Josep Rull promete contabilizar el voto de Puig y Puigdemont pese al TC

Garantizar el voto del conjunto de los diputados y que en el Parlament se pueda "hablar de todo". Estas son las dos promesas que ha hecho el nuevo presidente de la Cámara catalana, Josep Rull, tras ser elegido por un pacto entre Junts, ERC y la CUP, que ha conseguido preservar la mayoría independentista de la Mesa, pese a haberla perdido en las urnas el pasado 12 de mayo.

En su primer discurso ya asentado en el cargo, Rull ha calificado de "anómalo" que los parlamentarios Carles Puigdemont, Lluís Puig y Ruben Wagenberg no hayan asistido a la sesión constitutiva del Parlament, porque siguen residiendo en el extranjero por su situación judicial, y ha pedido "poder reorientarlo".

Tras elogiar especialmente a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, presente en el hemiciclo; Rull ha recordado su condena a 11 años y medio de cárcel por el 1-O y ha sostenido que los parlamentarios deber ser "inviolables" y que no pueden ser "perseguidos" por su labor. "En el Parlament se tiene que poder hablar de todo. Prometo garantizar los derechos de todos los diputados y diputadas", ha rematado, al mismo tiempo que ha pedido poder hacer política "en libertad" y "sin miedo a ser encarcelado".

Josep Rull, el primer preso por el 1-O que regresa a la primera línea institucional

Rull, que es el primer preso del 1-O que regresa a la primera línea institucional, también ha hecho referencia durante su discurso a su encarcelamiento y al hecho de que la última sesión constitutiva de la Cámara -en 2021- la tuvo que seguir entre rejas. A diferencia de otros líderes del 'procés', el exconseller de Territori no ha tenido que esperar a la aplicación de la ley de amnistía para volver al carril institucional, porque, tras los indultos, vio recortada su inhabilitación con la reforma del Código Penal que derogó la sedición.

Actitud "constructiva" y "respetuosa"

El TC anulará el voto de Puigdemont y Puig si lo emiten telemáticamente

Pero, más allá de esta situación, Rull también ha aprovechado su discurso para pedir un Parlament "respetuoso con las discrepancias", que trate de tener una actitud "constructiva" y que busque el consenso en pro del "interés general" y del "bien común". Además, en un hemiciclo con más presencia de la extrema derecha que nunca -con los 11 diputados de Vox y los 2 de Aliança Catalana- el flamante president ha pedido no preguntar a la ciudadanía "de donde viene", sino "a donde quiere llegar juntos".

Con todo, y tras diagnosticar que el catalán y el aranés están en situación de "emergencia", ha reclamado también que esta sea la "legislatura del catalán" y ha pedido luchar desde las instituciones para que la lengua recupere "espacios de uso" donde haya retrocedido. Rull también ha hecho referencia a las desigualdades económicas existentes dentro de la sociedad catalana, que ha pedido no aceptar "resignadamente", al mismo tiempo que ha señalado que la escuela catalana debe mantener su función de "ascensor social".