "llamada de Sánchez", ha ironizado Turull, Illa pasa de "decir blanco a decir negro".

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