Josep Rull, nuevo presidente del Parlament con los votos de Junts, ERC y CUP

El Parlament ha elegido este lunes al exconseller Josep Rull como nuevo presidente de la Cámara tras un pacto sellado entre Junts, ERC y la CUP para asegurarse que la institución esté liderada por un independentista. Así, pese a que el independentismo perdió la mayoría absoluta en las elecciones catalanas del 12-M, ha logrado imponer a su candidato por la falta de entendimiento del constitucionalismo. El PSC, cuya candidata para la presidencia de la Cámara era Sílvia Paneque, no ha tenido más apoyos que los suyos propios.

En el pleno de inicio de la legislatura, el independentismo también se ha asegurado tener la mayoría en la Mesa del Parlament, el órgano director de la Cámara que ordena los debates. Tendrá dos miembros de Junts, el propio Rull y Glòria Freixa, dos miembros de ERC, Raquel Sans y Juli Fernández, y tres del PSC, David Pérez, Rosa Maria Ibarra y Judith Alcalá. Con esta composición, el independentismo se garantiza que la Mesa seguirá contando los votos de los dos diputados que residen en el extranjero, Lluís Puig y Carles Puigdemont, pese a que el Tribunal Constitucional falló recientemente en contra de que se hiciera. En su primer discurso, Rull ha prometido seguir sumando estos dos votos: "En el Parlament se tiene que poder hablar de todo. Prometo garantizar los derechos de todos los diputados y diputadas".

La presidencia de Rull tiene otra consecuencia a tener en cuenta. Junts, situando a un miembro suyo al frente de la Cámara, se asegura la posibilidad de maniobrar para que Carles Puigdemont sea el primero en someterse a una votación de investidura. Eso no le garantiza ni de lejos la presidencia de la Generalitat -necesitaría los votos del PSC que no tiene y que difícilmente tendrá-, pero sí el valor simbólico de volver a ser propuesto para el cargo.

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También tiene una carga simbólica importante para el independentismo situar el frente del Parlament a un condenado por el referéndum del 1-O. El exconseller de Territorio pasó más de tres años en prisión por el referéndum, pero fue indultado por el Gobierno y luego vio acortada su inhabilitación con la reforma del Código Penal que derogó la sedición. Esto le ha permitido ser el número tres de Junts a las elecciones y, ahora, presidente del Parlament.

Pese a que la legislatura empieza con un triunfo independentista, que nadie piense que, de golpe, Junts, ERC y la CUP han recuperado la sintonía. La cuestión es que ERC aspiraba a que la presidencia de la institución fuera para Laura Vilagrà y ha lamentado que Junts vetó esta posibilidad. La CUP también se sentía más cómoda con una presidencia para los republicanos y ha criticado la actitud de JxCat. Sin embargo, los dos partidos han acabado votando a Junts como mal menor para evitar que la presidencia de la Cámara fuera para el PSC.

El enfado del PP

El PP podría haber intentado frenar una Mesa independentista pactando con el PSC, pero ha acabado descartando esta posibilidad. Los populares estaban muy enfadados al término de la sesión porque se han quedado sin un sitio en la Mesa pese a haber sido cuarta fuerza en las elecciones. Su líder, Alejandro Fernández, ha denunciado un "doble cordón sanitario" en su contra, ya que tampoco Vox ha colaborado en su elección.

El PSC tampoco ha querido intentar un pacto con los populares. Si lo hubieran hecho, se arriesgaban a cortocircuitarse el camino de la investidura de Illa cortando en seco el objetivo de alcanzar un acuerdo para la gobernabilidad con ERC. La portavoz del partido, Alícia Romero, ha explicado que llegaron a ofrecer sus votos a ERC para que el Parlament tuviera un presidente republicano. Los Comuns han engrosado también la versión de que se le había puesto en bandeja de plata a ERC la presidencia del Parlament y ha lamentado que la haya rechazado para entregársela a Junts.

Polémica por el voto telemático

La sesión constitutiva de la Cámara catalana ha sido agitada desde el principio porque el PP y Vox han manifestado su rechazo a que se contabilizaran los votos de Puigdemont y Lluís Puig. Sus peticiones han sido desestimadas y los dos partidos ya han anunciado que recurrirán al Constitucional. Vox, además, presentará una querella contra los dos diputados que han liderado este primer pleno, Agustí Colomines (Junts) y Mar Besses (ERC). El alto tribunal ya ha comunicado que anulará los votos del expresident y del exconseller si se emiten telemáticamente. Esto significa que Rull ya puede empezar a intuir cuál será una de sus primeras controversias como presidente.

El debut de Aliança Catalana

Este primer pleno también ha supuesto el debut parlamentario de los dos diputados de Aliança Catalana, el partido independentista de extrema derecha que ha logrado por primera vez entrar en el Parlament. El estreno de Sílvia Orriols -que ha acudido a la cámara con una 'barretina' en la mano- y Ramon Abad ha sido discreto. No han pedido la palabra ninguna vez y se han dedicado a escribir "Estat català" en las papeletas donde debían escribir los nombres de sus preferencias para la Mesa. Estos votos han sido considerados nulos.