Opinión |
NEWSLETTER
Albert Sáez

Albert Sáez

Director de EL PERIÓDICO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Visibilizar el legado de Aragonès

Marta Rovira i Pere Aragonès, al Palau de la Generalitat, ahir. | KIKE RINCÓN / EUROPA PRESS

Marta Rovira i Pere Aragonès, al Palau de la Generalitat, ahir. | KIKE RINCÓN / EUROPA PRESS

Desde su regreso a Catalunya, Marta Rovira ha revisitado a los principales escenarios de su vida política, desde su ciudad natal de Vic hasta el Parlament de Catalunya. Uno de esos actos ha pasado más desapercibido de la importancia que tiene en el momento político actual: el encuentro con Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat. Rovira se perdió uno de los grandes momentos que puede vivir la secretaria general de un partido político: la investidura de su candidato. Rovira y Aragonès reivindicaron la obra de gobierno de Esquerra, desde la puesta en marcha de las primeras negociaciones cuando llegaron a la vicepresidencia con el infausto Torra hasta la negociación del traspaso de Rodalies justo ahora hace un año. Posiblemente, esa reivindicación es una forma más serena de abrir el debate sobre el futuro de Esquerra que revolcarse en el fango de los cartelitos de los Maragall.

La coyuntura política y los exasperantes tempos del Parlament están permitiendo a Aragonès protagonizar una salida de la presidencia más que digna, propia de alguien que sabe perder en política como antes ha sabido ganar. Quizás aún hay tiempo de visibilizar algunos de sus logros que el adelanto electoral propiciado por su equipo no dejó ver. Esta misma semana se ha avanzado en el traspaso de Rodalies y pendientes en la agenda están el ingreso mínimo vital y la condonación de la deuda del FLA, entre otros muchos asuntos

La militancia de Esquerra no es una pandilla de descerebrados como asegura el estereotipo difundido por sus adversarios. Es gente que piensa políticamente, como los militantes del resto de partidos, y que aunque vivió con ilusión el 1-O, también quiere reivindicar el papel de la formación en la salida de aquel atolladero que ha coincidido con su período de máximo esplendor electoral. Afianzar el legado de Aragonès como impulsa Marta Rovira es, seguramente, el mejor camino para que en Esquerra se imponga la política.  

Suscríbete para seguir leyendo