Décima avenida
Joan Cañete Bayle
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El torrencial cerebro adolescente

La película ‘Del revés 2’ cierra el círculo de los padres e hijos que vieron juntos la primera entrega y ahora navegan por la adolescencia. Y ofrece una espléndida explicación para todas las edades de qué es un ataque de ansiedad

‘Del Revés 2’, en la caótica mente de una adolescente

'Del revés', una mente maravillosa

Una imagen de 'Del Revés 2' ('Inside Out 2').

Una imagen de 'Del Revés 2' ('Inside Out 2'). / DISNEY

No es habitual, pero estos días en los cines se ve a adolescentes hacer cola para ver una película que no va de superhéroes. La protagonista es Riley, una niña de 13 años, y sus emociones: Alegría, Tristeza, Ira, Asco y Miedo. Con la llegada de la pubertad, a estas emociones se les unen Aburrimiento (Ennui), Envidia, Vergüenza y, sobre todo, Ansiedad. ‘Del revés 2’ es un éxito de público (la película más taquillera del año) y una digna continuación de ‘Del revés’, cuyo estreno en 2015 elevó aún más el listón de excelencia de Pixar.

Entre el público de ‘Del revés 2’ hay muchos adolescentes, en parejas y grupos, que acuden a la sala con el recuerdo de la primera entrega, que vieron de niños. Riley ha crecido, y ellos también, y si en su infancia lloraron (junto a sus padres) cuando comprendieron que para crecer debían sacrificar a su amigo invisible (Bing Bong, una de las creaciones de mayor calado emocional de Pixar, una factoría maestra en la construcción de personajes), en ‘Del revés 2’ entienden qué es, cómo se desencadena y cuáles son las causas de un ataque de ansiedad.

Se ven a muchos adolescentes en el cine acompañados de sus padres. Es una especie de fin de ciclo, de círculo cerrado: juntos vieron la historia de cómo la tristeza es esencial en la construcción de nuestra personalidad, y juntos ven de nuevo el papel que la ansiedad, la vergüenza o el aburrimiento juegan en nuestro crecimiento. Yo fui con mi hija adolescente, y en la sala del cine mi atención se centraba en dos historias: la que se desarrollaba en la pantalla y la que podía ver en su rostro a medida que se reconocía en lo que le sucedía a Riley en el mundo real y dentro de su cerebro.

La emoción de ansiedad en 'Inside Out 2'

La emoción de ansiedad en 'Inside Out 2' / DISNEY

Días antes de ir al cine a ver ‘Del revés 2’, encontré abandonado en un banco frente al instituto de mis hijos un ejemplar del libro ‘Quiéreme cuando menos me lo merezca... porque es cuando más lo necesito. Una guía para padres y maestros de adolescentes’, del psicólogo y divulgador Jaume Funes, gran experto en la materia. En fechas de final de curso, fantaseé con que alguien dejó el libro porque creía que ya no lo necesitaba, quizá porque la familia había llegado al gran final de etapa, 2º de Bachillerato, la frontera entre el mundo protegido de la infancia y el de los adultos. Un error, ya lo dice el personaje de Alegría en uno de los momentos culminantes de la película: "A lo mejor esto es lo que sucede cuando creces, que sientes menos alegría". Tal vez ese es nuestro problema, que extraviamos la alegría en algún recodo del camino, o que al crecer decidimos que es un sentimiento demasiado primario, poco sofisticado, para nuestras complejas vidas adultas.

¿Cómo sería ‘Del revés 3’, dentro del cerebro de una Riley ya adulta? ¿Qué otras emociones surgirían? La segunda entrega nos muestra de pasada a Nostalgia, pero tal vez habría que dejar hueco también a Frustración, Culpa, Confusión, Deseo Sexual, Empatía... Investigadores de la Universidad de Berkeley identificaron hasta 27 emociones interrelacionadas entre ellas; los guionistas de Pixar tienen material para unas cuantas secuelas. Los padres tenemos trabajo con nuestros hijos, cuyas emociones se desarrollan según crecen en un mundo complejo e interconectado que nos cuesta entender y en el que generacionalmente han crecido siendo el centro de nuestra atención, en muchos casos entre algodones.

Pero atención no implica comprensión, ni acertar en las decisiones. Los expertos en salud mental alertan de la banalización de las enfermedades mentales, de la confusión entre el malestar propio de la pubertad (el que siente Riley en la película) con trastornos mentales. En un reportaje de Beatriz Pérez en EL PERIÓDICO de hace unos meses, se alertaba sobre la confusión entre malestar emocional y patologías psiquiátricas. “Son malestares, señalan los expertos, que deberían resolverse en la escuela, con los amigos, en la familia”, escribe Pérez.

En casa, volveremos a ver ‘Del revés 2’ y, si Ennui lo permite, hablaremos de ello. Pero, además, prometo buscar dónde se me cayó Alegría de entre las manos para recordar a mis hijos que hay emociones que no deben perderse. Del gran secreto de la escena poscréditos, ya hablaremos otro día.

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