Opinión |
Ágora
Jéssica Albiach

Jéssica Albiach

Presidenta de En Comú Podem en el Parlament de Catalunya

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La hora del derecho a la vivienda

El pacto de investidura es una hoja de ruta clara que sitúa la vivienda en el centro de las políticas públicas

Obra nueva.

Obra nueva.

La política no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la vida de las personas. Con esta convicción, hemos conseguido un pacto de investidura con el PSC que establece las bases para que esta legislatura priorice, ante todo, el derecho a la vivienda frente a la crisis habitacional que estamos sufriendo. Toca valentía porque de una vez por todas se pongan límites a los que están haciendo negocio, especulando de manera obscena, buscando beneficios sin límite, con un derecho esencial.

La vivienda es un derecho fundamental y no un bien de lujo. Ninguna democracia del siglo XXI se puede llamar como tal si no garantiza una sociedad cohesionada, y ahora mismo el acceso a la vivienda no solo es un factor de desigualdad, directamente es un factor de pobreza. Hace demasiados años que hemos visto como el acceso a un techo digno se convertía en una verdadera emergencia y en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, con precios de alquiler desorbitados y un mercado inmobiliario que excluye a las familias trabajadoras y enriquece a unos pocos.

El pacto de investidura es, ante todo, un compromiso para revertir esta situación. Es una hoja de ruta clara que sitúa la vivienda en el centro de las políticas públicas. Hemos acordado medidas concretas y urgentes que tendrán que implementarse inmediatamente, poniendo fin a la especulación y garantizando el acceso a viviendas asequibles.

Uno de los pilares del pacto es la ampliación del parque de vivienda de protección oficial. Catalunya cuenta con un porcentaje de vivienda social muy por debajo de la media europea. Nos proponemos aumentarlo significativamente con el compromiso de construir 50.000 pisos nuevos -de los cuales como mínimo 15.000 serán promovidos por el Incasol para destinarlos a alquiler social- y rehabilitar 150.000 en los próximos siete años aplicando la ley de barrios verdes, que es una actualización de la ley de barrios de Maragall.

También se destinarán 350 millones de euros en los próximos 4 años para ampliar el parque público de alquiler en 5.000 viviendas mediante la compra por tanteo y retracto, que servirán para dejar a cero las mesas de emergencia, en las que hay 2.500 familias en lista de espera. También evitaremos que 53.000 viviendas de protección oficial pasen al mercado libre prorrogando las calificaciones de protección en las zonas con el mercado residencial tensionado.

La regulación de los alquileres de temporada y de habitaciones y la aprobación del régimen sancionador para quien no cumpla la regulación de alquileres también es esencial. No podemos permitir que el mercado tenga una puerta trasera por donde continuar dictando precios que dejan fuera a buena parte de la ciudadanía. Esto irá acompañado de un impuesto anti-especulación que, siguiendo el modelo de Viena, penalice a quién compra vivienda para especular.

La lucha contra los desahucios es otro frente prioritario. Ninguna persona tiene que enfrentarse sola al drama de perder su hogar. Implementaremos una unidad antidesahucios que acompañe y asesore a personas que se encuentren en esta situación para garantizar que nadie se quede sin un techo digno por problemas económicos.

Pero además, es importante destacar que este pacto no solo se centra en la vivienda. Es un acuerdo integral que alcanza varias áreas clave para el bienestar de nuestra ciudadanía, como la salud, la educación y la ocupación. Aun así, el foco en la vivienda simboliza nuestra determinación de abordar una de las crisis más urgentes que enfrenta Catalunya.

Este acuerdo es un ejemplo de cómo, cuando se anteponen los intereses de la gente a las diferencias partidistas, se pueden conseguir grandes adelantos. Este pacto demuestra que es posible encontrar puntos de encuentro. De esto va la política.

Los retos son muchos y complejos, pero también estamos convencidos de que, con el compromiso y el esfuerzo conjunto, podemos construir una Catalunya mejor. La legislatura de la vivienda no es solo un lema; es un compromiso que guiará nuestras acciones. Seremos exigentes en su cumplimiento. Centenares de miles de catalanes y catalanas esperan soluciones en su día a día, y por eso estamos aquí.

El pacto de investidura representa una oportunidad para garantizar que el derecho a la vivienda sea una realidad para todos. Trabajaremos de manera incansable para que así sea.