Opinión | Catalunya

Joan López Alegre

Joan López Alegre

Periodista y exdiputado en el Parlament

Casi todo está ya decidido, Illa a las puertas del Palau

Salvador Illa, el candidat del PSC. | ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS

Salvador Illa, el candidat del PSC. | ALBERTO PAREDES / EUROPA PRESS / David Borrat | EFE

Dice el INE que uno de cada tres españoles no puede irse de vacaciones. Entre los que este verano no podrán tomarse un descanso están los políticos catalanes. Esta semana entramos en agosto, pero la investidura del presidente de la Generalitat está aún pendiente de resolver.

El acuerdo entre ERC y el PSC está casi cerrado. Lo que se haya pactado no es lo más relevante, sin ir más lejos el traspaso del Ingreso Mínimo Vital se ha anunciado tres veces y quizás en esta última ocasión vaya la vencida… o no. En la política actual el llamado relato es más importante que la realidad. ¡Qué más da si 'el peix te que entrar i sortir del cove' tres veces si eso sirve para justificar un pacto¡ 

Queda por decidir lo más importante: qué se explica a la opinión pública y cómo se seduce a la militancia de Esquerra para que de su visto bueno al pacto. Illa acaricia la presidencia de la Generalitat, Sánchez tendrá las manos más o menos atadas, pero seguirá en Moncloa. Y solo hay una incógnita: ¿Puigdemont volverá? ¿Su regreso, si se produce, afectará en algo a los acuerdos alcanzados entre Marta Rovira y los socialistas? 

En Junts tienen pánico a que el regreso de su líder pase tan desapercibido como el desangelado retorno de Marta Rovira por eso en su aparición del pasado sábado Puigdemont insistió en la necesidad de que su militancia se «prepare para los importantes días venideros» y llamó a la movilización. Nada sería peor para Puigdemont que un retorno sin épica. Una detención sin incidentes y un encarcelamiento sin movilización es una pesadilla para la dirección de Junts. 

En el PSOE no temen a la ruptura con Junts, descartan que Feijóo presente una moción de censura y creen que, aunque la llegara a formalizar, la alianza entre PP, VOX y Junts para que dicha moción prosperara es inviable. 

En Ferraz quitan importancia a que Junts tumbara el techo de gasto. Los socialistas insisten en que gobernar sin presupuestos es posible y ponen como ejemplo a Cristóbal Montoro y a Mariano Rajoy que prorrogaron cuatro presupuestos en cinco años.

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