Los pronósticos dibujan un junio lluvioso en Catalunya y alejan la peor cara de la sequía

La sequía continúa pero llega una nueva semana de lluvias primaverales que regará las zonas más afectadas por la sequía. En estos momentos, los embalses de los ríos Ter y Llobregat acumulan más de 165 hectómetros cúbicos. Las previsiones a medio y largo plaza son esperanzadoras y dibujan un escenario de aún más mejora para los embalses. Los mapas no prevén temperaturas altísimas para lo que queda de mayo. El calor es un factor importante, puesto que acelera la evaporación y complica el estado del agua.

Además, aunque estos son pronósticos inciertos y no definitivos, sujetos a cambios, en un principio las diferentes perspectivas apuntan a un junio lluvioso, como lo fue el del año pasado. Esto aliviaría el estado de las reservas de agua de cara a los meses más calurosos y más secos: julio y agosto. A este panorama a medio plazo, hay que sumarle las lluvias que ya han caído durante las últimas horas y que seguirán regando las cabeceras de los embalses durante este fin de semana.

El Servei Català de Meteorologia (Meteocat) habla de lluvias "frecuentes y extensas" durante los próximos tres días, aunque puede seguir lloviendo durante el próximo fin de semana. De momento, la borrasca puede dejar agua en toda Catalunya, sobre todo en la mitad norte. Pero especialmente, se recogerá agua en las cabeceras de los ríos Ter y Llobregat, a lo largo de toda la semana (por la tarde de este martes, miércoles, jueves, viernes y el fin de semana), y también en la zona del Alt Empordà más afectada por la sequía, donde aún hay localidades en fase de emergencia.

Estas lluvias, por lo tanto, irán tanto a los embalses de Sau, Susqueda, la Baells, Sant Ponç y la Llosa del Cavall como en Darnius Boadella (el pantano del río Muga). En estos momentos, los embalses de las cuencas internas están cerca del 26% (los del Ter y el Llobregat rozan el 27%) y van a seguir mejorando por dos razones: el deshielo en las montañas y la incorporación del agua que está cayendo en estos momentos. Además, en junio aún podría llover, como ya sucedió el año pasado.

Si se cumplen los pronósticos, no solo se asegurará la calidad del agua en los embalses y se dará margen a las reservas, sino que también se aliviará la situación en los acuíferos. Estas masas de agua subterráneas tardan mucho más tiempo en recargarse y no se recuperan de forma tan inmediata como lo hacen los embalses, que reciben el agua de los ríos.

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No obstante, es importante que incrementen porque así puede mejorar su estado y porque los pozos son recursos clave para abastecer a ciertos municipios que no están conectados a la red del sistema Ter-Llobregat.